¿Cómo ha evolucionado el mercado de los cigarrillos electrónicos en España?
Cada vez son más las personas que apuestan por la adquisición de cigarrillos electrónicos como medida para acabar con el consumo frenético de tabaco.
La llegada de los cigarrillos electrónicos a nuestro país no ha estado exenta de polémica, ya que desde su aparición en el mercado se han posicionado tanto voces en contra, como voces a favor de los mismos. Los usuarios más fieles al tabaco industrial de toda la vida, no ven este tipo de cigarrillo una alternativa con la que dejar de fumar; mientras que las personas que no fuman lo ven como un método más para seguir enganchado al mono del cigarrillo.
Sin embargo, como ya se ha comentado anteriormente, el cigarrillo electrónico cuenta con voces a favor, y estas proceden tanto de fumadores clásicos de tabaco que han encontrado una solución a los cigarrillos de máquina expendedora, como de usuarios que no fumaban tabaco habitualmente pero que han apostado por el uso del cigarrillo electrónico en el día a día.
Tal es el caso, que en los últimos años se ha llevado a cabo la apertura de más de una tienda de cigarrillos electrónicos en España. Locales especializados en vapear, que ponen a disposición de los clientes una amplia gama de líquidos para vapear. Estos están repartidos por toda la península ibérica, pero es en la Comunidad de Madrid donde más tiendas de cigarrillos electrónicos se han abierto.
Contenido
¿Por qué apostar por el cigarrillo electrónico?
Todo depende del tipo de persona y de sus hábitos de consumo, pero lo cierto es que la mayoría de los usuarios declarados como fumadores prefieren utilizar cigarrillos electrónicos antes que volver al tabaco tradicional. Todo sea por la salud, ya que según han demostrado algunos ensayos médicos realizados recientemente, la acción de vapear es al menos un 95% menos dañina que el tabaco industrial.
Esto es debido a que los líquidos para vapear, contienen muchos menos químicos que el tabaco tradicional, algo que repercute directamente en un menor riesgo de contraer enfermedades cancerígenas. El humo procedente del líquido para vapear es por tanto mucho más limpio, y de esta manera desaparece la clásica figura del fumador pasivo.
Un fenómeno que agradece tanto la propia salud del usuario que lo consume, como la salud de las personas que se encuentran a su alrededor. Además, la acción de vapear ofrece alternativas a la hora de consumir aromas y alquimia, y los usuarios pueden elegir qué tipo de sabor prefieren en la boca a la hora de utilizar el cigarrillo electrónico.
¿Qué elementos componen un cigarrillo electrónico?
Si utilizas cigarrillos electrónicos diariamente o has oído hablar de ellos en alguna ocasión, quizás conozcas cuáles son los elementos que componen a este tipo de producto. Por el contrario, si nunca has tenido contacto con ellos o no has leído nada sobre el tema, probablemente tengas una mala idea preconcebida que puede llevar al error.
Para no equivocarse y saber cuál es la composición exacta de un cigarrillo electrónico, resulta fundamental saber que estos constan de cuatro partes básicas. Por un lado, está la boquilla o pieza bucal que permite que se inhale el vapor cuando se utiliza el cigarrillo. Por otro lado, está el atomizador que es el recipiente sobre el que se vierte el líquido elegido para vapear, y que por tanto desarrolla la tarea de convertir en vapor el líquido a través del calor.
Estas dos piezas son indispensables para un correcto funcionamiento del cigarrillo electrónico, pero además deben estar acompañadas de una batería que permita que el dispositivo sea utilizado en cualquier lugar y momento (si se agota la batería, solo hay que conectar el cigarrillo a un cargador convencional); y de una luz led que indica si el vapeador funciona de forma adecuada.
Cualquier cigarrillo electrónico que se comercialice en el mercado debe de contar con estos elementos, y también tiene que incorporar un botón que permita el encendido y apagado del dispositivo por parte del usuario. Un producto de fácil uso, que cada vez está ganando más terreno al tabaco industrial en todos los sentidos, ya que los usuarios son conscientes del enorme beneficio que obtienen con él.
Una forma rápida y sencilla de alejarse de los clásicos cigarrillos, que a la vez permite seguir disfrutando de la acción de fumar en cualquier sitio (estos están admitidos en multitud de bares, restaurantes y locales de ocio, e incluso son aceptados en algunos centros de trabajo, siempre en función de la decisión de los dueños).