¿A qué tamaño puedo imprimir las fotos del móvil?
El smartphone se ha convertido en la cámara de fotos más habitual. Pero ¿se puede hacer algo más que guardar las imágenes como archivos?
Gracias a la tecnología, hoy prácticamente todos llevamos en el bolsillo una cámara de fotos. En realidad lo que llevamos es un teléfono móvil, pero este cuenta con al menos una cámara que nos permite hacer fotos cuando y donde nos apetezca. De hecho, lo normal es tener una buena colección de imágenes en la memoria de nuestro smartphone, aunque también lo es que la gran mayoría se queden ahí. Otras nos encantaría usarlas para tenerlas en casa, bien en un pequeño marco junto a la cama o como un gran póster que cubra la pared.
La pregunta es: ¿se puede hacer una impresión de gran formato si hemos sacado la foto con un móvil? ¿Qué tamaño puede tener? En realidad la respuesta es un tanto compleja, ya que hay que determinar ciertos factores.
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Ten en cuenta la resolución de tu cámara
Lo primero que debes tener en cuenta es la resolución que tiene la cámara de tu teléfono. Hay modelos que superan los 12 MP, con lo que podemos decir que se puede conseguir una imagen de calidad más que aceptable. Por debajo de esto, se pueden conseguir buenos resultados teniendo en cuenta los límites que imponen tanto el tamaño al que queremos tenerla como la calidad de la impresión. Cuanto mayor sea la calidad, más exigencias habrá y por tanto si queremos una imagen más grande, tendremos que sacrificar los resultados. Con un conversor de pixeles a cm puedes calcular los límites que tiene una imagen en función de la resolución que da la cámara y la calidad que quieres conseguir con la imagen.
¿A qué distancia se va a mirar la imagen?
Otro detalle es que el ojo no “ve” igual si tenemos la fotografía cerca o estamos más alejados de ella. Por ejemplo, una fotografía normal, de las que se ponen en un álbum (o al menos se ponían) se ve bien a una distancia muy corta, mientras que otras impresiones están claramente diseñadas para ser observadas desde más lejos. Por ejemplo, los murales de pared se ven siempre mejor cuando estamos alejados un metro o más, mientras que de cerca veremos una serie de puntos difusos.
Por ello, si haces tus fotografías con una cámara que tenga relativamente buena resolución, probablemente puedas llevarla a una agencia de diseño y hacer un cuadro de gran tamaño, un póster o un vinilo con el que cubrir la pared. Si tienes relación con el mundo del diseño, es bastante probable que hayas hecho ya algún que otro trabajo de este tipo. En este caso, poco más se puede decir que ya no sepas.
El tamaño máximo que puedes conseguir
En definitiva, una imagen obtenida con un teléfono se puede convertir en una foto para el álbum o para colocar en un marco sin problemas, aunque tu cámara sea de poca resolución. Si quieres algo más grande, como un cuadro para el comedor o un póster que cubra la pared, necesitarás que la imagen sea de la mayor calidad posible. En este caso lo ideal es que la imagen se mire desde una cierta distancia para que el ojo la enfoque de tal manera que se vea con nitidez. Hay fotografías tomadas con móviles que en las manos adecuadas pueden alcanzar tamaños impensables.
Por otro lado, también puedes usar algún tipo de software que convierta una foto en varias hojas listas para imprimir. Los resultados dependerán en gran parte de tu pericia como fotógrafo, la impresora que utilices y el tipo de programa con el que lo haces.