Razones por las que es precisa una Notaría en Madrid
De la importancia de los notarios para dar autenticidad jurídica a las ventas, contratos entre personas, testamentos y demás y de cuáles son las razones que nos llevan a tener que contar con los servicios de un notario.
Son muchas las razones por las que requerimos a los notarios, estos profesionales que dan fe, o dicho de otro modo, dan autenticidad jurídica a documentos, actos y demás.
La Constitución española, en su artículo 9 dice que los ciudadanos debemos contar con seguridad jurídica y ésta la ejercen los notarios en calidad de funcionarios públicos del Estado.
España cuenta con unos 3.000 notarios repartidos por toda la geografía y que pueden buscarse en un directorio web especializado, e incluso las localidades pequeñas tienen su notario, por lo que todos los ciudadanos tienen acceso a uno. Estos profesionales están agrupados en Colegios que controlan sus actuaciones y les apoyan cuando lo precisen.
Acudimos a una notaría cuando debemos hacer la escritura de un piso o casa, al otorgar poderes, al hacer testamento, al constituir una sociedad, al hacer capitulaciones matrimoniales o cualquier gestión de tipo jurídica que esté relacionada con la contratación mercantil o civil, con la vida familiar o patrimonial y con las sucesiones por causa de muerte.
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Estos profesionales son imparciales e independientes y estudian cada caso sin coste alguno
Par que de este modo y una vez estudiado su caso, el cliente pueda decidirse por una solución, sobre la que habrán aportado toda la información. Algunas páginas web como busconotaria.es nos ayudan a buscar aquella que esté más cercana geográficamente y nos brinda todos los datos de contacto.
Estos profesionales del derecho están estrechamente ligados a las sociedades en las que trabajan y antaño, el notario del pueblo, junto al cura y al farmacéutico, representaban lo mejor de la sociedad, en el sentido de que los tres eran hombres con conocimientos y que habían cursado carreras universitarias, lo que normalmente les situaba por encima de la media de sus vecinos en cuanto a formación reglada.
En España los notarios trabajan de acuerdo al sistema latino, que difiere, por ejemplo, del sistema anglosajón, donde los notarios dan fe de documentos y de hechos pero no entran a asesorar a las partes. Los notarios anglosajones no precisan estudiar una carrera universitaria, les basta tener unos pocos conocimientos legales y trabajan sin necesidad de adecuarse a protocolo ninguno ni a supervisión.
La neutralidad de esta figura del derecho es indispensable para el correcto desarrollo de una sociedad avanzada
Otro sistema, el de funcionarios judiciales, crea la figura del Notario Juez, donde los notarios son magistrados y subordinados a las decisiones de los Tribunales, mientras que otro es el sistema de funcionarios administrativos, que es lo que son los notarios españoles, trabajadores del Estado.
A pesar de ser los garantes de la seguridad jurídica de los ciudadanos, los notarios no se libraron del debate de si habían obrado correctamente, cuando en plena crisis económica se denunciaron los presuntos cobros abusivos para la cancelación de hipotecas.
Estos profesionales que dan seguridad a sus clientes son indispensables en las sociedades y las civilizaciones antiguas ya contaron con ellos. Quizás el primero sobre el que sabemos en la actualidad fue un sacerdote sumerio y es que las escrituras como tal se idearon en el interior de alguna iglesia sumeria y en aquellos tiempos los que debían dar fe de las contrataciones privadas eran los sacerdotes.
Esta primera Escritura, datada sobre el 2300 a.c. supuso un antes y un después en el funcionamiento legal y desde entonces los notarios han evolucionado en función de la sociedad y de los tiempos, pero siguen siendo estos garantes siempre demandados para elevar a categoría de público un contrato o acuerdo privado. Pues la neutralidad de esta figura del derecho es indispensable para el correcto desarrollo de una sociedad avanzada.