Emanuelle, el fotógrafo de bodas que toma inmortalizaciones artísticas
Contraer matrimonio es una de esas experiencias de la vida que nadie olvida jamás, aunque inevitablemente el paso del tiempo acaba haciendo mella en la mente de las personas provocando que ciertos detalles de ese día tan especial acaben desapareciendo. Es por ello que en una boda resulta imprescindible la figura del fotógrafo con tal de que inmortalice cada momento de la ceremonia, permaneciendo todos ellos inalterables en formato físico o digital.
Málaga presume de aglutinar a algunos de los mejores profesionales de este sector que gozan de un gran talento. Es el caso de Emanuelle, el fotógrafo de bodas en Marbella que cubre los mencionados eventos producidos no solamente en Andalucía, sino también en el resto del territorio español e incluso en cualquier otro país europeo, haciendo gala de una gran disponibilidad a la hora de desempeñar sus labores artísticas.
Para el mencionado profesional cada fotografía tomada es la representación de un momento único que debe alejarse de cualquier tipo de artificialidad, consiguiendo que las inmortalizaciones reflejen la espontaneidad que se da en todo casamiento por parte tanto de los novios como de los familiares e invitados en general. Un repentino beso de puro amor, las risas de los asistentes tras un divertido chiste del suegro o cuñado de turno y otras escenas son las que verdaderamente tienen importancia y, por ende, pasan a estar presentes en el álbum definitivo.
Cada vez son más las parejas que buscan una fotografía emotiva de boda que capte la realidad de los momentos acontecidos en un evento de tantísima importancia en la vida de todo ser humano. Las puestas en escena son dejadas a un lado evitando el típico “mirad todos a la cámara”. Para ello el fotógrafo profesional observa discretamente todo el escenario encargándose de captar aquellos momentos que, en un futuro, podrán ser recordados sabiendo que la imagen refleja los sentimientos de cada persona aparecida en ella sin que se muestre ni una sola pose forzada.
El estilo fotográfico de Emanuelle es conocido bajo el nombre de fotoperiodismo. Dicha característica ha elevado su popularidad sobretodo en los últimos años. Y es que en el proceso nostálgico por el que todo matrimonio pasa al recordar viejos tiempos tanto él como ella ansían rememorar las emociones vividas en la boda. Para tal fin no hay mejor método que el de verlas reflejadas directamente en los rostros fotografiados por el mencionado artista cuyos reportajes visuales gozan de una calidad exquisita.
La decepción invade a los casados que, echando la vista atrás y contemplando el álbum de su boda, ven cómo todas las escenas son forzadas con miradas a la cámara que no transmiten prácticamente nada. Sin embargo, los sentimientos florecen en aquellos que optan por este tipo de fotografías de un marcado carácter emotivo, las cuales son tomadas sin importunar a ninguno de los asistentes con peticiones para que las inmortalizaciones sean realizadas de manera nada natural.
En términos de relación calidad-precio la elección es inmejorable, puesto que la tarifa abarca la totalidad del día tan esperado, comprendiendo desde los momentos enmarcados en los preparativos hasta el primero de los bailes que tengan lugar a posteriori. Adicionalmente el profesional elabora una galería en línea con una inmensa cantidad de fotos de sobresaliente calidad, seleccionándose manualmente algunas de ellas para que pasen a estar presentes en un álbum de autor.
Todo ello ha llevado a Emanuelle a recibir multitud de encargos año tras año, por lo que es recomendable reservar con antelación indicando la fecha de la boda con tal de que el fotógrafo pueda planificar el viaje en caso de que fuera necesario, haciendo gala de la cercanía que transmite al tratar con todos los clientes que solicitan sus servicios. El talentoso italiano con sede en Málaga cuenta con una gran empatía que le permite averiguar los sentimientos que alberga cada ser en su interior, inmortalizando el momento oportuno para que los mismos sean sacados a relucir en fotografías que plasman la esencia de lo que es todo evento matrimonial.
La naturalidad de las escenas es obtenida gracias al hecho de que el fotógrafo evita cualquier tipo de interferencia en las acciones que están teniendo lugar en la boda en cuestión. Solo de esta forma es posible captar la realidad de un evento, aunque no resulta sencillo, puesto que requiere una habilidad anticipativa por parte del profesional. Gracias a ello, cuando se produzca la escena que merezca ser recordada a posteriori en formato gráfico, el artista se encontrará en la posición idónea para obtener la foto perfecta.
Las fotografías de bodas tomadas por dicho profesional tienen un propósito adicional más allá del de rememorar escenas de las cuales fueron protagonistas los novios o sean conscientes de que se produjeron. El mismo se resume en hacerles conocedores de ciertos gestos y momentos que en ese preciso instante no pudieron apreciar por diversos motivos y que, a posteriori, hará que se deleiten viendo hasta el más mínimo detalle sentimental que aconteció durante el transcurso de su enlace matrimonial.