Cómo aliviar el dolor por una contractura
Los síntomas más característicos de una contractura muscular son dolor, inflamación de la zona, dolor ante el movimiento o al palpar sobre la superficie, rigidez y dificultad para realizar ciertos movimientos cotidianos. Estas pueden producirse por diferentes razones, como un sobreesfuerzo o una mala posición a la hora de realizar algún ejercicio.
El consumo de productos antidolor es fundamental para que comience la recuperación de la contractura. Cuando la musculatura se encuentra flácida es mucho más fácil que aparezcan contracturas y, además, el proceso de recuperación será mucho más lento. Por eso, también es necesario realizar ejercicios que permitan el alivio del dolor.
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¿Por qué ocurre una contractura?
Los músculos suelen contraerse y relajarse de forma que podamos realizar diferentes movimientos. Sin embargo, hay ocasiones en que las fibras musculares no pueden distenderse después de que se contraen, momento en el cual se produce lo que conocemos como una contractura.
También son comunes cuando se realizan actividades deportivas intensas sin realizar el calentamiento adecuado. Exigir demasiado a la musculatura sin haber preparado el cuerpo para enfrentarse a tal exigencia es una de las principales causas de una contractura; y de no tratarla correctamente puede demorar un tiempo largo de alivio.
En este punto, el uso de un gel para el dolor es la primera solución para aliviar la musculatura y favorecer su relajación. Adicionalmente, hay algunos ejercicios que posibilitan una recuperación mucho más rápida.
Ejercicios para aliviar el dolor de una contractura
A continuación, te mostramos cuáles son los ejercicios para que los pongas en práctica de inmediato y logres aliviar el dolor producido por una contractura.
Realiza estiramientos suaves
Cuando ocurre una contractura en la espalda, el cuello o cualquier otro grupo muscular, es importante realizar estiramientos suaves que permitan disminuir la tensión sobre la zona. Por ejemplo, estiramientos básicos de yoga o de cualquier tipo capaz de de favorecer la relajación muscular. Solo tendrás que asegurarte de no realizar ningún movimiento brusco que empeore la contractura.
Automasaje
La combinación entre antiinflamatorios naturales y un buen masaje sobre la zona afectada es una rutina perfecta para aliviar el dolor causado por la contractura. Es posible darse un masaje sin ayuda con algún gel que sirva para disminuir el dolor y la inflamación. No obstante, en las contracturas de espalda y cuello es necesario el apoyo de otra persona.
Ejercicios según la ubicación de la contractura
Según la ubicación de la contractura, las soluciones pueden variar. Por ejemplo, si la molestia ocurre en el cuello, movimientos suaves de la cabeza de un lado al otro, por espacio de unos segundos, sería una buena manera de generar alivio del dolor en la zona afectada. Cuando la molestia ocurre en las piernas, una caminata lenta puede activar la circulación, calmando el dolor.
En cualquier caso, es fundamental que se acuda a un especialista si la molestia se vuelve más intensa, impide la realización de tareas cotidianas o permanece durante más de un par de días, tiempo suficiente para que el grupo muscular inicie la recuperación. El profesional ofrecerá una alternativa terapéutica adecuada para atender la dolencia.