Ventajas de usar un pulsómetro para entrenar
Además de ser cada vez más fácil de conseguir, el pulsómetro es un gran aliado para mejorar el rendimiento y cuidar la salud.
El uso de pulsómetros no es una novedad. En realidad, se trata de dispositivos que se llevan utilizando en la alta competición desde hace décadas. Sin embargo, gracias a la tecnología hoy podemos encontrar modelos asequibles y cómodos. Lo que ha llevado a que cualquier deportista pueda contar con uno para mejorar su entrenamiento. Veamos cuáles son algunos de sus beneficios y cómo aprovecharlos lo mejor posible.
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Conocer la frecuencia cardíaca
Especialmente cuando se realizan ejercicios aeróbicos, saber cuál es la frecuencia de nuestros latidos es fundamental. ¿Por qué? Porque de este modo sabremos cuál es la condición en la que se encuentra nuestro cuerpo. Si nos estamos esforzando demasiado, será necesario que paremos y descansemos, ya que un exceso de pulso puede causar daños en nuestro corazón.
La función principal de un pulsómetro es, precisamente, la de medir nuestras pulsaciones. Aunque no es cuestión de estar mirando el monitor a cada paso, de este modo podemos comprobar cómo estamos y ver nuestros avances. Podremos preparar mejor cada sesión y saber que estamos cuidando de nuestra salud.
Encontrar los mejores lugares para entrenar
No todos los terrenos son iguales, ni nos sirven de la misma manera para mejorar nuestras rendimiento. Por eso, con un pulsómetro como el Garmin Forerunner 235, que cuenta con Gas entre otras de sus funciones, es posible conocer el sitio en el que nos encontramos, y pasar si queremos a una zona con mayor o menor exigencia física, según nos encontremos o la intensidad del entrenamiento que queremos realizar. Se puede ir mirando a la vez cómo son nuestros progresos y regular el entrenamiento sin dudas acerca de si es el adecuado o no.
Un poco de motivación cuando entrenas en solitario
Salir a hacer deporte solo es bastante desmotador. No es ninguna leyenda, ya que está más que demostrado. Se necesita una gran disciplina y luchar contra las ganas de quedarse en casa o volver enseguida. Llevar puesto un pulsómetro es el extra que hace falta para continuar con el entrenamiento. Según se van viendo los datos de cada sesión, se siente el impulso de salir de nuevo para mejorarlos. Es una forma de competir con alguien para tratar de batirlo, aunque en este caso el rival a batir somos nosotros mismos.
Saber cuántas calorías gastamos
Aunque el objetivo principal de hacer deporte no debe ser el de quemar calorías, sino el de mejorar nuestra salud, no se puede obviar que estos dispositivos también cuentan con esta función. Conocer el número de calorías que quemamos en cada entrenamiento puede servir para equilibrar nuestra alimentación, planificando nuestras comidas en función del desgaste físico real que tenemos a diario.
Saber cómo estamos progresando en nuestro estilo de vida
El pulsómetro almacena datos de todas nuestras sesiones. Lo que nos permite ver cuáles son nuestros progresos desde que empezamos a entrenar. También podemos ver cómo funciona cada sesión, y ajustarlas para no llevar nuestro cuerpo al límite todos los días, oye forma innecesaria. Algunos modelos incluso pueden medir la calidad del sueño, con lo que conseguimos un análisis integral de nuestro estado de forma.
Algo que también podemos hacer es marcarnos unos objetivos concretos cada día, y recibir un aviso cuando lo hemos logrado. O si llevamos mucho tiempo sin hacer deporte, y es evidente que nos hace falta movernos un poco para cuidar nuestra salud.
En definitiva, un pulsómetro es una excelente herramienta tanto si llevamos tiempo haciendo deporte como si acabamos de empezar.