Qué ayuda más en el control de peso ¿la nutrición o el deporte?
A la hora de controlar el peso, es importante tener en cuenta que tanto la nutrición como el deporte son esenciales pero, ¿en qué grado? Vamos a intentar analizar las ventajas de cada uno de ellos y su importancia dentro de la pérdida y el control de peso.
Para poder controlar adecuadamente nuestro peso, es muy importante que nos alimentemos adecuadamente y que practiquemos ejercicio físico con regularidad, pero básicamente nos encontramos con la duda de cuál de los dos es más importante, es decir, para conseguir un buen acondicionamiento físico, ¿es mejor aumentar el esfuerzo en la alimentación o en el ejercicio físico? Por ello vamos a intentar conocer las ventajas que aporta cada uno de ellos para entender el grado de importancia en nuestra búsqueda por mantener un peso adecuado.
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Aprende a cambiar tus hábitos alimenticios
En primer lugar es esencial que tengamos en cuenta que, para conseguir mantener un peso ideal, es imprescindible asesorarnos adecuadamente en materia de dietética y nutrición, y es que muchas veces hacemos cosas tan descabelladas como comer menos o incluso dejar de comer lo que necesitamos para poder alcanzar nuestro peso ideal, algo que nos puede llegar a afectar a nivel de salud y muy seriamente.
La alimentación no es un juego, de manera que, de la misma manera que alimentarnos de forma poco adecuada puede llegar a afectarnos muy negativamente, el no consumir todos los alimentos que necesitamos para el día a día también puede acabar con los mismos resultados.
De esta manera, el objetivo no es hacer dieta para perder peso o incluso para deshacernos de esos kilos de más que hemos ido acumulando durante las fiestas, sino que lo importante es adquirir unos adecuados hábitos alimenticios, ya que es la única forma de poder alcanzar nuestro peso ideal y mantenerlo, evitando por supuesto el efecto rebote.
Con un buen hábito alimenticio, tenemos la total garantía de que nuestro cuerpo se encargará de mantener una regulación adecuada, con lo cual no es necesario cumplir con esa idea de si hoy he comido más kilocalorías de la cuenta, mañana como sólo ensalada, puesto que en realidad estamos cometiendo una aberración. Simplemente tenemos que seguir con unos hábitos alimenticios adecuados, y nuestro cuerpo será el que se encargará de regular no en 24 horas, sino en el tiempo saludable que precise.
El ejercicio físico y su importancia para el organismo
Pero por otra parte también tenemos el ejercicio físico, y en este sentido es esencial tener en cuenta que el nivel de ejercicio físico que practiquemos va a condicionar también el tipo de alimentación que deberemos llevar y viceversa.
Es decir, no vamos a necesitar ingerir las mismas kilocalorías ni los mismos nutrientes en el caso de que tengamos una vida sedentaria o por contra una vida muy activa, con lo cual una dieta específica y adecuada para una persona que pasa sus días frente al ordenador, no será la misma que la de otra que lleva a cabo un entrenamiento regular.
Sin embargo, en cualquier caso del ejercicio físico es un componente imprescindible para nuestra salud, ya que no sólo nos ayuda a regular nuestro peso, sino que además también tiene multitud de beneficios tanto biológicos como psicológicos, consiguiendo desde mejorar nuestra resistencia y presión arterial hasta logrando una mejora en nuestro bienestar general, ya que aumenta nuestra autoestima, consigue reducir el estrés y la tensión, es la mejor forma de combatir contra la depresión, nos ayuda a relajarnos, mejora nuestra densidad ósea, presión arterial, ayuda a mantener el tono y la fuerza muscular, acaba con la sensación de fatiga, etc.
En definitiva, lo mejor que podemos hacer es hablar con un experto en nutrición que será el que se encargará de establecer un plan que se adaptará a nuestro nivel de actividad y a nuestras necesidades particulares, consiguiendo de esta forma una combinación perfecta que siempre será la que nos ayudará a conseguir mejores resultados que si intentamos mantener el peso buscando trucos con los que disminuir nuestra responsabilidad.