Funciones del integrador social

El Grado Superior en Integración Social es una formación especializada que busca preparar a los estudiantes para desempeñarse en labores del ámbito social. Esto incluye ayudar a personas que atraviesan alguna situación de vulnerabilidad y colaborar en la integración de colectivos susceptibles a la exclusión social.

Este tipo de estudios permite crear profesionales capaces de realizar aportes importantes en la sociedad moderna, donde las desigualdades sociales y la exclusión son temas que afectan negativamente a la vida de muchas personas. A continuación, conocerás algunos detalles sobre el perfil de un integrador social.

¿Qué es un integrador social?

El técnico en integración social es un profesional que se encarga de prevenir y/o solventar situaciones de exclusión social. Esto lo consigue a través de la planificación y ejecución de acciones que faciliten el desarrollo de las capacidades de los individuos vulnerables en el entorno que les rodea.

Para esto, el profesional recibe una formación integral que abarca conocimientos teóricos y prácticos sobre temas como la atención social, la mediación, la intervención socioeducativa, la gestión de recursos y la planificación de actividades útiles para promover la inclusión social.

¿Qué perfil debería tener un integrador social?

Al cursar estudios de un Grado Superior en Integración Social, los estudiantes aprenden a trabajar en equipo y desarrollan diversas habilidades que son útiles para gestionar situaciones complejas desde la empatía y el respeto. Además de esto, para dedicarte profesionalmente a este tipo de tareas, necesitas poseer y potenciar ciertas habilidades:

• Comunicación asertiva.
• Escucha activa, para entender las necesidades de las demás personas.
• Organización y administración del tiempo.
• Trabajo en equipo.
• Compromiso con la igualdad de oportunidades.
• Salud física y mental.

¿Cuáles son las funciones de un integrador social?

Los profesionales en integración social se pueden desempeñar en diversos entornos, incluyendo centros de atención a personas mayores o personas con discapacidad y centros de acogida para personas en situación de exclusión social por etnia, cultura y sexualidad.

Siendo más específicos, estos profesionales se desempeñan en las siguientes funciones:

Realizan la intervención directa a personas en riesgo de exclusión social

Aplican estrategias que buscan promover la inclusión social y la promoción de oportunidades en igualdad para todos los sectores de la sociedad, en un intento de evitar que se produzcan situaciones de exclusión.

Organizan programas de inserción laboral y ocupacional

Desarrollan e implementan programas de inserción laboral dirigidos a colectivos en riesgo de exclusión, como podría ser el caso de la comunidad LGBTI, personas con discapacidad, víctimas de violencia y quienes están en riesgo de exclusión por su procedencia, etnia o cultura.

Facilitan la comunicación de personas en riesgo de exclusión social

Ayudan a potenciar las habilidades de comunicación en personas con problemas de habla o discapacidad, lo cual incluye la enseñanza de sistemas alternativos y aumentativos de comunicación SAACs (alternos a la comunicación verbal o escrita).

Realizan tareas de mediación entre personas y grupos

También se encargan de aplicar técnicas de resolución de conflictos para intervenir o mediar entre personas y grupos, buscando prevenir su marginalización en la sociedad.