¿Cómo se puede reducir el estrés?

El ritmo de vida que se lleva actualmente en una sociedad de consumo como en la que se vive forzosamente hoy, produce en cada persona reacciones diferentes, algunas tan nocivas para la salud como el estrés.

¿Quienes padecen estrés?

El estrés es uno de los males más nocivos de la vida actual, y la mayoría de las personas lo padecen o lo han padecido en algún momento de sus vidas. La rutina diaria que llevas desde que te levantas de la cama, sea para preparar el desayuno e ir al trabajo durante largas horas, o para llevar a los niños a la escuela y realizar las tareas domésticas, es la que produce el estrés.

Muchas personas sienten que no tienen tiempo para relajarse, por el contrario, que el tiempo no es suficiente para realizar todas las tareas que se le presentan diariamente. Si a ello se le suman los viajes, la falta de sueño, y las preocupaciones cotidianas, se puede llegar a la conclusión que esta enfermedad alcanza a casi la mayoría de la población activa.

El estrés es la respuesta que tiene tu organismo, tanto en la parte física como mental, para defenderse de situaciones que generan tensión, agobian o que representan una amenaza latente. Esto produce cansancio, sensaciones de agotamiento mental y físico, y preocupación.

Claro que no todas las personas que sienten estrés, sienten que esto les perjudica. Más bien hay momentos en que el estrés es beneficioso, pues en algunos individuos que les gusta el trabajo bajo presión, sienten que su rendimiento mejora con el estrés.

No obstante, son los que menos, y tarde o temprano, sufrir continuamente de estrés, perjudica a la salud mental y física de forma evidente. El estrés se puede manifestar en forma de diversas enfermedades o afecciones como gastritis, falta de sueño, jaquecas, o trastornos psíquicos como depresión y ansiedad

No obstante, existen técnicas para relajar tu cuerpo y tu mente y pueden ayudar a superar los peores momentos.

Para poder aplicar estas técnicas de relajación, es preciso identificar las situaciones que te estresen, como las que producen nerviosismo o agotamiento mental o físico. Estas técnicas deben convertirse en un hábito saludable, para que brinden un resultado positivo y te ayuden a reducir el estrés, y sentirte más relajado.

Técnicas que ayudan a reducir el estrés

Una de las técnicas es el ejercicio físico, como el aeróbico, que debes practicar al menos unos 30 minutos diarios. Ya se trate que lo realices en un gimnasio, o simplemente caminar, correr, andar en bicicleta o nadar, debes saber que esto ayuda a que tu cerebro se oxigene, reduciendo el estrés drásticamente, haciendo que te sientas mucho mejor.

La dopamina, la endorfina y la serotonina, son hormonas que libera el cerebro cuando te ejercitas físicamente. Son llamadas las hormonas de la felicidad. La dopamina es responsable de que sientas placer y te sientas motivado; la endorfina se encarga de hacer que sientas felicidad; y la serotonina se encarga de tu estado de ánimo. Si resumes todo lo que producen estas hormonas liberado por el cerebro, podemos concluir que realizar ejercicio físico de forma regular produce placer, felicidad y buen estado de ánimo.

Los beneficios del ejercicio físico y el deporte son múltiples, mejoran la resistencia física, regula la presión arterial, mantiene la densidad ósea, ayuda a controlar el peso, hace que las articulaciones sean más flexibles, entre otras ventajas, y también ayuda a reducir los niveles de estrés.

Otra de las técnicas que resulta muy útil es la relajación de los músculos, que provoca la desaparición de la tensión. La técnica es muy sencilla y puede practicarse en cualquier lugar donde te encuentres, se trata de endurecer una parte del cuerpo y luego aflojar. Puedes empezar por los pies y luego ir subiendo por las piernas, los glúteos, la espalda y los brazos. Esto libera las tensiones que provoca el estrés, y te tomará sólo unos minutos, para lograrlo.

El control de la respiración es otra de las técnicas eficaces para sentirte relajado, y como la técnica anterior, la puedes practicar en cualquier lugar en que sientes tensión. Hay varias formas, como la respiración profunda, en la cual se toma aire por las fosas nasales, manteniéndolo por unos segundos, para ir soltando lentamente después el aire por la boca. Otra de las formas es similar a la anterior, pero aspirando mayor caudal de aire, mantenerlo durante unos 4 segundos e ir expulsando el aire gradualmente por la boca.

Escuchar música tranquila para dormir, es una técnica muy eficaz para lograr la relajación para conciliar el sueño. Claro que no cualquier música, ya que ésta debe inducir a la relajación mental, con un ritmo que no sea superior a las 60 y 80 pulsaciones por minuto.

La música clásica como el jazz, es ideal, aunque también existe música especial para relajación, que incide directamente en el cerebro.

Una de las técnicas más fáciles de realizar, es la de dedicarte unos momentos a ti mismo antes de ir a la cama. Debes dejar fuera de tu alcance todos los artefactos electrónicos como el teléfono móvil, los ordenadores y, por supuesto, la televisión.

Tomar un baño relajante sería ideal, si se dispone de una bañera; realizar la limpieza dental y luego realizar algo que te produzca placer, como leer un buen libro o escuchar tu música preferida. Todo esto producirá en tu organismo y en tu mente, la relajación suficiente para que concilies el sueño de forma más relajada, lo que redundará en una caída en el nivel de estrés.

Conocer y ser conscientes de las causas que desencadenan el estrés, es una de las formas más eficaces para poder disminuirlo, por lo que debes basar la estrategia para reducirlo en tres pasos importantes:

• Alimentación basada en una dieta equilibrada.
• Hacer ejercicio físico con la práctica de diferentes deportes.
• Dormir entre 7 y 8 horas diarias.

Los suplementos alimentarios también pueden ayudar a reducir el estrés, siempre que sigas una dieta equilibrada, y no consumas alcohol ni tabaco, de forma desmesurada. Fumar y beber provocan ansiedad y debes buscar la forma de eliminarlos de tu vida.