Dormir bien es uno de los pilares básicos de la salud

Desde que somos niños se nos ha explicado la importancia de dormir bien y descansar. Es uno de los pilares clave en el bienestar de cada individuo, construyendo así un ciclo vital basado en la salud. Por tanto, no podemos dejar de lado este momento del día, porque hay mucho en juego.

Una de las tristes realidades en la sociedad contemporánea es la falta de sueño. Gracias a las decenas de productos que ayudan a mantenerse despierto, las personas han encontrado la forma de aprovechar más los días, ya sea para trabajar o cualquier otra actividad. Pero la realidad es que esto afecta directamente a nuestra salud y las organizaciones se han manifestado al respecto.

Según estudios, las horas de sueño diarias están estipuladas por edades, por lo que nadie se escapa a esta norma y saltársela tiene consecuencias a largo plazo, ya que dormir bien es calidad de vida.

Así pues, los adultos entre los 18 y los 64 años deben dormir entre 7 y 9 horas diarias. Quizás sea ésta, la etapa vital que más peca de dormir poco, por lo que la concienciación social debería encontrar un nicho en este rango de edad para potenciar la importancia de las horas de descanso.

Los niños pequeños, si bien es cierto que se respeta más la normativa, también es mucho más variada. Entre el año y los 2 años, está estipulado un margen de entre 11 y 14 horas. Algo que va disminuyendo a medida que crecen, pasando de 10 a 13 horas entre los 3 y 5 años, de 9 a 11 entre los 6 y 13, y de 8’5 y 10 al llegar a la edad adolescente.

Los ancianos, por otro lado, lo más saludable es que el número de horas ronde las 7 u 8 horas, a pesar de que es muy posible que la propia calidad del sueño disminuya con el paso de la edad.

¿Por qué es tan importante dormir bien?

Puede que en una sociedad en constante movimiento y con poco tiempo de descanso sea complicado entender la importancia del dormir, pero es una realidad demostrada y tiene diferentes razones de ser. Así que vive bien duerme mejor, porque es algo fundamental en nuestro desarrollo.

El sueño está dividido en cinco fases, un descanso que comienza en el adormecimiento. La primera fase supone menos del 5% del total. Le sigue la fase 2, el sueño ligero, donde disminuyen la actividad muscular y fisiológica. Las fases 3 y 4 son las del sueño profundo, el momento donde el cuerpo más se recupera. Y, por último, la fase 5, la fase REM.

En esta fase REM, período que sigue en investigación por los científicos, pero que ya está considerado como uno de los momentos más importantes del sueño, los recuerdos se fijan en la memoria y se descartan aquellos poco relevantes. El mayor desarrollo del cerebro se produce en esta fase, que ocupa el 20% del total del sueño; así como la mejora de algunas funciones motoras como la percepción visual.

Es, por tanto, indispensable cuidar este momento del día. Dormir no es sólo descansar para continuar el trabajo al día siguiente, sino que pasan demasiadas cosas en nuestro organismo como para saltárselas.

Consejos para dormir mejor

Los consejos para mejorar el momento del sueño son múltiples. Muchos son los factores que influyen a la hora de dormir, por lo que es muy difícil contarlos todos.

Uno de los principales, es la importancia de tener el mejor colchon que nos ayuda a descansar. Es decir, no sólo dormiremos más, sino que además la espalda y cervicales no sufrirán el desgaste que pueden llegar a sufrir de no tener un buen material.

La importancia de tener una rutina marcada con los horarios bien establecidos es algo fundamental. Las comidas diarias, las duchas, las horas de trabajo, las de ocio, etc…, son momentos que, si se logran seguir cada día de una forma similar, establecer el momento de dormir será mucho más sencillo.

Limitar el uso de la televisión también es otra recomendación clave. El “prime time” en España se da en un horario muy tarde y los programas terminan a altas horas de la madrugada, por lo que la audiencia debería apagar la televisión mucho antes de que finalicen. Es mejor grabar tu ‘talent show’ favorito y verlo al día siguiente, que perder horas de sueño por descubrir quién se lleva un premio.

Que la siesta no pase de 20 o 30 minutos influye directamente en el sueño que se tendrá por la noche, porque si bien es cierto que descansar después de comer es uno de los placeres más recurrente entre la sociedad, también lo es, que esto impide que se llegue a la noche con el mismo cansancio.

Por último, hay ciertos alimentos que se deben evitar en la cena. Aquellos altos en tirosina y fenilamina, como los huevos o el jamón, los ricos en vitamina C, naranjas por ejemplo, o los hidratos de carbono de absorción lenta, como la miel o el pan integral.

De cumplir esto, es muy posible que la calidad del sueño aumente de forma inmediata, cumpliendo así con un modelo de vida mucho más saludable.

Sin un buen colchón no hay calidad de sueño

Como se ha adelantado previamente, el hecho de tener un buen colchón y una buena almohada influye de muchas maneras diferente en el bienestar del individuo, buscar la mejor opción no siempre es sencillo. Pero, hay una empresa sobre la que cada vez comenta más gente: colchon Morfeo, el colchon perfecto.

Colchón Morfeo ha demostrado a miles de clientes que sus colchones están por encima de la media. Gracias a sus materiales de calidad, los compradores pueden disfrutar de un sueño profundo, provocando un aumento directo en el nivel de la salud.

Porque la espalda y el cuello pueden llegar a sufrir grandes dosis de dolor por culpa de un colchón defectuoso. Los muelles rotos son una de las principales causas que se ponen por medio del sueño de aquellos que los sufren, por lo que renovar la habitación puede ser una opción muy acertada.

No sirve cualquier opción, por lo que es necesario ser consecuente con todo lo explicado anteriormente, y dar al sueño, la importancia que merece.

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