Los mejores consejos para tener una piel radiante
Tener una piel suave, saludable y de aspecto radiante implica una serie de acciones a tener en cuenta que involucran, entre otras cosas, una buena alimentación y una rutina de cuidados acorde a las necesidades de cada tipo de piel. La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, además de ser la más expuesta al daño directo del sol, la contaminación ambiental y otros factores de riesgo.
A pesar de que nos concentramos en el aspecto estético, su función protectora contra los agentes externos debería ser la razón principal por la cual decidirse a dedicarle tiempo y dinero al cuidado de la piel. Nuestro trabajo es conocer las necesidades de la piel y ofrecer una rutina de cuidado diario que garantice su nutrición, hidratación y la mejora de su aspecto.
A continuación, seleccionamos 10 consejos que te ayudarán a mantener una piel radiante y saludable en todo momento.
Contenido
Utilizar productos específicos para tu tipo de piel
Lo primero será identificar tu tipo de piel y, en función a este dato, elegir los productos realmente necesarios para el cuidado diario. Líneas como Germaine de Capuccini disponen de productos de hidratación intensiva para todos los tipos de piel, e incluso productos específicos para la piel masculina con características particulares.
Alimentación saludable
Nuestra alimentación tiene un papel fundamental en la salud de la piel. Es preciso asegurar que los alimentos ingeridos posean la cantidad adecuada de micronutrientes con la capacidad de prevenir afecciones y cualquier señal de envejecimiento prematuro. Deberíamos dar preferencia a las frutas, legumbres, vegetales y frutos frescos por sobre cualquier producto de origen industrial.
Utiliza protector solar
Exponerse en exceso a la radiación UV es uno de los principales factores de daño sobre la piel, con la capacidad de ocasionar envejecimiento prematuro, flacidez, aparición de manchas e, incluso, desarrollo de enfermedades de la piel. Es necesario utilizar protector solar todos los días, incluso durante el invierno y los días nublados, para reducir el impacto de los rayos ultravioleta.
Desarrollar una rutina de limpieza
La limpieza diaria es importante para la piel, pues le ayuda a deshacerse de las toxinas acumuladas y la suciedad, incluso aquellas que están presentes pero pasan desapercibidas. Además, ayudará a deshacerse de rastros de maquillaje que obstruyen los poros y pueden incidir en la aparición de acné, generando posteriores manchas, cicatrices e imperfecciones.
Dormir bien
El descanso nocturno es esencial para que una piel luzca radiante. Existe una relación directa entre la calidad del sueño nocturno y el aspecto de la piel, siendo la falta de sueño una de las causas que incrementa la aparición de signos de envejecimiento. Para garantizar que la piel luzca siempre saludable, procura dormir una media de unas 7 horas y media cada día, especialmente durante la noche.
Evita fumar y tomar alcohol
El tabaquismo y el alcoholismo son dos causantes de deterioro de la piel, alterando su apariencia. Fumar causa que la piel luzca opaca y reseca, deteriorándose de forma prematura y no respondiendo bien a tratamientos cosméticos como cremas hidratantes. Es necesario alejarse de los malos hábitos y evitar el consumo de ciertas sustancias como el alcohol.
Mantener una hidratación adecuada
La hidratación es otro de los elementos necesarios para conseguir una piel más saludable. La hidratación cutánea depende del consumo de líquidos a través de la alimentación, así como el aporte adicional de agentes hidratantes que penetren las diferentes capas de la piel, como serían las cremas, los serums y otros compuestos.
Reduce el estrés
Atravesar frecuentemente por situaciones estresantes a nivel personal y/o laboral puede reflejarse en la condición de la piel, incluso desencadenando brotes de acné, piel rosácea y otros problemas. La recomendación es mantener una rutina lo menos estresante posible y, de ser imposible, aprender técnicas de relajación y gestión emocional con las cuales disminuir los efectos del estrés.
Realizar deporte
Cuando se practica algún deporte o actividad física, el organismo segrega diferentes hormonas que favorecen la elasticidad de la piel. También incrementa la producción de oxígeno, con lo cual se logra que los nutrientes lleguen con mayor facilidad hacia la piel y otros tejidos, haciendo que el aspecto general mejore.
No frotes la piel en exceso
Después de la ducha o tu rutina de cuidado de la piel del rostro, tendrás que evitar frotar la piel de manera agresiva con la toalla. Para la piel del rostro elige una toalla suave y sécala con movimientos delicados, evitando causar daños sobre las capas superiores que puedan terminar en arrugas.