Motivos para viajar a Polonia
Hermosos cascos antiguos, arquitectura medieval, impresionantes bosques y playas de arena fina, una animada vida urbana, una cultura excepcional y una gastronomía excelente e imaginativa… Polonia es un país de los que atrapa al viajero que, si bien no es un destino turístico europeo tan conocido como Francia o España, sí que cuenta con grandes motivos para que le hagamos una visita, con este artículo esperamos desvelar algunos de los más atractivos.
Polonia es un país que destaca sobre todo por sus urbes, estupendamente conservadas y cuidadas, entre las visitas obligadas cuando decidimos viajar a este país, tenemos ciudades que sí son bastante conocidas: Cracovia y Varsovia, sobre todo, donde la tradición y la modernidad se funden creando un estilo de vida muy particular, 100 % polaco.
Cracovia es una ciudad de gran belleza que no te arrepentirás de conocer, de hecho, estamos casi convencidos de que te quedarás con ganas de más y estarás deseando volver. Su centro histórico es de lo más original, aunque fue restaurado después de la Segunda Guerra Mundial. Su plaza mayor es impresionante, una de las más grandes del continente europeo, y tiene el privilegio de contar con una universidad que es de las más antiguas del mundo. Si decides visitar Cracovia, obligada visita merece el barrio judío, y también es muy recomendable hacer una salida al campo de concentración de Auschwitz y a las minas de sal.
Si estás pensando ya en hacer las maletas y viajar a Cracovia y quieres ampliar la información sobre qué ver en Cracovia, solo tienes que acceder a este enlace que acabamos de dejar para ti, mientras tanto nosotros seguimos por nuestro recorrido por Polonia, con otra de sus ciudades más conocidas: Varsovia.
Visitar Varsovia, la capital de Polonia, es obligado si queremos empaparnos de la historia del país. Una ciudad de las grandes olvidadas en los libros de textos, donde no nos cuentan que fue destruida en su totalidad en la Segunda Guerra Mundial, por lo que la parte antigua de la ciudad fue completamente reconstruida piedra a piedra. Su arquitectura y sus parques, que tienen un ambiente muy especial durante el verano, son motivos más que suficientes para no dejar pasar la oportunidad de viajar a Varsovia, pero si quieres saber qué hacer en Varsovia, sigue este enlace que acabamos de dejar para ti.
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Polonia, mucho más por descubrir
Aunque Cracovia y Varsovia son las ciudades más representativas cuando pensamos en Polonia, hay otros muchos destinos dentro de este país que bien merecen la pena, como Breslavia, Toruń o Gdansk, ciudades en las que te esperan cantidad de museos, teatros llenos de actividad cultural y una vida nocturna muy ambientada.
La naturaleza de Polonia es exuberante, sus montañas salvajes sus parques nacionales y sus playas te harán quitarte rápidamente esa idea equivocada que muchos tenemos de que se trata de un país gris y aburrido. Por el contrario, te maravillarás con sus paisajes de contrastes, una diversidad bastante sorprendente, entre la costa báltica, ideal para los meses de verano, y las montañas que encontrarás al sur del país, como los montes Tatras en Zakopane o las montañas Beskidy. Entre sus parques nacionales, destacamos el Białowieża, situado al este, un bosque primario que se localiza en la frontera con Bielorrusia y que es una de las reservas más grandes de bisontes salvajes de Europa.
La gastronomía de Polonia
La cocina polaca tiene claras influencias de la gastronomía eslava, turca, húngara, alemana, judía y francesa.
Las principales características de sus platos es que son contundentes y de sabores fuertes, pero no picantes. Los ingredientes están muy relacionados con el campo, pues Polonia es un pueblo que trabaja la tierra, y predominan los platos con verduras con los que se elaboran sopas y platos deliciosos para sobrellevar mejor los meses de invierno.
En verano, se consume mucho pescado fresco en la costa y en los lagos, mientras que en otoño destacan las setas y la carne de caza. Los desayunos son muy copiosos a base de pan, huevos revueltos, salchichas, café o té. El almuerzo suele ser también bastante contundente y estar compuesto por tres platos, habitualmente sopa, carne o pescado y postre, y las cenas son más ligeras. En cuanto a la bebida, el té y la cerveza son las más populares en Polonia.
La hospitalidad de sus habitantes
A veces nos sorprendemos por las alabanzas que leemos sobre la hospitalidad de los lugareños de un país, pues al llegar a ellos solo nos topamos con frialdad. Pero eso no te ocurrirá en Polonia. Los polacos están siempre encantados de enseñarte con orgullo la belleza y el encanto de su país, así como mostrarte su cultura. No dudes en entablar amistad con alguno de ellos si tienes oportunidad y podrás experimentar realmente la vida en Polonia y conocer a fondo su idiosincrasia, que es, en definitiva, lo que nos traeremos de vuelta a casa.