Sonrisa perfecta, la mejor salud
El cuidado adecuado de los dientes tiene un gran impacto en nuestra salud general. Por eso, es importante tener unas pautas de higiene adecuadas, pero no es suficiente.
Todos hemos oído hablar alguna vez de la importancia de limpiarnos los dientes a diario y de cuidarlos adecuadamente. Con una boca sana y luminosa podemos mostrar nuestra mejor imagen, por lo que muchos se concentran en conseguir un blanco perfecto, recurriendo a veces a prácticas poco saludables. Sin embargo, el cuidado de los dientes tiene un gran impacto sobre nuestras salud, por lo que no basta con buscar una dentadura limpia. Es importante que sepamos cómo atender nuestra boca al completo si no queremos que haya consecuencias a medio o largo plazo.
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¿Qué relación hay entre una buena higiene dental y la salud general?
La boca es el canal principal por el que pueden entrar al organismo bacterias que afectan nuestro estado de salud. De hecho, en la boca hay organismos responsables de producir caries, enfermedades dentales y otras que afectan directa o indirectamente a nuestro organismo. Por tanto, es esencial que los mantengamos a raya si no queremos terminar con problemas de salud importantes.
Además, las propias enfermedades dentales pueden hacer que suframos otras con mayor frecuencia. Por ejemplo, una gingivitis o su versión más avanzada, la periodontitis, no solo pueden hacer que perdamos dientes, sino también incrementar el riesgo de sufrir un infarto o tener diabetes. Por ello, la prevención a través de buenas prácticas es esencial no solo para cuidar nuestra sonrisa. También para tener una mejor salud.
¿Es difícil cuidar de los dientes adecuadamente?
Algunos se quejan de que a veces los consejos sobre el cuidado de los dientes son contradictorios. También que no pueden estar pendientes todo el día de cepillarse o pasarse el hilo dental después de comer algo. Sin embargo, las normas básicas para mantener nuestra boca en buenas condiciones no ha cambiado. Sino que siguen valiendo los mismos consejos que llevamos escuchando desde pequeños.
Cepillarse de forma regular es lo más importante, ya que de este modo se eliminan la mayoría de bacterias que habitan en nuestra boca y se evita que aumenten en número. De no hacerlo, lo único que pasará es que cada vez haya más, con los riesgos que supone esto. No obstante, tampoco conviene obsesionarse y tener todo el día el cepillo en la mano. El exceso de cepillado también es perjudicial.
Los dientes son solo una parte de la boca. También debes atender otras zonas, como la lengua y las encías. Para ello, puedes complementar el cepillado con un enjuague adecuado. De este modo, tendrás una boca limpia y sana. ¿Te parece difícil hacerlo? Como ves, es relativamente sencillo.
No dejes de visitar al dentista si hay problemas
Aunque se recomienda acudir al dentista cada 6 meses o un año, en caso de notar algún problema no hay que esperar. Solo un profesional cualificado puede evitar que este vaya a más y que en la visita regular haya que tomar otras medidas. Además, podemos consultarle si queremos mejorar el cuidado de los dientes, por ejemplo en cuanto a cuál es el dentífrico adecuado para nosotros, si nos conviene usar ferulas dentales y cuál de ellas en el caso de que nos haga falta para tener unos dientes más blancos, alinear la dentadura o alguna otra necesidad que podamos tener. La información que nos proporciona el dentista es vital, ya que es quien sabe el estado de nuestra boca.
Más allá del componente estético, cuidar los dientes es cuidar de nuestra salud en general. Por eso, merece la pena prestar interés.