El vino, un placer mediterráneo
España puede presumir de tener una producción vinícola que es la envidia del mundo. Con varias denominaciones de origen y un clima que favorece el cultivo de la vid, nuestro país es una referencia en el sector de la viticultura, inspirando tanto a productores nuevos como consagrados a nivel nacional e internacional.
El vino es una bebida atemporal que ha sabido adaptarse al paso de tiempo. Un buen ejemplo de ello es la aparición del concepto de los vinos de autor y la posibilidad de comprar vino online, que se han convertido en una herramienta muy eficaz destacar entre la competencia. Esta bebida es un acierto seguro en celebraciones de todo tipo y un protagonista indiscutible a la hora del aperitivo. Cuenta con matices característicos que lo distinguen de otros caldos, haciendo que nos embriaguen sensaciones placenteras y agradables a la vista, al gusto y al olfato.
El origen del vino se pierde en el tiempo y es muy difícil seguirle la pista, pero de lo que sí se tiene constancia es que durante la Antigua Roma le profesaban una devoción sin precedentes. Esta bebida se obtiene como consecuencia de la fermentación del mosto obtenido de las uvas, y se estima que este proceso (al igual que ocurrió con los egipcios y la cerveza) fue simplemente un evento accidental que los romanos supieron especialmente apreciar. Fue entonces cuando convirtieron al vino en un elemento imprescindible de banquetes, fiestas y otros eventos lúdicos, ya que su componente alcohólico hacía que fuese una bebida perfecta para el ocio y disfrute de aquella época.
Muy ligado a la cultura mediterránea, las grandes extensiones de viñedos se concentran en los territorios que disfrutan de un buen clima mediterráneo. Estas estampas son muy típicas de los países del sur de Europa, pero también han cruzado fronteras que nos quedan algo más lejanas. Un ejemplo son los viñedos de California, aunque también encontramos viñedos en Sudáfrica e incluso en Australia.
Está claro que España es un destino perfecto para disfrutar de vinos de calidad, los cuales son un maridaje perfecto para su gastronomía. Aún así, en nuestro país no todo es comer y beber, ya que tenemos un clima y una oferta turística que animan a personas de todos los rincones del mundo a venir y descubrir por qué Spain is different.
Contenido
El vino tinto, un imprescindible
Creo que no me equivoco cuando digo que en cualquier hogar hay una botella de vino tinto. Ya sea que esté escondida entre utensilios de cocina o tenga un lugar de honor en la bodega particular, es un elemento imprescindible para coronar cualquier evento en casa.
Su característico color rojo combina muy bien con su robustez, convirtiendo a los distintos tipos de vino tinto en el acompañamiento perfecto para carnes rojas y comidas copiosas. Dentro de esta categoría se incluyen vinos tan populares como el Merlot, el Cabernet Sauvignon y el Cabernet Franc.
El vino blanco, la bebida social de moda
Ya sea a la hora del aperitivo o después de una larga jornada laboral, una copa de vino blanco es la elección perfecta. También podemos disfrutar de las versiones espumosas, que al servirse en frío se convierten en una opción refrescante y ligera para el verano.
Podemos degustar estos vinos acompañados de un pincho o de algún otro aperitivo ligero, aunque los vinos blancos también son perfectos para degustar platos de pescado o de carnes magras como el pollo o el pavo. Dentro de esta categoría están el Chardonnay, el Sauvignon Blanc, el txakoli y el vino garnacha blanca.
El vino rosado y su gama de tonalidades
En una especie de “tierra de nadie”, a medio camino entre el vino tinto y el vino blanco, se encuentra el vino rosado. Esta bebida destaca a la vista por su color, que puede ir desde un rosa muy suave hasta el violeta. Esta característica lo convierte en un componente visual muy atractivo, animándonos a tomar una copa y disfrutar de sus propiedades.
Son vinos de elaboración compleja, donde se combinan uvas blancas y tintas o solamente tintas, con el objetivo de obtener un vino fácil de beber. Su suavidad lo convierte en el acompañante perfecto para platos de arroz como paellas o risottos, así como de platos propios de la cocina oriental.
La amplia oferta de vinos disponibles en el mercado, hace que a día de hoy sea muy fácil adquirir este producto en cualquier establecimiento autorizado. Sin embargo, no todos los vinos son iguales y esta oferta puede hacer que nos sea difícil decidirnos por un tipo de vino determinado. Cuando se da esta situación, hay otros factores que influyen en nuestra toma de decisiones, como el precio, la bodega, la presentación y decoración de la botella, los premios que ha recibido o la novedad del producto, como es el caso de los nuevos vinos azules.