La necesidad de un buen fotógrafo de bodas

Pocos momentos y experiencias se viven en una vida como los que proporciona una boda. Considerado popularmente como uno de los eventos personales más importantes, lo habitual es no reparar en gastos para que todo salga a la perfección. Pero una celebración de estas características no es solo para un día, debe recordarse para siempre. Por eso la elección de un fotógrafo especializado en bodas es tan importante.

Un fotógrafo de bodas es ese profesional que empaquetará en hermosas imágenes un momento perfecto. Al igual que no se reparan en gastos para crear un ambiente bonito, que se sirvan los mejores manjares en el catering, o se invierte profusamente en un espacio donde disfrutar del evento, tampoco se debería restar presupuesto en la elección de un buen fotógrafo.

Y es que este es el profesional que permitirá que en el futuro se vuelva a vivir esta celebración con una intensidad parecida, una y otra vez. Elegir a un profesional bueno frente a otro malo no es solo una cuestión de precios, sino de recuerdos. Quién es el más capacitado para recoger un presente radiante para que en el futuro se vuelva a brillar con similar intensidad es lo que cabría preguntarse.

Diferencia entre un fotógrafo bueno y otro malo

El dinero no es la única diferencia entre contratar a un buen fotógrafo y al familiar que, aunque tenga una buena cámara, desconoce los fundamentos de la fotografía. Para elegir entre un fotógrafo de bodas profesional y otro que no lo es, que quiere aprovechar la ocasión para ganarse unos euros, se exponen las siguientes reglas.

Fotografo de boda

Su propio negocio de éxito

Todo fotógrafo que se dedique a este negocio tendrá su propio establecimiento, estará dado de alta en la Seguridad Social y ofrecerá presupuesto y factura por sus trabajos. Pero, aun así, los hay buenos y malos. Para distinguirlos bastará en primer término conocer las referencias recibidas por sus propios clientes, buscar en foros especializados o en su propia web para comprobar que tiene buenos comentarios por su trabajo.

Cada ciudad tiene un fotógrafo de referencia, ese que conoce los mejores lugares o la luz e iluminación que tienen determinados rincones. El que consigue sacarle el máximo partido a su trabajo.

Ejemplo de referencia es el fotógrafo de bodas en Burgos: Fotografía Fuentes, considerado el referente entre todos los fotógrafos en Burgos, como así lo demuestran sus premios y colaboraciones; Sello de Oro en Bodas.net, pertenecientes al exclusivo grupo de fotógrafos a nivel mundial Fearless Photographer, miembros de la FEPFI (Federación Española de Profesionales de Fotografía e Imagen, FEP (Fotógrafos Profesionales Europeos) y con más de 15 años de experiencia en el sector.

Otro ejemplo de éxito es el fotógrafo de bodas en Barcelona Gerard García, posiblemente el fotógrafo de Barcelona más demandado para las fotos de boda y preboda de toda la Ciudad Condal. Un especialista en colocar a los novios como protagonistas de una verdadera historia de amor contada en fotos. La naturalidad es su seña de identidad, dando a cada foto ese toque de creatividad que hace que las fotos nunca pasen desapercibidas ni envejezcan.

El punto de vista

Directamente relacionado con la facultad de los fotógrafos mencionados anteriormente, debemos destacar una diferencia fundamental entre un fotógrafo bueno de otro que no lo es. Ese punto diferenciador no está en la calidad de la cámara fotográfica, no hay que cegarse al ver un último modelo. Si no se sabe destacar en las fotos, poco importa el valor de la máquina de fotos.

La diferencia radica en el punto de vista que sea capaz de encontrar el fotógrafo que le haga sobresalir en cada foto, consiguiendo desmarcarse de lo cotidiano, de las fotos de siempre. La creatividad y el conocimiento de su profesión proporcionan esa cualidad tan escasa. Las imágenes deben impactar, no solo resaltar la belleza del momento, también la intimidad o la espectacularidad deben acompañar a según qué fotos.

La realidad no tiene por qué capturar el momento más hermoso, la mezcla entre lo real y lo figurado orquesta la foto perfecta.

El trabajo realizado

Es importante ver la obra del fotógrafo, observar los encuadres, la composición, el montaje final. El fotógrafo debe tener experiencia en estos trabajos y resultar siempre diferente de uno a otro, demostrando que las fotos dependen del momento, de los protagonistas, del ambiente y para cada evento es capaz de captar su propia esencia. Un fotógrafo con poca calidad solo fotografía objetos y gente, no alcanza a captar el espíritu de la celebración.

El buen fotógrafo de bodas debe ser además de creativo, profesional, y tener cualidades de artista, tiene que diferenciarse de los demás en cuanto a la mencionada composición, pero también ser atrevido, captar la verdadera esencia de los modelos o protagonistas, ser bueno editando, conocer y dominar la profundidad de campo, la iluminación, saber lo que está contando (la narrativa), amar lo que hace y ser original.

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