Cómo obtener financiación para encarar la segunda oleada del COVID-19

El temor a una nueva oleada de coronavirus después del verano ha disparado el interés de los ciudadanos por los créditos. Los españoles quieren asegurarse tener liquidez ante una previsible crisis económica en el próximo otoño, que ya está a la vuelta de la esquina. Van a necesitar dinero para obtener bienes de consumo y para comenzar una nueva etapa en sus estudios, o para proseguir con los que ya había iniciado y continuaba durante el pasado curso.

Cómo obtener financiación para encarar la segunda oleada del COVID-19 se puede solventar si sabes cómo puedes tramitar un préstamo personal. El temor a un segundo confinamiento y el consiguiente parón de la economía, ocasionados por un rebrote de los contagios de coronavirus, han hecho crecer en más de un cincuenta por ciento los préstamos a particulares, autónomos y pymes y en más de un siete por ciento el uso de las tarjetas de crédito por parte de los ciudadanos particulares, según diversas informaciones referenciadas a datos del Banco de España, actualizados al mes de agosto de 2020.

Sobre cómo han crecido las búsquedas por Internet de información sobre ofertas de préstamos personales, no digamos: éstas han aumentado en un cuarenta y seis por ciento para los créditos a particulares; en un diez por ciento para ayudas y becas a los estudios y a qué prestamos puede acceder un estudiante, y en un once por ciento las búsquedas acerca de créditos al consumo, según estadísticas muy recientes que maneja el buscador Bing de Microsoft, correspondientes a los meses de mayo, junio y julio de este año, superado el confinamiento de la pasada primavera, y que ha publicado en exclusiva la revista digital Business Insider España.

Préstamos personales: las barreras

Los españoles, emprendedores o no, buscan garantizarse unos niveles mínimos de liquidez, ante el temor de una nueva parálisis laboral, precariedad, escasez de bienes y servicios y encarecimiento general del coste de vida. Y las entidades financieras y grandes cadenas comerciales se encuentran ante el reto de alcanzar un difícil equilibrio entre la asunción de riesgos de morosidad por insolvencia de sus clientes y la concesión a estos de créditos al consumo, para incentivar y ayudar a mantener sus niveles de gastos, así como la concesión de préstamos personales destinados a cursar estudios.

Estas grandes cadenas comerciales y entidades financieras lanzan ofertas de créditos a tipos de interés en torno al catorce o el quince por ciento, y solicitan a los peticionarios de su financiación cumplir con unos requisitos que no siempre están a su alcance. Son como barreras que los establecimientos ponen porque quieren salvaguardarse de la morosidad y toman sus precauciones. No hay que discutirles este derecho. Pero hay que saber que existen fórmulas alternativas para encontrar la financiación más adecuada y ajustada a las necesidades particulares de cada persona.

Obtener financiación

Préstamos al estudio

Por ejemplo, a los bancos les cuesta conceder un préstamo para el estudio a personas jóvenes porque éstas no tienen el nivel de ingresos necesario para devolver la financiación en cuotas o porque no tienen estabilidad laboral. Para las entidades financieras, la juventud es un inconveniente.

Sin embargo, hay empresas proveedoras de préstamos para estudiantes. Estos préstamos están diseñados para financiar estudios y másteres de todo tipo, e incluso el alojamiento si es necesario. Estos proveedores de préstamos suelen operar exclusivamente online y piden pocos requisitos a los estudiantes, que pueden conseguir líneas de financiación de hasta cinco mil euros a devolver en un máximo de 48 meses.

Préstamos personales: a la búsqueda del dinero contante y sonante

Existen servicios que buscan y comparan las mejores ofertas de financiación del mercado, en lo que respecta a préstamos personales y de estudios. En estos buscadores y comparadores financieros se encuentran con facilidad préstamos a la medida de cada necesidad, que exigen muy pocos requisitos al peticionario y que dan una rápida respuesta en el proceso de la aprobación de cada préstamo.

Por lo general, los préstamos personales (a diferencia de los de estudios) son de baja cuantía, que se conceden de manera rápida y con facilidades de pago. Y son “de baja cuantía” porque la filosofía de estos proveedores de préstamos es poder ser útiles a los usuarios que atraviesan unos momentos puntuales de apuros. Los buscadores y comparadores de estos préstamos consideran que no es aconsejable “tapar un agujero creando otro”.

Los proveedores de préstamos no son bancos, sino empresas que prestan dinero. El coste de sus préstamos (o sea, los intereses que cobran por el préstamo) suele ser más alto que el que establece una entidad bancaria. Pero tienen la ventaja de que pueden prestar el dinero de inmediato, con muy pocos requisitos e, incluso, aún y figurando en ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), o cualquier tipo de “fichero de morosos”.

Requisitos para los préstamos

La mayoría de los préstamos rápidos, para consumo o para estudios, se pueden obtener al cumplir estos requisitos: ser mayor de dieciocho años; ser ciudadano español y tener el carnet de identidad (DNI) vigente; ser titular de una cuenta bancaria propia en un banco español y ser titular de una línea de teléfono móvil.

Existen multitud de proveedores de préstamos, que por lo general operan a través de una página web. Cada proveedor maneja préstamos de diferente cuantía, plazos de devolución y tipos de interés.

Muchos de estos proveedores de préstamos ofrecen promociones especiales, como por ejemplo no cobrar intereses en el primer préstamo, y otros pueden ir aumentando la cantidad de dinero a prestar o el plazo de devolución conforme a que la experiencia del préstamo anterior haya sido positiva.

En definitiva, el mejor proveedor de préstamos es el que se adapta mejor a lo que el peticionario de financiación necesita.

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