¿Cuál es la mejor planta para vivir en un edificio? Descúbrelo con Kampodomo
Al buscar un nuevo hogar en el que vivir, si se trata de un edificio con varias plantas, es fundamental elegir bien. Sin embargo, no se trata de una tarea fácil porque a priori puede ser complicado saber cuál es la mejor planta para vivir.
Para arrojar algo más de luz a este tema hemos estado hablando con Kampodomo, una promotora con sede en Madrid y un amplio recorrido dentro de su sector. Ellos nos han explicado cuáles son las opciones a barajar y cuáles sus pros y sus contras.
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La respuesta está en ti, pero esto es lo que tienes que valorar
Cuál sea la mejor planta para vivir dentro de un edificio depende sobre todo de la persona que va a vivir en ella, de sus preferencias y sus gustos.
Pero, para no cometer errores, es sumamente importante valorar cuáles son las ventajas y desventajas de vivir en cada planta. Por eso, vamos a analizar cada una, de abajo a arriba, de la mano de Kampodomo.
La planta baja
Son muchas las personas que prefieren vivir en la parte de abajo de un edificio y, de hecho, esta es una planta que tiene una alta demanda. Quizás la principal razón sea que en muchos casos el bajo tiene acceso a un pequeño patio al que pueden asomarse los demás vecinos por la ventana, pero que solo puede disfrutar el que vive abajo.
Para las personas que tienen niños, tener este patio a su disposición es siempre una ventaja a considerar, ya que los pequeños pueden desahogarse jugando en libertad en él. También es un aliciente para aquellos a los que les encantan las plantas y quieren tenerlas en el exterior.
En el caso de las personas mayores, vivir en el bajo también es una ventaja, ya que si hay algún problema con el ascensor, no tendrán que coger las escaleras para llegar a su hogar.
Por supuesto, también hay algunos inconvenientes de vivir en el bajo. Por ejemplo, que los vecinos ven sin problema lo que sucede en el patio. Además es una planta en la que se escuchan especialmente bien los ruidos de la calle y que resulta más sombría. A lo que hay que añadir que es la menos segura, por ser la más fácilmente accesible a través de las ventanas.
La primera planta
Lo cierto es que el primer piso no tiene demasiado éxito por lo general, siendo una opción para las personas menos exigentes. Hay que tener en cuenta que este piso tiene prácticamente los mismos inconvenientes que el bajo, ya que no suele ser muy soleado y sigue siendo relativamente fácil de acceder. Además, le llegan más los ruidos de la calle.
Sin embargo, no tiene la posibilidad de acceder al patio. Y en caso de avería en el ascensor, aunque solo hay que subir una planta, ya es necesario coger las escaleras. Pero no todo son inconvenientes, ya que los primeros pisos también tienen ventajas.
Una de ellas es que las temperaturas no son tan extremas como en las plantas altas, y otra que suelen ser pisos más baratos, como nos explican en Kampodomo.
Las plantas intermedias
De los pisos intermedios tenemos que destacar que no tienen grandes ventajas ni tampoco inconvenientes importantes, aunque sí hay algunos aspectos a tener presentes tal como nos recuerdan en Kampodomo.
En primer lugar debemos tener en cuenta que los pisos que se encuentran en estas plantas se encuentran bien resguardados, por lo que el frío no se hace tan presente en ellos como en la planta más alta.
También se debe valorar que estos pisos permiten una buena entrada de la luz natural y que, por su altura, reciben menos ruido de la calle. Además, si son pisos que tienen una cierta altura, es muy posible que tengan vistas, un aspecto muy valorado por gran cantidad de compradores.
Ahora bien, también hay algunos puntos en contra en estos pisos que no se deben olvidar. Por ejemplo, el hecho de que tengan vecinos arriba y abajo, lo que hace que sean más susceptibles a sufrir problemas de ruido. Además, el hecho de tener vecinos abajo también hace que los vecinos se puedan quejar por los ruidos producidos en el suelo.
Por otra parte, al tener una cierta altura, estos son pisos a los que normalmente se accederá en ascensor. Esto no es mayor problema, salvo que este se estropee. También puede suponer un inconveniente llegado el momento de comprar muebles que no quepan en el ascensor y que tengan un peso importante.
El ático
En Kampodomo nos explican que el ático es sin duda alguna la joya de la corona. De hecho, su precio suele ser más alto que el de los pisos de las demás plantas, una diferencia que puede llegar a ser muy considerable en ciertos edificios.
Y es que el ático es el piso con mejores vistas, algo muy codiciado y que incluso condiciona en buena medida a muchos compradores. Un valor que cobra especial importancia en zonas con un entorno bonito.
Junto a esto, hay que valorar el hecho de que si el ático tiene una terraza amplia, se puede tomar el sol con tranquilidad en ella e incluso hacer una barbacoa. Por lo tanto, se convierte en una zona de ocio al aire libre privada, todo un lujo.
A esto hay que sumarle la intimidad que supone el hecho de no tener vecinos arriba. Y además, por su altura, en los áticos no hay que soportar apenas ruidos procedentes de la calle.
En cambio, los áticos no suelen presentar desventajas más allá de su precio y de la especial dependencia del ascensor. Así pues, queda claro que estos son los pisos más valorados en cualquier edificio.
A la vista de todo lo anterior vemos que, si bien el ático puede ser la mejor planta en la que vivir en un edificio, todo dependerá finalmente del usuario, tal como nos recuerdan en Kampodomo.