Razones para incluir jamón ibérico a tu dieta
El jamón es un elemento muy importante en la dieta, no solo por su espectacular sabor, sino por las propiedades alimenticias que posee, permitiendo llevar una dieta equilibrada, sin dejar de complacer el paladar con uno de los alimentos más deliciosos del planeta.
Dentro de la tradicional comida mediterránea, el jamón Ibérico es un indiscutible protagonista de diferentes preparaciones. Siendo un alimento rico en nutrientes y muy sano, es muy fácil planificar una dieta equilibrada utilizando esta exquisitez gastronómica como un recurso frecuente.
Hoy te contaremos un poco más sobre este producto y los múltiples beneficios que ofrece a la salud de las personas que lo incluyen en su dieta.
Contenido
Garantía de calidad
Si te has preguntado cuál es el secreto de la calidad y el estupendo sabor del jamón ibérico, la respuesta es muy sencilla: control del proceso de producción, desde el primer instante.
La calidad de este producto se basa en el control absoluto de todo el proceso productivo desde cero, desde la selección hasta la última etapa de elaboración del mismo. El sabor inconfundible de esta exquisitez ibérica se debe a cerdos que han sido especialmente seleccionados y criados de forma natural, tal como indica la tradición mediterránea.
Múltiples beneficios para la salud
El consumo de jamón Ibérico de bellota, además de una delicia culinaria, es también una bomba de nutrientes para el organismo. Contiene grasas saludables para mantener ciertas funciones del organismo, como el ácido oléico, también presente en el aceite de oliva.
Esta clase de ácidos grasos monoinsaturados, permiten la reducción del colesterol malo (LDL), responsable de de padecimientos cardiovasculares que pueden resultar letales.
Además, su contenido nutricional incluye vitamina D, B1, B6 y B12, las cuales tienen la capacidad de equilibrar los niveles de energía del organismo, reforzar el sistema inmune y favorecer las funciones neurológicas el cerebro.
Es un alimento con cualidades antioxidantes, lo cual evita el envejecimiento y la degeneración de las células, reduciendo el impacto negativo de los radicales libres sobre el organismo. Esto ocurre principalmente gracias a su contenido de selenio.
Otros nutrientes destacados, son el magnesio, calcio, zinc, hierro, fósforo, cobre, todo lo cual interviene en el mantenimiento de las funciones vitales, además de favorecer la salud de los tejidos, huesos, tendones y articulaciones.
¿Cómo podemos introducirlo a nuestra dieta?
El consumo de este alimento y su inclusión en la dieta habitual es muy sencillo, principalmente porque se puede adaptar perfectamente a una amplia gama de platos, siendo un elemento indispensable dentro de la comida mediterránea, considerada la más saludable del mundo.
Como fuente de proteína, se recomienda con la misma frecuencia que cualquier otra carne, pero no es necesario consumir gran cantidad. Solo 100 gramos de jamón ibérico dos veces por semana, es suficiente para recibir todos los beneficios que ofrece este alimento.
En ensaladas, tortillas, guisos de legumbres… ¡Existen muchas formas de consumir este alimento! Solo necesitas un poco de creatividad para descubrir las recetas más deliciosas en donde puedas incluir a este versátil producto.