Viajes: Las mejores playas de Río de Janeiro y alrededores
Río de Janeiro, la ciudad de la samba, la del ambiente nocturno. La del Pan de Azúcar y el Cristo del Corcovado. La del Carnaval… y la de las playas urbanas más conocidas del mundo.
Muchas imágenes se identifican con Brasil, y también con Río de Janeiro. Hay mucho más allá del buen fútbol y de los cuerpos tostándose al sol, como el maravilloso Parque Nacional de la Tijuca, joyas de su patrimonio histórico-artístico como la arquitectura de Niemeyer o barrios con mucho encanto. Sin dejar de reconocer que sus playas tienen un evidente atractivo.
Río de Janeiro merece varios días de visita, variar las rutas urbanas y las copas hasta las tantas con el relax que ofrece una jornada sobre la arena. Todo tiene cabida en la “Ciudad Maravillosa”.
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Mejores playas de Río
Copacabana, ¿una de vóley-playa?
Hablamos, sin duda, de la playa más famosa de Río de Janeiro, y nos atreveríamos a decir que de todo Brasil. Incluyendo la aledaña de Leme, tiene una longitud de 4 kilómetros, y no solo bañistas, sino aficionados a deportes como el vóley-playa deseosos de encontrar compañía con la que jugar. No había un lugar mejor, pues, para acoger la disciplina en los Juegos Olímpicos de 2016. El estadio era una fiesta constante.
La concurrida playa toma su nombre del mismo barrio y significa “mirador del azul” en lengua quechua. Sus cercanías acogen restaurantes, cines y otros locales comerciales, entre los que la vida pasa en un ambiente a la par bohemio y glamouroso. Acoge, de hecho, eventos destacados y movimientos artísticos de diversa índole.
Ipanema, el lugar de la jet
Es uno de los lugares más lujosos de Río de Janeiro y, de hecho, en sus alrededores destacan alguno de los edificios más caros de toda América Latina. El lujo es, precisamente, lo que destaca en la vida del barrio del que recibe el nombre, con boutiques, cafés y discotecas que hacen las delicias de propios y extraños.
La playa reúne a un público heterogéneo, desde surfistas a fumadores de hierba, desde jovencitos a familias con hijos, siendo además un destino turístico gay. Cada cual tiene su parte. Que viva la diversidad.
Arpoador, ni Copacabana ni Ipanema
En medio de ambas playas se sitúa la de Arpoador, lugar que se señala con frecuencia como barrio dentro de Ipanema. Sin gozar de la fama de las anteriores, también es una excelente opción.
Los surferos podrían encontrar su templo brasileño en esta playa, puesto que sus aguas llaman a hacer uso de la tabla. Se puede acceder desde la de Ipanema, o cruzando su Parque Garota. En el Fuerte de Copacabana, en todo caso, habría de concluir (o comenzar) un paseo sobre la arena.
Leblon, lugar de panorámicas
También en la zona sur de Río, y también limita con Ipanema. Su historia va ligada a la de Charles Le Blond, de donde se deriva su nombre, un empresario de la pesca que poseía un terreno en la zona.
El turista busca allí, además de relax, una hermosa panorámica de la costa carioca, hasta Arpoador. Un atractivo extra de las terrazas de sus muchos restaurantes.
La lista de playas urbanas de Río no termina ahí. Botafogo es el lugar ideal para el fondeo de pequeñas embarcaciones, por sus profundas aguas. Vermelha es un remanso de paz para quienes quieren desconectar de verdad, situada a las faldas del Pan de Azúcar. Y Barra de Tijuca, además de la más extensa, es también ideal para los deportes en el mar.
No te dejes atrás…
Saliendo del casco urbano de Río, sin embargo, verdaderos paraísos tropicales en lugares que se conservan casi vírgenes aguardan al visitante que quiera salir de los “must visit”. A buen seguro, ellos también tuvieron parte de culpa cuando Río de Janeiro fue elegido como el principal destino turístico del Hemisferio Sur, según una encuesta de Euromonitor International en 2008. Hacen que merezca la pena prolongar los días de visita.
De sugerir sitios sabe mucho ViveRíodeJaneiro, especializado en el turismo carioca, que invita visitar lugares como Ilha Grande. “Por la belleza de sus playas, su entorno natural y su cercanía es un destino que merece la pena visitar”, aseguran. No solo de los lugares más conocidos vive el turista que viaja a Brasil.
Otro enclave que ViveRíodeJaneiro pretende que el visitante descubra es Buzios, una antigua aldea de pescadores que cuenta en la actualidad con unos 23.000 habitantes pero que, lejos de parece un lugar retirado y aburrido, es uno de los más recurrentes de Brasil para sus vecinos latinoamericanos.
“Su nombre oficial es Armaçao dos Búzios, y es un destino turístico muy internacional donde gran parte de su población son argentinos y extranjeros”. Jornadas en la playa, paseos en barco o snorkel son sugerencias del capítulo “Qué hacer”.
Tras esta completa guía online está Marcos, un joven viajero, amante de conocer nuevas lugares y personas, que conoció Río de Janeiro en un viaje por América del Sur, y quedó prendado de la ciudad. Siempre es buena idea considerar las sugerencias de otros viajeros a la hora de planificar, porque ayuda a exprimir al máximo la aventura.
Además de las excursiones mencionadas, Marcos también invita a conocer Arraial do Cobo, Niteroi, Paraty y Cabo Frío.