¿Qué diferencias hay entre la diabetes tipo 1 y tipo 2?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por elevadas concentraciones de glucosa en sangre manifestadas de forma persistente. Se conocen fundamentalmente dos tipos de diabetes: Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) y Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), las cuales se diferencian por las causas que las originan, los síntomas y el tipo de tratamiento que requieren.

En el caso de la diabetes tipo 1, es el páncreas quien no produce la cantidad adecuada de insulina y esta deficiencia tiene una predisposición genética, siendo un padecimiento hereditario. Por su parte, la diabetes tipo 2, tiene como característica que el páncreas mantiene la producción de insulina, pero el cuerpo desarrolla resistencia a la hormona a causa del estilo de vida.

Además de lo anterior, existen otras diferencias sustanciales entre ambos tipos de diabetes, relacionadas con el origen y la forma de tratamiento que necesitan. Vamos a repasar las principales características de cada padecimiento para determinar los elementos que distinguen una de la otra.

Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1)

Esta puede perfectamente desarrollarse o manifestarse en adultos, pero la mayor incidencia se produce en la etapa infantil. Es provocada por el mismo sistema inmune del paciente, el cual provoca la muerte de las células beta pancreáticas, originando una deficiencia total en la producción de insulina. Es imposible prevenir la aparición de esta enfermedad.

Tiene causa hereditaria y es principalmente una enfermedad autoinmune, que puede ser activada por factores como virus, tóxicos y la alimentación, elementos capaces de desencadenar la respuesta autoinmune que lesiona las células beta del páncreas, haciendo que el organismo produzca anticuerpos que atacan estas células ya lesionadas, eliminándolas.

Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2)

Se trata de la forma más frecuente de la enfermedad y, por lo general, se manifiesta en personas mayores de cuarenta años o aquellos sujetos adolescentes o adultos jóvenes con problemas de obesidad. Se caracteriza por la imposibilidad del organismo de procesar la insulina y aprovecharla durante el metabolismo, hasta llegar al punto en que el páncreas deja de producir dicha hormona.

Con respecto a las causas, la diabetes tipo 2 también tiene un importante factor hereditario, ya que en la mayoría de los casos diagnosticados, los padres de la persona padecen la enfermedad. Sin embargo, se encuentra más relacionada con el estilo de vida y el patrón alimentario del paciente, confirmado por el hecho de que un 80% de los afectados suelen padecer algún grado de obesidad.

Diagnóstico y tratamiento

Por lo general, la mayor parte de las personas descubren la enfermedad de forma casual, en exámenes sanguíneos de rutina. Esto se debe a que en etapas iniciales del padecimiento no se suelen presentar síntomas graves, aún cuando la glucosa en sangre viene siendo elevada durante años. La fatiga, pérdida de peso y ganas frecuentes de orinar son síntomas característicos.

En cuanto al tratamiento, es necesario un cambio en el estilo de vida y un control estricto de la glucemia capilar, la cual debería mantenerse en < 120mg/dl estando en ayunas y < 140mg/dl dos horas después de las comidas. Existen antidiabéticos orales como Metformina y Pioglitazona, los cuales se prueban para controlar el padecimiento antes de recurrir a las inyecciones de insulina.

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