La importancia de iluminar bien nuestro hogar
A todos nos gustaría tener una casa en la que la luz natural llegara a cada rincón para que durante el día no hiciera falta gastar electricidad. Sin embargo, lo más habitual, sobretodo en las ciudades, es que nuestra casa tenga una gran cantidad de lámparas destinadas a diferentes usos y momentos.
La iluminación de cada espacio parte de una pregunta primordial: ¿Qué función va a tener esa estancia en nuestra vivienda?. Una vez encontrada su respuesta, podemos pasar al diseño y disposición de las distintas luminarias y, finalmente, a la que posiblemente es tu parte favorita, la elección de las lámparas. Este proceso te ayudará a conocer los distintos tipos de iluminación y a saber elegir, utilizando sitios de compras online como lampara.es, que con iluminación LED podrás ahorrar más del 90% de los costes en electricidad, reduciendo las emisiones de CO2, teniendo como recompensa una excelente iluminación en el espejo del baño, por ejemplo, con el aplique de espejo para el baño, que es tan necesario.
Una vez diferenciadas las diferentes zonas de la casa y sus funciones, tienes que saber qué tipo de iluminación es la adecuada para cada una, esto implica conocer su intensidad y su temperatura. La intensidad de la luz viene determinada por los lúmenes de la bombilla que utilicemos, a mayor número de lúmenes, mayor intensidad. Para los espacios de trabajo en los que tengamos que pasar largo rato concentrados se aconseja una intensidad no menos a los 500 lux, además, en un espacio así será de gran importancia la temperatura. Esta viene determinada por los grados Kelvin, cuanto más alto sea el número de grados, más fría será la luz que emita. Para las zonas de trabajo son totalmente recomendables las luces neutras acercándose a frías, entre los 5.000 y los 10.000 grados Kelvin dependiendo del tipo de trabajo.
En cambio, para los espacios más hogareños, en los cuales lo que buscamos es relajarnos y desconectar, son recomendables las temperaturas cálidas. Estas son más acogedoras y hacen que nuestro cerebro descanse, además, en este tipo de estancias es aconsejable tener la posibilidad de iluminarlas de diversas formas, por ejemplo, por si aumenta el número de gente, varía la luz natural o pasamos de leer a ver la televisión. Por todo esto se recomienda la incorporación de reguladores de luz, para poder ambientar el espacio a nuestro gusto.
La iluminación de la cocina ha tenido, afortunadamente, grandes cambios en los últimos años. Habitualmente las luces que encontrábamos en esta estancia eran una o varias en el techo más otra que venía incorporada en la campana extractora. Este tipo de iluminación hacía que, mientras cortábamos la verdura o servíamos el café, nuestro cuerpo arrojara su sombra directamente sobre nuestras manos, dificultando la visión de la bancada. Por ello, se han incorporado luces de led en las partes inferiores de los muebles de almacenaje de la pared, solución que además permite apagar la luz principal y cocinar nuestro plato favorito tan solo con ella. La intensidad de las luces de la cocina estaría entre los 100 y 200 lux.
Aparte de todos estos consejos, también hay que tener en cuenta la eficiencia energética de las bombillas que utilizamos, procurando que sean lo más respetuosas con el medio ambiente. De esta forma conseguirás iluminar tu casa de acuerdo a tus necesidades y evitarás forzar la vista o tener dolores de cabeza por falta de luz.