¿Por qué es importante reciclar metales?

El metal es uno de los materiales industriales más contaminantes del planeta, tanto por su presencia en el medio ambiente como desecho o “chatarra”, como por la considerable cantidad de recursos y energía que se consume para la explotación de metales en bruto, en yacimientos que poco a poco se han ido agotando.

A diferencia del papel, el metal puede ser reciclado un número infinito de veces. Este proceso contribuye en gran medida a no empeorar la situación medioambiental, reduciendo la contaminación del agua, el aire y limitando los desechos derivados de la actividad minera en un 70%, además de ahorrar un 90% de electricidad en el procesamiento de materiales vírgenes.

Por todos estos motivos, el reciclado y venta de aluminio en España, así como el reciclaje de plomo, cobre, níquel y otros metales no ferrosos, se ha convertido en una alternativa bastante interesante. Quizás oímos menos sobre el tema, pero el reciclaje de metales ofrece una gran cantidad de beneficios medioambientales y económicos.

¿Cuál es la importancia de reciclar metales?

Los metales son materiales con variadas cualidades, entre las que destaca la durabilidad, la facilidad de moldeo, la resistencia mecánica y que son excelentes conductores de electricidad y calor. Es por esto que tienen infinidad de aplicaciones industriales. No obstante, lo más importante es que sus características no se debilitan ni desaparecen al ser reciclados, siendo esa la principal razón de su importancia.

El reciclaje de metales representa una serie de ventajas y beneficios, entre ellas podemos destacar las siguientes:

Reducción del impacto medioambiental

Al reciclar metales, se reduce el impacto generado por la minería. Anualmente se producen unas 784 toneladas de acero, de las cuales al menos un 43% es reciclado. Gracias a este porcentaje de material reciclado, la industria del acero tiene la capacidad de reducir el consumo energético anual equivalente a la actividad que necesitarían 110 millones de hogares durante todo un año.

Ahorro en el consumo de materias primas vírgenes

Reciclar metales es un proceso relativamente sencillo y más económico que la extracción de material virgen. El acero es el metal más común a reciclar, abundante en la “chatarra” o descarte de vehículos, electrodomésticos, máquinas, clavos y desperdicios de obras industriales y construcción.

Se pueden reutilizar de forma infinita

Los metales tienen la capacidad de conservar sus propiedades después de ser reciclados, por tanto, podemos recuperar metales de forma indefinida, siendo esta actividad considerablemente menos contaminante que la industria minera. El aluminio en particular, debe ser reciclado con mayor urgencia puesto que se produce a partir de la bauxita, un recurso no renovable.

En torno al reciclaje de metales se ha consolidado una industria bastante eficiente, dedicada a la recuperación de aluminio, cobre, latón, zinc, plomo, bronce y otros.

Dentro de la Unión Europea (UE) se recicla el 50% de los envases de aluminio, un 85% de los metales desechados en la construcción y un 95% de los metales provenientes de maquinarias y vehículos, lo cual ha generado un impacto positivo sobre el ecosistema continental y también a nivel mundial, reduciendo las emisiones de CO2 en unas 9,8 toneladas anuales.

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