¿Se puede vivir rodeado de estilo y calidad? En esta casa sí
Ubicada en La Moraleja, esta vivienda de 640 metros cuadrados protagoniza los sueños de cualquiera.
No hay nada como el hogar. Ese santuario al que volvemos cada día para descansar y desconectar todo lo posible del ajetreo del día, el lugar donde básicamente vivimos y construimos gran parte de nuestra vida. Tan importante es, que elegir el adecuado se convierte en una búsqueda que a muchos les requiere años de continuo cambio hasta dar con el lugar perfecto para lo que quieren y necesitan.
Porque, en realidad, una casa, un piso, un apartamento, el habitáculo donde decidimos asentarnos a vivir es un reflejo de nuestra forma de vida. Puede que se trate de algo que hacemos sin darnos cuenta, o que lo busquemos de manera premeditada; pero el cómo es nuestra casa cuenta a todo el mundo cómo somos nosotros, cómo vemos la vida y cómo vemos ese lugar que consideramos perfecto para vivir.
Los que viven en la gran capital de España tienen un buen abanico de posibilidades para elegir el tipo de vivienda que quieren, incluso los que tienen puesta la mirada en la capital como próximo destino. Hay quienes buscan algo sencillito, un sitio pequeño y acogedor que les sirva para descansar y hacer poco más; otros, al contrario, buscan también algo acogedor, pero prefieren hacerlo rodeados de calidad, estilo y grandes dimensiones, cosas que solo puede ofrecer una casa de lujo en Madrid.
Hacerse con una vivienda de este tipo no es algo accesible a todos; pero sí a quienes realmente se lo proponen, y quienes lo logran saben que realmente vale la pena. De todas las casas en venta en Madrid hemos querido echar un vistazo a una que se encuentra en La Moraleja, al norte de Madrid y dentro de Alcobendas. Registrada por Lucas Fox, una inmobiliaria especializada en ofrecer a sus clientes viviendas excepcionales, esta villa reúne todo lo que hace destacar a un hogar de cinco estrellas.
Un precioso hogar de 6 dormitorios que cuenta con piscina privada, ubicada en un hermoso jardín de 1.700 metros cuadrados, perfecto para disfrutar de las tardes de verano o de la brisa otoñal mientras se degusta un buen libro, o una mejor barbacoa. Se trata de una vivienda de corte mediterráneo recientemente reformada para adecuarse a los tiempos que corren, que derrocha estilo y clase por cada uno de los más de 600 metros cuadrados que la constituyen.
Y ya que hemos empezado por el jardín, lo mejor es seguir por la sala que está separada de él por una doble puerta corredera. El salón-comedor, la zona favorita de cualquier familia, tiene techos a doble altura, de unos 5,7 metros, guiados por vigas de madera vistas. Un material perfecto para acompañar el acabado general tanto de esta zona como del resto de la casa, vestida por tonos pastel en los que el contraste entre blancos, negros y marrones se convierte en el total protagonista. A destacar esa chimenea perfecta para los fríos inviernos, enfrentada a dos sofás en «L» tras los que se despliega una gran mesa donde reunir a todos para comer. Todo bañado por la luz que entra desde los ventanales superiores y una decoración que mezcla lo vintage de sus lámparas con las líneas sencillas del resto de muebles.
En la misma planta se encuentra una inmensa cocina donde dar rienda suelta a nuestras dotes culinarias. Completamente equipada y con una plataforma central donde tratar con los alimentos, cuenta con un estilo mucho más sencillo en el que el metal y el blanco mandan sobre el resto. Una curiosa contraposición al salón, mucho más cálido, con el que está comunicado.
La segunda planta, accesible desde un amplio recibidor que sigue las líneas de estilo de su salón, está reinada por una amplia sala de estar copada en su centro por un amplio sofá desde el que disfrutar de la televisión o de una charla con los demás. Desde aquí se puede acceder a cualquiera de los dormitorios o los 5 baños de los que dispone el hogar. Habitaciones donde el tamaño sí que importa, con los tonos pastel por vestido en el caso de la de los padres, marrones y rojos en la segunda de matrimonio y un remate colorido en la de los más pequeños.
Totalmente equipada, con la amplitud y la calidez por bandera y con un estilo tremendamente marcado, que grita mediterráneo a los cuatro vientos. Esta casa es perfecta para familias grandes, o incluso pequeñas que quieran disfrutar de un hogar donde el espacio sea el último de los problemas. Sí, estamos ante una vivienda de lujo; pero derrocha tanta clase y calidad por cualquiera de sus plantas, muebles o habitaciones, que es imposible caer rendidos a sus encantos.