Consejos para seguir una dieta saludable sin desistir
Al inicio de cada año es común que las personas se propongan cambiar el estilo de vida que llevan, por uno más saludable. Muchos deciden hacerse miembros de un gimnasio, algunos se animan a caminar todos los días por el parque en las mañanas y otros transforman por completo sus hábitos alimenticios, proponiéndose seguir una dieta que les permita quitarse esos kilos de más y sentirse mejor.
Todo eso es muy positivo, pero la mayoría termina rindiéndose a la mitad del camino por falta de voluntad, desánimo o, porque los cambios asumidos han sido demasiado bruscos.
Lo cierto es que seguir una dieta saludable no es difícil, no tiene porqué suponer grandes sacrificios, restricciones o solo tener como objetivo bajar de peso. Se trata pues, de ir asumiendo hábitos sanos a un ritmo razonable, de modo que, lejos de ser un gran impacto para el organismo, éste lo vaya asimilando poco a poco para que los cambios generados sean permanentes e incidan de manera positiva en la salud y bienestar integral.
Teniendo clara esta premisa, vamos a aportar algunos consejos para adoptar buenos hábitos alimenticios y seguir una dieta saludable sin desistir.
Una de las claves principales para lograr el objetivo es ir incorporando hábitos que podamos cumplir todos los días, sin que ello signifique un gran sacrificio. Por ejemplo, si nos gusta mucho el helado, no podemos eliminarlo completamente de nuestra dieta porque al final no nos resistiremos a la tentación de comerlo y, lo más probable es que terminemos comiendo el más grande de todos. El truco está en moderar las porciones, si antes comías 2 helados a la semana, ahora come solo uno. Eso es un buen comienzo.
Ayudarnos con suplementos que bloquean la absorción de grasa es otra excelente estrategia a incorporar en los hábitos de consumo y además, es un gran complemento para nuestro plan de nutrición. Estos suplementos podemos conseguirlos en la farmacia Edelweiss Andorra, junto a medicamentos que influyan positivamente en nuestra memoria, en la producción de colágeno, energía y más.
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Comer variedad de alimentos
Tenemos que saber que nuestro organismo necesita más de 40 nutrientes para funcionar de forma óptima y ningún alimento los contiene todos. Por eso, ampliar la variedad de lo que comemos es tan importante para nuestra salud en general.
Consumir alimentos ricos en hidratos de carbono
Muchos se prohíben alimentos ricos en hidratos de carbono como el pan, la pasta, el arroz, cereales o patatas porque los consideran negativos para lograr bajar de peso. Pero esta aseveración está muy lejos de ser verdad, ya que un poco más de la mitad de las calorías que provienen de este tipo de alimentos las necesitamos en nuestra dieta.
No obstante, a través de estos podemos aumentar la ingesta de fibra, aportada por el pan integral, pastas o arroz integrales y otros cereales que no contengan azúcares dañinos.
Las frutas y verduras no pueden faltar
Todas son deliciosas, pero lamentablemente la mayoría de las personas no las consumen en las cantidades necesarias. Lo ideal es comer entre 3 y 5 raciones de frutas y verduras por día. Probar nuevas recetas que promuevan una sana nutrición es lo que siempre nos recomendarán médicos y especialistas.
Es bueno usar suplementos dietéticos
Hicimos mención a ello anteriormente, pero es importante recalcar que es positivo complementar nuestra nutrición con suplementos de dietética para asegurarnos que estamos consumiendo las vitaminas, minerales y nutrientes que el cuerpo necesita, mucho más si la intención es llevar a cabo un plan de entrenamiento. Recuerda que para conseguir resultados cuando se trata de bajar de peso, tonificar músculos y reducir grasa corporal, el 60% depende de la alimentación y el 40% de la actividad física. Para estos casos, el mercado actual ofrece una amplia gama de productos que son efectivos para la reducción de grasas, aportan energía y permiten depurar el organismo.
Sentirnos bien es indispensable
Uno de los grandes errores que se cometen a la hora de seguir una dieta es pasar hambre. Esto conlleva a sentirnos agotados, sin energías y trae como consecuencia inevitable echar todo de lado y continuar con los antiguos hábitos. Por eso la meta real que intentamos alcanzar es sentirnos bien.
Mantener un peso saludable no puede convertirse en un proceso traumático. Los pequeños cambios que hagas llegarán a formar parte de tu rutina de manera natural porque no supondrán sacrificios, ya el mismo cuerpo se habrá encargado de adoptarlos con normalidad.
Por último, recuerda que el sobrepeso eleva los riesgos de padecer enfermedades de todo tipo; muy graves en su mayoría. Problemas cardiovasculares, en huesos, articulaciones y hasta cáncer, son solo algunas de estas. Por eso, tomar la decisión de cambiar malos hábitos de nutrición y comenzar a practicar cualquier tipo de actividad fìsica, sin importar su grado de intensidad, será determinante para mejorar nuestra calidad de vida.