La morosidad, la gran lacra de las pequeñas y medianas empresas
Los datos sobre la morosidad en España son realmente escalofriantes. En agosto del 2017, se situaba en torno al 8,48 % en relación a los créditos concedidos por entidades financieras (bancos, cajas, cooperativas y financieras), lastrados por la caída de volumen total del crédito.
En justicia, esto les está bien merecido, pues ha quedado demostrado que gran parte de la crisis financiera que está produciendo estos niveles de morosidad son debido a las políticas realizadas por estos mismos bancos.
Pero la morosidad no la sufren únicamente las entidades financieras, es un mal que se extiende inagotable, que se alimenta de sí mismo y sigue su camino contagiando, en un principio a las pymes y autónomos, pero que al final, como una voraz pandemia, se desarrollará por todo el tejido productivo de la sociedad, alcanzando también a las grandes empresas.
En la mayoría de las ocasiones el impago es por fuerza mayor, porque efectivamente no existen fondos que destinar a proveedores o a las empresas auxiliares, pero en otros casos, algunos empresarios se acogen a este miedo generalizado, a esta excusa de la falta de crédito para no hacer frente a los pagos. Para hacer frente a estos empresarios que juegan sucio, nacen agencias como Icired Impagados, especializadas en cobrar deuda a las empresas, incluyéndolos en un fichero destinado a ser una herramienta para el cobro de morosos.
Las PYMES ya pueden contar con una empresa que se pone de su parte, toma partido y crea un sistema de reclamación de impagados altamente efectivo, para que la rueda de la morosidad se detenga en tu empresa y puedas cobrar y seguir con la producción sin problemas.
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Cómo trabaja Icired para que sea tan efectivo
Como decimos, es el pequeño y mediano empresario el que sufre las consecuencias de la morosidad antes que cualquiera, es el que necesita el dinero en efectivo siempre en tránsito para poder seguir adelante con su producción o con la oferta de sus servicios.
Si en algún momento este flujo económico se detiene por el impago de alguna de las empresas para las que trabaja, irremediablemente se verá afectada y no ofrecerá sus servicios con la misma calidad, lo que repercutirá en el mantenimiento de sus trabajos con otras organizaciones y clientes. SI, además, el problema de morosidad se repite con la falta al pago de otra u otras empresas, el problema puede derivar en el cierre por bancarrota.
Icired es un fichero que se encuentra al alcance de las PYMES y autónomos de todo el mundo, ofreciendo un fichero de morosidad completamente online que sirve para intercambiar información sobre la morosidad de personas y empresas para solucionar estos problemas de forma completamente legal.
La primera acción que se ejerce desde esta empresa de reclamaciones es el requerimiento certificado del pago de la deuda, si traspasado un tiempo no responde o no paga, se le incluye en este fichero y se le comunica.
Esta inclusión e los ficheros de Icired es publicada, compartida y consultada a diario por miles de empresas, por lo que la compañía deudora será conocida por los agentes comerciales que trabajan en su rubro, quedándose en consecuencia aislada para sus transacciones comerciales, porque, como es lógico, nadie quiere trabajar con una empresa que no cumple con los pagos.
El sistema que emplea Icired es altamente efectivo y a los datos hay que remitirse para corroborarlo, pues tiene un 58 % de cobro a morosos realizados con éxito, con un total de 2985 clientes plenamente satisfechos con estas gestiones, gestiones que ha canalizado una deuda total de 11.572.471,72 euros, unas cifras nada despreciables en tiempos de crisis como los actuales.
Malas noticias para los morosos
En cualquier caso, las noticias que llegan desde el congreso son muy positivas para las empresas que luchan contra la morosidad, y es que el congreso estudia una posible reforma legal que va a establecer multas que pueden llagar hasta los 819.000 euros si se exceden demasiado en los tiempos para pagar.
El control de la morosidad constituye una de las prioridades de los países miembros de la Unión Europea, los cuales advirtieron el pasado mes de febrero a España, Grecia, Italia y Eslovaquia su obligación de garantizar la correcta aplicación de la Directiva europea sobre morosidad, alertando sobre un procedimiento sancionador si no se adoptan las medidas pertinentes y efectivas obligadas en este caso, con el objetivo de reducir esos periodos excesivos de impagos, que según el reciente Informe de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad del año pasado, los plazos de pago en el sector privado fue de 77 días de media y el del sector público rondaban los 71 días, demasiado lejos de los 30 recomendados por la ley europea.