¿Cuál es el objetivo principal de los depósitos fiscales en el mercado internacional?
Para un negocio, tener posibilidad de realizar transacciones en el extranjero se convierte en una oportunidad de lujo a la hora de crecer y expandirse. Sin embargo, materializar este objetivo requiere tener, en buena medida, todos los recursos logísticos y operativos adecuados para lograr el éxito. En torno a esto, los depósitos fiscales son la mejor solución.
Uno de los aspectos que más cuidan las empresas que se encargan de la venta de productos tiene que ver con el uso de depósitos que cuenten con las condiciones apropiadas para gestionar la mercancía de manera eficiente. Si se trata de un proceso de internacionalización, entonces hace falta utilizar una logística más especializada.
Es entonces que un depósito fiscal se empieza a convertir en el aliado perfecto para resolver este asunto, pues se trata de espacios seguros que han sido diseñados para almacenar y gestionar de manera eficiente las mercancías, aprovechando los regímenes aduaneros especiales, lo cual permite sumar una serie de ventajas de tipo operativo y financiero a la empresa.
Algunas de estas ventajas son:
- Permite el pago de impuestos y los derechos que apliquen por medio de cuotas que equivalen a una estructura parcial o total en dependencia a la situación.
- Facilita que las empresas dispongan de un stock de productos con los cuales mantener seguras y ágiles sus ventas y procesos productivos.
- Ayuda al control y trabajo de los importadores porque la mercancía se puede depositar a nombre de una empresa en el extranjero, mientras que al momento de colocarla en el mercado se factura en territorio nacional.
- Facilita que se cumplan las normativas del país en el que se mantiene el depósito fiscal, agilizando todo lo que corresponda al gasto y el tiempo de gestión.
- Contribuye a que se realicen las devoluciones de las mercancías que no han podido ser colocadas en el mercado sin que se generen los pagos correspondientes a impuestos de importación.
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Importancia para la logística global
A nivel global, el uso de depósitos fiscales tiene un elevado valor cuando se considera que la velocidad y la eficiencia son claves en el sostenimiento de un negocio a largo plazo, sobre todo cuando se hace referencia a la puesta en marcha de exportaciones.
De esta manera, las empresas son capaces de mantener un inventario específico en las locaciones donde tienen movilidad de productos y así reducir de manera conveniente los gastos asociados con transporte y almacenamiento. Como los depósitos fiscales suelen tener ubicaciones estratégicas, ayudan a que se realice la entrega oportuna a los consumidores finales.
Regulaciones aduaneras
Otro aspecto que es importante considerar con respecto a todo esto es que el comercio internacional funciona bajo un marco regulatorio que es complejo y diverso. Entonces, los depósitos fiscales cumplen muy bien con su demanda al funcionar como puntos de conexión entre las mercancías y sus regulaciones aduaneras, permitiendo que se faciliten las inspecciones y verificaciones sin crear un cuello de botella en el movimiento de las mercancías.
Contribución al flujo eficiente de bienes
El último aspecto al que merece la pena prestar atención tiene que ver con la contribución al flujo eficiente de bienes. En el comercio internacional, un elemento clave para que todo opere bien se relaciona con la velocidad con la que se pueden mover las mercancías en las fronteras, entre más rápido, mejor.
Con un depósito fiscal, es más sencillo para las empresas realizar todo el proceso que hace falta antes de que la mercancía llegue a los consumidores finales. Este puede incluir tanto el almacenamiento, como el embalaje y el etiquetado, de manera que se reduzcan los lapsos de espera y no se comprometa el flujo de ingresos de las empresas, sobre todo cuando se toma en cuenta que trabajar en el extranjero supone mayores esfuerzos logísticos que se evidencian en el pago de transporte y demás aspectos fiscales.