Diferencias entre la inseminación artificial y la fecundación in vitro

La reproducción asistida se compone de un conjunto de técnicas y tratamientos médicos que tienen como objetivo favorecer el embarazo en pacientes que manifiestan problemas de fertilidad, tanto femeninos como masculinos. Algunas de las técnicas de reproducción asistida más utilizadas son la inseminación artificial y la fecundación in vitro.

Aquí presentamos una comparación entre las características de ambas técnicas, de forma que sea posible resolver algunas dudas comunes y entender mejor las diferencias. Entra en MiFertilidad para conocer más detalles sobre cada procedimiento y tomar la decisión más acertada de la mano de especialistas en fertilidad.

¿Qué es la inseminación artificial?

Se trata de una técnica que pretende una inseminación que respete lo máximo posible el entorno natural en que debería producirse la fecundación. Para esta técnica se toma una muestra de semen que luego será colocada en el útero, reduciendo la distancia entre el óvulo y el espermatozoide, incrementando las probabilidades de alcanzar un embarazo.

¿Qué es la fecundación in vitro?

Por su parte, la fecundación in  vitro o FIV, une los óvulos y espermatozoides en el laboratorio, obteniendo embriones fecundados que son transferidos al útero para que evolucionen hasta conseguir un embarazo. Esta técnica se realiza desde 1977 y ofrece un porcentaje de éxito considerablemente superior a la inseminación artificial.

5 diferencias entre la inseminación artificial y la fecundación in vitro

Aunque compartan el mismo objetivo, la realidad es que son técnicas con características diferentes y que se distancian en cuanto a nivel de efectividad. La siguiente lista incluye algunas de las principales diferencias entre la inseminación artificial y la FIV, información indispensable para tratar con un especialista sobre el método más apropiado para una situación determinada.

  1. Extracción de óvulos. Esta sería la diferencia principal, puesto que en la inseminación artificial no es necesario extraer óvulos, mientras que con la FIV es indispensable su extracción para posteriormente realizar una fecundación en el laboratorio.
  2. Escenario de fecundación. Lo segundo en que se diferencian es el escenario donde se produce la fecundación, ya que en la inseminación artificial ocurre en las trompas de la mujer, mientras que en la FIV la fertilización ocurre en el laboratorio.
  3. Procedencia de los óvulos. En ambas el semen puede proceder de donantes, pero en el caso de la FIV, el óvulo también puede ser de una donante, ya que la técnica requiere de una cirugía menor denominada Punción Folicular. En el caso de la inseminación artificial no será necesaria esta técnica.
  4. Permeabilidad de las trompas. Para la efectividad de la técnica de inseminación artificial, las trompas deben ser permeables, mientras que en la FIV esto no será necesario.
  5. Calidad de los óvulos. Durante la FIV es posible analizar la calidad de los óvulos, haciendo posible la selección de aquellos con mayor calidad, mejorando la tasa de fecundación y elevando considerablemente la tasa de éxito del procedimiento. Esto no ocurre con la inseminación artificial, donde se procede a ciegas sin conocer la calidad de los óvulos.

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