Los tratamientos estéticos vanguardistas de Fhos dan buenos resultados de inmediato

Gracias a la tecnología de la bioluminiscencia y de los tratamientos no invasivos, estos se han convertido en un revulsivo para el sector de la belleza y la estética; Fhos ha aunado bienestar con placer.

Lejos ha quedado ese concepto arcaico de que para que las personas luzcan bellas tienen que sufrir o hacer sacrificios. Pues no, gracias a las nuevas tecnologías, a procesos de investigación bioquímicos, médicos y tecnológicos muy avanzados se están consiguiendo aparatos y aplicaciones estéticas indoloras, no invasivas y con resultados reales muy satisfactorios.

Es en ese contexto donde nace el tratamiento FHOS. En esencia, esta firma de alta tecnología aplicada al sector de la estética y la belleza utiliza un elemento tan natural como es la luz como estimulante de partículas que debidamente introducidas en la piel hidratan, regeneran y dan lustre y juventud tanto al rostro como a otras zonas del cuerpo.

No deja rastros, ni huellas, hematomas, ni cicatrices. También hay que matizar que es indoloro y aunque se aplica a través de corrientes de luz esta no abrasan. En conclusión, es un tratamiento completamente inocuo. Generalmente, cuando una persona ha pasado por tratamientos invasivos en ocasiones se ha encontrado con la recomendación posterior de no exponer la zona a la luz natural. Pues bien, con Fhos todo lo contrario, el componente bioluminiscente de las partículas que se introducen en la piel se estimulan con la luz natural y hace que el tratamiento sea, aún, más eficaz.

¿Cómo funciona Fhos?

Aquellas clínicas o centros estéticos y de belleza que se han decantado por la marca Fhos, hay que decir, han tomado una buena decisión. Los clientes de esos servicios así lo avalan, porque, es evidente que, al final, lo que importa son los resultados. Es por ello que, conseguir regenerar la piel en tiempo récord, sin dolor y con una implementación que se puede reforzar en casa es una meta que con Fhos se alcanza con seguridad. De ahí que crezcan, cada día, las personas que se interesan por la bioluminiscencia para sentirse más jóvenes, sanas y atractivas.

• Introducción de las esferas biolominiscentes en la piel: se hace en forma de crema o pomada que se aplica sobre la superficie de piel que se va a tratar. Cada una de esas partículas encapsula una gran cantidad de componentes activos que ayudarán a mejorar el aspecto de la piel. El hecho de que tengan poco peso sus moléculas hace que la piel las absorba con mucha facilidad.

• Activación directa a través de la corriente lumínica: en este segundo paso lo que se consigue es que las partículas se repartan de forma uniforme dentro de las capas de piel y que actúen de forma homogénea. La corriente lumínica de Fhos es completamente inofensiva para la piel y no la quema. Sin embargo, si ayuda a vectorizar en las capas más profundas esas partículas con los nutrientes adecuados.

• Hacer que implosionen las esferas bioluminiscentes: este es el momento en el que dotan a las células de la piel aquellos principios y nutrientes a través de los cuales la regeneran.

Está comprobado que, en sesiones de un cuarto de hora la piel ya presenta una mejoría notable.

La luz natural es una aliada

Es otra de las razones que lleva a pensar en las bondades de este tipo de tratamientos. También es otro factor que posiciona a Fhos como una de las empresas de fabricación de aparatología estética más comprometida con el bienestar de sus usuarios.

El propio hecho de que la luz sea uno de los motores de estimulación permite que cuando se aplica este tratamiento en las cabinas de las clínicas, una vez finalizado, también la propia luz natural siga siendo un agente dinamizador y de mejora. A eso, hay que añadir que a los pacientes que se aplican este tipo de tratamiento se les recomienda seguir en casa con él. Lo hacen con los productos cosméticos de alta gama de Fhos y con una máscara led que sigue estimulando la piel de forma segura.

En definitiva, Fhos consigue resultados increíbles, en tiempo récord y sin ningún tipo de consecuencia negativa para aquellas personas que se someten a sus tratamientos.