EL trueque llega al mundo del motor
La simbiosis entre modernidad y crisis económica que estamos viviendo ha hecho posible que el sistema más avanzado del mundo para la comunicación, internet, y el más antiguo, el trueque, se hayan unido para conseguir los productos que deseamos, anhelamos o necesitamos sin la necesidad de hacer un desembolso de dinero que, en la mayoría de los casos, por otra parte, en la actualidad, no es posible.
Es así como el trueque, que había permanecido durante décadas exiliado en el olvido, es una de las opciones más barajadas hoy día en la red y que consiste simplemente en cambiar objetos que no necesitamos o a los que no le damos uso, por otros que nos resultan más útiles, tal como hicieran nuestros antepasados durante siglos, pero con un toque más moderno. Gracias a la red global, y las agencias de transporte, además, no existen las limitaciones geográficas.
El objetivo de todos estos usuarios de páginas de intercambio, que están ganando cada vez más adeptos, es sacar el mayor partido a aquello de lo que se disponen, pero no necesitan, y conseguir lo que realmente les hace falta y no pueden comprar o, simplemente, prefieren ahorrarse ese gasto para destinar el dinero a otro fin.
La crisis económica ha impulsado todo tipo de trueques incluidos los trueques de coches en el sector automovilístico como una nueva fórmula para cambiar de coche entre particulares, a la que recurren aquellos muchos conductores que no tienen la liquidez suficiente para comprar un vehículo, pero sí disponen de uno que pueden intercambiar por otro que se adapte mejor a sus nuevas necesidades.
Además, hay algunos adeptos que se están convirtiendo en auténticos profesionales de los cambios de coches y que, gracias a dos o tres intercambios, consiguen un vehículo muy superior al que tenían en un principio. Es el caso de Juan, de Madrid, que empezó a realizar intercambios partiendo de un Volkswagen Golf y acabó con un BMW, justo el coche que quería pero que no se podía permitir.
En este sentido, el único coste que se tiene que asumir y que genera el trueque de coches es el correspondiente al cambio de titularidad. La recomendación desde haztruequing.com, la web especializada en este tema, a quienes quieran optar por esta fórmula es que pierdan el miedo al trato y que actúen siempre con honestidad, realismo y flexibilidad.
Debemos tener presente que esta posibilidad de intercambio de coches ya se venía realizando desde hace tiempo entre los coleccionistas de modelos clásicos y ahora, este mercado con la ayuda de internet, busca nuevas salidas para satisfacer nuevas necesidades, donde el único dinero que hay que poner es el de pasar la titularidad del vehículo a nombre del nuevo propietario.
¿Qué ventajas tiene el trueque?
Son unos sencillos pasos los que hay que seguir para que el trueque de automóviles sea una operación ventajosa. En primer lugar, hacer caso al consejo de truequing.com y perder el miedo al trato y colocar un anuncio con lo que se necesita y con lo que se ofrece, para empezar.
Así de sencillo, el mundo es amplio y grande y la demanda muy alta en este nuevo campo de hacer negocios, sin que el dinero sea el valor fundamental de la transacción.
Aunque el tema económico recupera cierta importancia, cuando el desequilibrio entre un vehículo y otro es demasiado elevado. Se aconseja, al entrar en este tipo de tratos, ser flexible en las posibles operaciones, ya que no siempre se puede acertar con lo que se está buscando, pero, sí acercarse lo suficiente, lo que ofrece la oportunidad de considerar el intercambio.
La primera ventaja que viene en nuestro auxilio al aceptar este tipo de trueque es el ahorro de tiempo que te permite, pues ya no tendrás que poner en venta tu propio vehículo ni negociar su precio. Además, te ahorrarás algo de dinero al no tener que pagar el monto total de un vehículo de segunda mano, ni pagar las comisiones de los concesionarios, puesto que estas transacciones se realizan directamente entre los usuarios.
Otra de las ventajas viene dada en el caso de que busquemos vehículos más específicos, pues siempre será más fácil encontrar a alguien que quiera hacer un trueque que un comprador. Está demostrado que esta práctica siempre ha tenido un gran éxito en mercados de nicho, por ejemplo, cuando tratamos con vehículos de coleccionistas.