¿Sabes cómo se realiza el mantenimiento correcto de una bicicleta?
Cada día, 2,5 millones de españoles se desplazan sobre dos ruedas para acudir a sus trabajos, ir al colegio o simplemente para dar un paseo, hacer ejercicio o disfrutar del aire libre.
Para muchos, la bici es su medio de transporte, y la cuidan y miman como si fuera parte de la familia. No la dejan apoyada en la pared, o tirada en el suelo, sino que utilizan un soporte bicicleta para tenerla siempre a punto.
Aunque parece que todos los propietarios quieren mantener sus bicicletas como nuevas, la tendencia general es no mantener o cuidar de la bici a los pocos meses o años de compra.
Para asegurar unos paseos felices y poder hacer muchos kilómetros en la bicicleta, hay que llevar a cabo una rutina de mantenimiento utilizando buenos productos de limpieza y lubricación.
¿Cómo se realiza un mantenimiento correcto de la bicicleta?
Contenido
Hacer un chequeo previo
Antes de aventurarse a cualquier viaje por carretera o montaña, siempre hay que realizar un chequeo básico para comprobar que todo funciona correctamente. Este chequeo revelará cualquier problema, antes de que se convierta en un peligro para la seguridad.
Los elementos esenciales a inspeccionar son: ruedas, frenos y cadena.
Ambas ruedas deben estar infladas a una presión óptima para que no se pinchen. Esta cifra dependerá de si son bicicletas de carretera o de montaña, y de cada modelo; pero en una bici de carretera, esta presión generalmente viene especificada en la pared lateral del neumático.
Hay que inspeccionar si tienen algún corte o pinchazo en la cubierta, y aprovechar la oportunidad para comprobar si las dos válvulas están bien apretadas.
Comprueba la cadena y todos los engranajes. Mantener la cadena lubricada y limpia, garantizará que la bicicleta se desplace más fácilmente y que el tren de transmisión dure más.
El elemento más importante son los frenos. Las pastillas de freno deben estar dentro de un límite seguro, y sin sufrir mucho desgaste. También hay que comprobar que las palancas delanteras y traseras están en una posición adecuada, y apretarlas para que los frenos se enganchen correctamente y sin problemas.
La mayoría de estos ajustes se pueden realizar con una sencilla multiherramienta para bicicletas.
Comprobar los pernos de todas las piezas
Todos los componentes de una bicicleta están unidos mediante tuercas y pernos, por eso es importante vigilar regularmente que todas las piezas estén bien apretadas, porque de no ser así, puede desembocar en un desgaste grave, causar un rendimiento deficiente y exponernos a un peligro.
Al apretar los pernos, hay que consultar el manual de instrucciones para obtener las pautas específicas de cómo hacerlo, pues apretar demasiado puede provocar daños o fallos en los componentes.
Lubricar las piezas
Es importante planificar y realizar una lubricación regular (mensual, semanal o más a menudo, dependiendo del uso que demos a la bicicleta). Para hacerlo más cómodamente, podemos apoyar la bici en un soporte que la mantenga en alto.
Mantener todas las piezas de la bicicleta correctamente limpias y lubricadas, es crucial para obtener un rendimiento óptimo. La lubricación protege las partes móviles del desgaste excesivo, causado por la fricción, y ayuda a evitar la oxidación y la corrosión.
Pero con cuidado. Un exceso de lubricación puede conducir a un rendimiento deficiente y puede dañar ciertos componentes. Un exceso de lubricante siempre debe limpiarse cuidadosamente antes de utilizar la bicicleta.
Recuerda que, al lubricar varias piezas a la vez, hay que aplicar y limpiar el exceso en el mismo orden, para que todas las piezas tengan la misma lubricación.
Es importante lubricar correctamente la cadena, para ayuda a alargar la vida de la transmisión. Para ello, hay que aplicar un lubricante específico para bicicletas.
Hay dos tipos de lubricante: líquido o seco
El lubricante líquido es el mejor cuando vamos a andar en suelos mojados, ya que se adhiere fuertemente a la transmisión, y es menos probable que se disuelva con la lluvia. Dicho esto, la suciedad y la arena también se adhieren más fácilmente, así que es importante limpiar el exceso de lubricante.
El lubricante seco es perfecto en un ambiente seco. La suciedad y la arena se pegan menos al lubricante seco, pero se disuelve más fácilmente cuando hay lluvia.
En general, hay que lubricar la cadena siempre que chirría o parezca seca. Engrasarla después de utilizarla bajo la lluvia también evitará que se oxide.
También hay que lubricar las palancas y los cables de freno y cambio para mantenerlos funcionando correctamente.
Limpiar la bicicleta
Por otra parte, también es necesaria una limpieza de la mayoría de los componentes que son propensos a ensuciarse. Esta limpieza se puede realizar con un trapo húmedo o seco.
Hay que limpiar el cassette trasero, frotándolo con cepillo y desengrasador mientras se giran los pedales. Si hay mucha suciedad acumulada, utiliza hilo dental entre los engranajes.
Otros componentes, como el tren de transmisión, requieren un cepillado ocasional, fregado y lubricación.