Autoescuelas seguras: nuevos paradigmas de enseñanza en clases de manejo
Según encuestas en grandes ciudades, un 65% de los conductores de automóviles reconocen que realizan maniobras factibles de provocar accidentes.
Las aceleradas dinámicas que exige la vida contemporánea enfrentan a las personas a un ritmo en el cual el tiempo parece no alcanzar. Entre el horario de trabajo, las actividades familiares y demás compromisos, acelerar la vida puede convertirse en costumbre. Sin embargo, apresurar resulta una práctica peligrosa cuando se está frente al volante.
Numerosas campañas buscan concientizar sobre la responsabilidad que implica conducir un automotor pero este método parece estar sufriendo una baja en su impacto. Frente a esta realidad nace la iniciativa de las autoescuelas seguras. Una propuesta innovadora que cada vez está cobrando mayor auge ante las alarmantes cifras de decesos por accidentes de tránsito.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1,25 millones de personas mueren anualmente por colisión o atropello que, en su mayoría, son provocados por errores humanos. Por su parte, la asociación civil argentina “Luchemos por la Vida” reportó la cifra de 7.213 descensos durante el año 2017, y de este número sólo 2.172 se registraron en la ciudad de Buenos Aires.
Para contrarrestar estos números tan alarmante la consideración es que: si el ritmo de vida que se nos exige ha cambiado vertiginosamente, los paradigmas de enseñanza también deben modificarse. A partir de allí se justifica el éxito que están teniendo las autoescuelas: centros especializados en la capacitación para aprender a conducir un automóvil.
Como estrategia estos establecimientos están incursionando en un nuevo paradigma de enseñanza: el manejo defensivo. Si nunca habías escuchado sobre esto y considerabas que manejar es sólo cuestión de práctica acá exponemos algunas aclaratorias sobre el tema.
El manejo defensivo consiste en una serie técnicas y procedimientos teórico-prácticos que un automovilista debe saber y poder ejecutar a la hora de conducir. La finalidad es formar conductores responsables que sepan cómo reaccionar ante cualquier incidente que se presente en la vía y evitar colisiones, vuelcos y atropellos.
Con más de 25 años de experiencia empresas como One Autoescuela se encargan de la enseñanza a través del manejo defensivo. Sus sucursales en Buenos Aires y la Capital Federal se dedican a la formación conductores responsables ante las críticas estadísticas de accidentes viales.
Contenido
Técnicas de manejo impulsadas por autoescuelas de manejo seguras
Los tiempos en los que un familiar o amigo nos mostraban cómo manejar han quedado atrás. En la actualidad, el uso de autoescuelas está en boga ya que estos centros especializados no sólo se dedican a instruir al principiante sobre sus actitudes al manejar, sino que toman en consideración la falta de habilidades y conocimientos que puedan tener los otros conductores.
Sobre el razonamiento de la importancia que tiene tanto las habilidades de quien maneja como su consideración respecto a las maniobras que realizan los demás conductores, se establecen tres aspectos claves que han sido impulsados por las autoescuelas en la enseñanza de manejo defensivo. Estos aspectos son:
- Saber detectar: al conducir la persona debe ser capaz de identificar potenciales peligros antes de que estos ocurran. En este punto interviene de forma directa la interacción que se establece con los demás usuarios de una vía, no sólo conductores sino también peatones. Movimientos extraños o imprevistos de parte del automóvil que vaya delante de nosotros, nos alerta de una situación atípica y nos predispone a una actitud de alerta.
- Saber planear una maniobra: una vez el conductor se encuentra en una situación de riesgo es importante que pueda controlar las emociones para tomar la decisión pertinente en cuanto a la maniobra a realizar ante el peligro que se le presente. Ya sea frenar o cambiar de carril, resulta indispensable que quien conduzca pueda pensar con cabeza fría la decisión a tomar.
- Actuar: esta clave entra en juego en el momento en que el peligro se concreta, por lo cual el factor tiempo es determinante. El conductor capacitado mediante el manejo defensivo es capaz de actuar de manera correcta y oportuna, ya que ha recibido las herramientas prácticas y teóricas que le permitan mantener el autodominio frente a la situación que se le presente.
Sobre estas técnicas reposa el sentido del manejo defensivo, de allí que sean impulsadas con el fin de prevenir los accidentes de tránsito. Ante esto, salta a la vista la importancia de un correcto asesoramiento en el momento de aprender a conducir un automóvil. Mas que tomarlo como algo indispensable, conducir conlleva a una responsabilidad y sobre esta premisa reposa el sentido de las autoescuelas.
La pedagogía de la autoescuela: garantía de aprendizaje
En respuesta a la responsabilidad que supone manejar un automotor, las autoescuelas se plantean una dinámica de aprendizaje que sea favorable y a su vez abierta al principiante y a las necesidades que cada uno presente. Recordemos que el objetivo de estos establecimientos es capacitar a conductores responsables, sin restringir o coartar la motivación de la persona interesada en aprender a manejar. Por esta razón, la pedagogía está estructurada en módulos tanto teóricos como prácticos.
El componente teórico se basa en la enseñanza a través de un manual de conducción con información sobre cómo conducir de forma preventiva, la responsabilidad que esto implica, las señales de tránsito, entre otros aspectos relevantes. De igual manera, contempla una serie de sugerencias para saber cómo actuar frente a situaciones de emergencias (falla en los frenos, incendio del vehículo, una colisión, entre otros imprevistos).
Otra ventaja de la enseñanza a través de las autoescuelas es que dentro del módulo teórico también se contempla modelos y recomendaciones sobre las pruebas para obtener el permiso de conducir. En la ciudad de Buenos Aires, en particular en los barrios de Palermo, Belgrano, Núñez y Villa Urquiza existen academias de manejo seguras como por ejemplo BN Autoescuela que ponen a disposición de sus estudiantes simulacros de pruebas con las preguntas teóricas necesarias para el registro de conducir, una gran ventaja para cualquier conductor.
Aunado al complemento teórico se imparten las clases prácticas. De todo el proceso, este puede ser el momento más emocionante y, a su vez, crucial para el conductor. Estar frente al volante a veces implica un alto nivel de estrés para quien está iniciando, de allí la importancia de recibir la orientación adecuada y contar con un instructor capacitado.
Así como hablar un idioma no nos califica como educadores en lenguas, el hecho de que una persona maneje un automóvil no implica que tenga la capacidad de enseñar a otro a conducir. Este es un error común frente al que se intenta concientizar a través del manejo defensivo.
Las clases son impartidas por especialistas capacitados que saben cómo transmitirle al aprendiz la seguridad necesaria para controlar sus emociones esa primera vez que se encuentra frente al volante. El acompañamiento del instructor asegura que se establezcan rutas adecuadas para la práctica así como consejos y tips a tener en cuenta para ese momento en el que la persona esté lista y salga a conducir en la ciudad.
¿Cómo repercute en la enseñanza el factor emocional del conductor?
Conducir representar un remolino de emociones para el principiante. Estar a cargo del volante puede generar una reacción nerviosa y una actitud pasiva o, por el contrario, tomar una postura temeraria. Aunque distintas, ambas reacciones reflejan la cantidad de ansiedad acumulada en el momento de manejar.
El autocontrol es una de las habilidades a desarrollar durante el aprendizaje de manejo defensivo. En las autoescuelas, el instructor se encarga de orientar y brindar la confianza a quien conduce para que pueda reaccionar de forma razonable en la carretera.
Aprender a conducir a través del sistema de manejo defensivo otorga mayor seguridad a quienes aún no cruzan la barrera del temor. Para esto, algunas Autoescuelas ofrecen la posibilidad de una clase de prueba sin costo alguno. La intención es facilitarle al aprendiz una forma cómoda y segura que permita la pérdida de la timidez al manejar.
Un secreto a voces es que no sólo un conductor aprendiz es susceptible a sufrir de estrés frente al volante ¿quién no se ha estresado manejando un coche? Incluso, aquellos que se consideran conductores expertos se ven indefensos ante factores externos que generan un alto nivel de tensión. El mal estado de la vía, el gran flujo vehicular, problemas con el automóvil o las condiciones ambientales pueden acumular grandes grados de ansiedad y enfrentar al conductor a situaciones inesperadas que produzcan potenciales peligros.
Hay que considerar que según datos ofrecidos por la Organización Mundial para la salud (OMS) la primera causa de accidentes de tránsito deriva de errores cometidos por los conductores. El manejar contra reloj en ciudades con alto flujo vehicular puede producir el grado de ansiedad necesario para que un automovilista realice alguna maniobra peligrosa que concluya en una colisión.
Frente a esta realidad se revela la importancia del autodominio como una de las habilidades a desarrollar en las autoescuelas de manejo, que buscan principalmente capacitar a conductores responsables. Para esto, durante el proceso de aprendizaje y la adquisición del autocontrol, en Buenos Aires la academia BN Autoescuela ofrece circuitos de prácticas privados para sus usuarios, en aras de hacerlos sentir mayor seguridad en ese primer momento en el que son responsables del volante.
El trato amable y respetuoso que dan los instructores en las autoescuelas motiva a quien conduce y aumenta su capacidad de autodominio, en la medida en que la persona siente la confianza y el respaldo en esa actividad que está aprendiendo. Otro aspecto del cual son conscientes los instructores es que así como el factor emocional influye en el aprendizaje la edad y género también entran en juego, por lo que el trato amable se adapta a cada estudiante.
Novatos al volante
Entre la locura del tráfico de la ciudad y las responsabilidades que exige el mundo, son cada vez más personas que se lanzan a la aventura de conducir. Llevar el volante es tomar a su vez el control de tu vida, y los tiempos de espera porque alguien pase a buscarte han terminado. Es así como se comporta la sociedad moderna.
El miedo a manejar es más común de lo que podría pensarse ¿quién no lo ha sentido alguna vez en una noche de lluvia, una vía solitaria o en las ciudades más congestionadas? Mayor aún es la inseguridad que surge al pensar qué hacer ante alguna falla del auto. Quizás, el desconocimiento del vehículo sea la principal razón por la cual los novatos puedan sentirse inseguros a la hora de conducir, pero ¡calma! Tampoco los conductores experimentados nacieron aprendidos.
En las autoescuelas de manejo son conscientes de la importancia que tiene el conocimiento sobre el automóvil. En los cursos de manejo se estipula tanto la enseñanza de las partes del auto como los consejos y advertencias que resultan fundamentales para cada maniobra. Así que, ante el temor que pueda generar la idea de manejar, lo adecuado será hacerlo en centros capacitados.
Que esta idea de tomar clases no te alarme. Las autoescuelas de manejo defensivo, Autoescuela City es una de ellas, ofrecen clases de manejo que se adaptan a los conocimientos previos de cada alumno así como a sus habilidades. Además, sus dinámicas no sólo contemplan el poder proporcionar la seguridad y el aprendizaje sino crear experiencia de disfrute para sus conductores.
Apodérate del volante y cruzan la barrera del temor a través del aprendizaje en las autoescuelas seguras, una nueva forma de enseñanza que está reformando los paradigmas tradicionales.