¿Se puede detener la progresión de la miopía infantil?
Miles de padres angustiados por la salud visual de sus pequeños, preguntan frecuentemente a los oftalmólogos y optometristas sobre la posibilidad de hacer algo para detener la progresión de la miopía.
Hasta hace poco tiempo, la respuesta era negativa. Había poco o nada que hacer para frenar el avance de la enfermedad, más allá de controlar la visión mediante el uso de gafas graduadas.
La buena noticia es que, los especialistas de las Clínicas Novovisión, han contrastado los resultados de años de investigaciones sobre posibles tratamientos para frenar la miopía en menores de edad, convirtiéndose en pioneros.
El resultado es fascinante. La aplicación de un tratamiento sencillo y libre de molestias reduce de manera significativa el número de dioptrías de miopía que sufrirá el paciente al final del desarrollo del padecimiento visual.
Se trata de un hecho que ha sido estudiado y comprobado durante 15 años, por múltiples investigaciones.
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Es posible disminuir la velocidad de progresión de la miopía
Ante el panorama actual, la mejor forma de disminuir la velocidad con la que se deteriora la visión en casos de miopía en niños de 2 años, es la consulta temprana.
De este modo el especialista podrá realizar estudios personalizados y determinar la frecuencia del tratamiento y dosis.
¿En qué consiste el tratamiento para evitar la progresión de la miopía infantil?
Se trata de un tratamiento muy sencillo, basado en un colirio especial que tiene la capacidad de paralizar la acomodación ocular, evitando que el ojo continúe con el proceso que lleva a la miopía.
Con esto, se logra reducir de forma significativa el grado final de la miopía en el ojo adulto. Es un tratamiento simple, económico, práctico y muy efectivo.
Básicamente, lo que logra el tratamiento “antimiopía” es detener el crecimiento anormal del ojo, anulando los cambios bioquímicos que se asocian con dicha anormalidad.
Adicionalmente al colirio con fármacos, se utilizan lentillas y se indica una alimentación adecuada, práctica de deportes y, en general, el desarrollo de un estilo de vida saludable.
Sería ideal que el protocolo de tratamiento comience a partir de los 2-3 años, cuando la miopía se encuentra en ETAPA I de desarrollo, o cuando se evidencian cambios cercanos a la ETAPA II.
¿Quién es buen candidato para este tratamiento?
En general, los candidatos adecuados son:
- Pacientes con aparición temprana de la enfermedad.
- Niños con antecedentes familiares de miopía.
- Niños que ya poseen de 3-4 dioptrías.
¿Por qué es importante frenar la progresión de la miopía?
La miopía es un defecto visual que dificulta la capacidad de ver a distancia, por lo cual su control resulta importante para mejorar la calidad de vida de los pequeños.
Es usual que entre los 8 y 12 años, el padecimiento se agrave a una velocidad acelerada, por lo cual el tratamiento temprano es la mejor opción para evitar llegar a este punto. De ese modo, el niño podrá disfrutar de las actividades propias de su edad, sin riesgos a sufrir accidentes por una visión deficiente.