La importancia de tener una buena pisada
A lo largo de nuestras vidas se estima que una persona da los suficientes pasos como para viajar alrededor del mundo cuatro veces seguidas. Este curioso dato puede poner en perspectiva nuestra forma de usar y cuidar nuestros pies, una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, pero también de las más olvidadas.
Nuestra forma de pisar y de caminar tiene efectos a lo largo de todo nuestro cuerpo, empezando por el propio pie y alcanzando incluso, la integridad estructural de nuestra columna vertebral. Los pies son una parte más de nuestro cuerpo y, al igual que cualquier otra, sufren numerosas alteraciones a lo largo de los años.
Sin embargo, puede ser realmente sencillo evitar problemas mayores derivados de una mala pisada si acudimos a un podólogo profesional que nos asesore al respecto. Un grupo de personas particularmente afectadas por esta doctrina médica son los deportistas, dado que en la mayoría de deportes se expone al pie y a todas las partes que lo forman, a una tensión y esfuerzo superiores a lo habitual.
A continuación profundizaremos en las ventajas de acudir a una clínica del pie, podólogo Málaga para recibir asesoramiento sobre nuestra pisada, explorando también las principales afecciones de los pies y sus respectivos tratamientos.
Contenido
La podología deportiva
Como ya hemos mencionado previamente, el deporte provoca un particular desgaste de los pies, por lo que la atención de un podólogo al menos una vez al año, es de vital importancia.
Una de las experiencias más comunes a la hora de ir a comprar unos zapatos de deporte, cuando la mayoría de personas se paran a pensar en el bienestar de sus pies, es que el dependiente de la tienda se nos acerque y nos pregunte qué tipo de pisada tenemos.
Con esto probablemente haga referencia a si tenemos una pisada pronadora, neutra o supinadora. La pisada pronadora es aquella que deja caer el peso del cuerpo hacia el interior de los pies, la supinadora es la que lo deja caer hacia afuera y la neutra es aquella que cae justo en el centro.
Pese a la simpleza de sus definiciones, no debemos permitir que cualquier persona nos aconseje sobre nuestra pisada, pues solo un podólogo deportivo puede asesorarnos adecuadamente sobre ella. Esto es debido a que en muchas ocasiones, una pisada puede parecer de un tipo, siendo el extremo totalmente opuesto en realidad.
Aprender a pisar
Detectar problemas en la pisada de nuestros hijos es uno de los mayores favores que podemos hacerles, dado que la mayoría de patologías y desviaciones físicas relacionadas con los pies pueden ser detectados y tratados a una temprana edad con la ayuda de un podólogo infantil profesional.
La mayoría de padres se preocupan por que sus hijos desgasten más una plantilla que la otra, tengan las rodillas torcidas o se caigan a menudo. El problema radica en que, aunque muchas de estas cosas pueden ser síntomas normales del crecimiento, también pueden ser muestra de una mala alineación de los pies o las rodillas.
En el caso de los pies planos, por ejemplo, la ligera deformidad se puede tratar muy fácilmente durante la infancia mediante plantillas que eleven el talón de forma apropiada, pero su tratamiento no es tan sencillo, una vez alcanzada la edad adulta, cuando el pie ya no es tan flexible como en la infancia.
Patologías comunes
Algunas de las deformaciones más frecuentes que se encuentran los podólogos son los callos. La mayoría de personas sufren un endurecimiento de la piel en los pies a lo largo de sus vidas, pero si se deja avanzar puede producir dolor y molestias.
El podólogo es el profesional más adecuado a la hora de afrontar estas durezas, dado que desinfecta todos sus utensilios previamente y tiene varios años de estudios especializados, al contrario que en los salones de belleza.
Otra dolencia típica y de fácil solución es la aparición de uñas encarnadas que producen heridas. En estos casos el tratamiento es sencillo y consiste en cortar la espícula, la parte de la uña que se clava y darle una forma adecuada para que no vuelva a crecer en la carne.