Cómo adentrarse en el mundo de las franquicias
Muchas marcas aumentan su presencia en el mercado a través de franquicias. Es importante saber a qué tipo de franquicia accedes cuando emprendes un nuevo negocio.
El mercado español de emprendedores cada vez apuesta más por invertir en franquicias. Esto implica un crecimiento de las grandes marcas en el panorama español. Además, esto genera un aumento del empleo, gracias al aumento de establecimientos y genera un bienestar en la sociedad.
Una franquicia se puede definir como una relación comercial entre dos partes, en la que una de ellas paga una cierta cantidad de dinero para conseguir una licencia con la que puede comenzar un negocio utilizando una marca ya consolidada en el mercado.
Este contrato tiene una serie de ventajas y de inconvenientes a tener en cuenta a la hora de invertir en una de ellas. Las principales ventajas son que minimiza los riesgos que conlleva comenzar un nuevo negocio en un mercado masificado, empiezas a trabajar con una identidad de marca conocida y consolidada en el mercado, que posee una notoriedad de marca y que se pueden crear franquicias baratas y rentables que generan beneficio desde el principio. Sin embargo, tiene el inconveniente de que el franquiciado no tiene la propiedad de la marca, ya que se la está alquilando a un franquiciador.
Antes de abrir una franquicia hay que tener cumplir una serie de condiciones indispensables. La primera es que la marca debe ser un negocio próspero con beneficios. Es importante que a la hora de abrir un local, investigar sobre la marca y la ubicación en la cual se quiere asentar. Existe la posibilidad de que la marca esté perdiendo valor o prestigio en el mercado, por lo que no es recomendable utilizar esa marca pero sí tal vez otra del mismo sector. Además, la ubicación también es importante, ya que aunque sea una marca reconocida, si el público al que se dirige no lo encuentra, es posible que se pierda clientela.
Es indispensable que a la hora de invertir en un franquicia tengas claro cual va a ser su plan de negocio. La marca te va a ofrecer toda la información necesaria para que veas cual es su forma de trabajar o qué costes le va a suponer cada parámetro de la marca.
Otro punto que ha de tener en cuenta el nuevo dueño de la franquicia es la estrategia de la marca. La visión empresarial de la marca implica qué objetivos has de cumplir y cómo has de poder alcanzarlos. Por ello, este punto es muy importante, ya que es posible que si no sigues la estrategia de marca, no generes los beneficios esperados y la marca cancele el contrato.
El último punto a tener en cuenta para poder abrir una franquicia es de carácter legal. Debes poder firmar sin ningún problema todos los documentos legales que hay que tramitar para poner en marcha el acuerdo de relación comercial entre el franquiciado y el franquiciador. Además, evidentemente, has de poder hacer frente a todo los gastos que conlleva franquiciar una marca, ya sea los iniciales como los pagos mensuales.
La franquicia tiene que tener un producto distintivo, es decir, un producto único con respecto a la competencia. A la hora de escoger una franquicia es imprescindible tener en cuenta esto, porque aunque entre la competencia hay productos similares, siempre tiene que haber uno que sea el que destaque y se llamartivo para el público.
En el panorama de la franquicia, se distinguen varios tipos de franquicias, en función de la localización o la participación del franquiciado. La primera que destaca es la franquicia industrial. Esta es una forma de colaboración entre fabricantes. Se trata de un acuerdo a través el franquiciador cede al franquiciado el derecho de fabricación de su correspondiente marca y la comercialización. También existe la franquicia de producción. En este caso el propio franquiciador fabrica los productos y es el franquiciado quien los comercializa. Esto asegura al franquiciador la venta segura de una parte de su producción. Otro tipo de franquicia que destaca es la de distribución. En ella el franquiciador actúa como distribuidor o revendedor de sus productos fabricados por otras empresas.
Otro tipo de franquicia a destacar es la franquicia de servicio, que es posiblemente la más común o cercana al público. En este caso, el franquiciador cede al franquiciado una determinada metodología para comercializar una serie de productos o servicios. El que tiene el control de todo, es el franquiciador, ya que es quien va a suministrar lo necesario para que se pueda prestar un servicio de calidad y evitar que haya problemas que puedan perjudicar a la marca en su conjunto. Sin embargo, esto no excluye al franquiciado de tener una buena gestión de todos los recursos que se les presta.