6 accesorios imprescindibles para tu moto
La afición a las motos ha conseguido crear en torno a sí toda una cultura popular, alimentada por películas como Hell’s Angels o series de televisión como Sons of Anarchy. Los moteros (que no simples motoristas) han hecho de tal afición un estilo de vida, en la que el club o asociación conforman un pilar indispensable.
Pero no hace falta llevar una chupa de cuero con un parche identificativo, vaqueros y botas para disfrutar un paseo en moto. No hace falta encajar por completo en el mundo del biker, incluyendo lo de ser un rebelde sin causa, para disfrutar de lo que una moto ofrece: kilómetros de carretera, excursiones a ninguna parte, la sensación de velocidad y libertad…
Es habitual, sin embargo, que después de la compra de una moto se quieran cambiar algunos accesorios para mejorarla, o incorporar piezas indispensables para cubrir necesidades, y hacer de cualquier trayecto una jornada más que satisfactoria.
Los accesorios para moto, de marcas como Puig o Sw-Motech, es precisamente lo que se puede encontrar en una tienda online como la de Nilmoto, que tiene de todo.
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Cúpula y parabrisas
La cúpula y parabrisas para moto cumplen con una función protectora evidente contra el viento y otros obstáculos que el motorista pueda encontrar en la carretera, pero puede que la que venga incorporada en la moto no se considera suficiente o sufra algún deterioro que hace necesario su recambio. Pero no todo se reduce a una búsqueda somera de “cúpula moto” o “parabrisas moto”.
Para cumplir bien con su función, sus especificidades deben ir acordes con el modelo y año de fabricación de la moto. Si además se desea que ofrezca un resultado perfecto, como explican desde Nil Moto, deberá presentar un buen nivel de adaptación, así como las prestaciones de seguridad y estabilidad que se exigen en este caso.
Esto, claro, requiere un ingente trabajo de diseño, investigación y desarrollo, a lo que se dedican fabricantes de primer nivel que juntan la técnica con la estética, en su máxima expresión.
Baúl para moto
El baúl para moto, otro de los imprescindibles de quienes están acostumbrados a hacer trayectos largos y no renuncian a ir con su moto. Es más, posiblemente, el destino no sea más que la excusa que justifica lo que realmente se desea: hacer el trayecto. Sea como sea, marcas como Givi o Shad ofrecen buenas soluciones.
Con este accesorio, el motorista puede olvidarse de los problemas de transporte e equipaje que, lógicamente, tienen más incidencia en el caso de una moto por las limitaciones de espacio. El baúl amplia las posibilidades.
El mercado incluye opciones de tipo monolock (espacio extra de hasta 10 kilos) o monokey (más pequeñas), traseros, estándar, de aluminio y, en definitiva, de capacidades y diseños variados.
Escapes Arrow
Los escapes Arrow para moto, también objeto de deseo de muchos aficionados. Puede que los principiantes no presenten atención a este detalle pero, según vaya creciendo su experiencia, observará que los escapes de origen no suelen ir en consonancia con el potencial de la moto, que se desaprovecha. Para optimizar, muchos eligen marcas como Arrow o Leovince.
Además de aprovechar ese potencial, el nuevo tubo de escape conseguirá que la moto gane en estética. Se puede sumar a otras ventajas si se escogen los accesorios adecuados para escapes, entre silenciadores, colas, colectores y otros.
El antirrobo
Aumentar la sensación de seguridad hará también que aumente la de libertad, hacer cosas como bajar a darse un refrescante baño en una cala escondida pudiendo dejar la moto a bastante distancia. Aun sabiendo que los amigos de lo ajeno están siempre al acecho.
El antirrobo también funciona como elemento disuasorio, pues traslada la idea (acertada) de que será muy difícil hacerse con ese vehículo en el que se ha depositado interés.
Los antirrobos suelen estar hechos en metal, un material resistente y duradero. Pueden incorporar también sensor de movimiento, por lo que alguien se toca la moto, se activará una alarma en forma de alerta, con pitidos cortos.
El GPS
Pocos aceptan hoy día a situarse en la carretera sin un dispositivo que les indique cómo llegar a su destino, a no ser que quieran perderse o andar parando para preguntar. El GPS se considera indispensable cuando el destino es nuevo o el camino aún no se conoce bien, pero su uso necesitará una barra soporte.
Este se suele colocar en el manillar y está fabricado para resistir vibración, con su correspondiente amortiguación. Cada cual está pensada para manillares de tubo con un grosor específico, como 22 mm., y el kit en el que se vende poseen todos los componentes e instrucciones para su fácil instalación, es decir, el mismo soporte y el material de fijación.
Al comprarlo, hay que asegurarse de que le vaya bien al manillar y al dispositivo que irá sobre él, sea un navegador GPS tipo o un smartphone. Si se trata de uno pensado para el coche, lo recomendable es fijar una funda impermeable de GPS a la placa base, según cuál sea el soporte escogido.
Intercomunicadores
La buena comunicación es importante cuando se viaja en grupo, pero en la moto resulta difícil tener una conversación fluida incluso con el pasajero. Por supuesto, la ralentización de la velocidad en la carretera para ponerse a la altura del compañero y hacerle cualquier comentario, pone en peligro la seguridad propia y la de otros usuarios.
Un intercomunicador evita las molestas separaciones del grupo, y permite que quienes viajan juntos puedan comunicar su posición, cualquier incidencia en la carretera, un cambio de rumbo o una información importante a la que ha tenido acceso alguien.
Incluso el intercomunicador más económico del mercado incorpora la última tecnología, permiten conversaciones simultáneas bluetooth o radio entre varias personas, a 400 metros más o menos, según el modelo.
Tal tecnología ofrece muchas opciones de conectividad, al teléfono móvil, GPS o cualquier otro dispositivo, proporcionando un sonido claro y natural por más de 8 horas en conversación o sietes días, si está en standby. Además suelen presentar una resistencia aceptable al agua y a la lluvia.
