5 tipos de sillas salvaescaleras ideales para personas con movilidad reducida

La accesibilidad tanto en el hogar como en diferentes espacios es un factor importante para hacer más cómoda vida de personas con movilidad reducida. Por ello, confiar en los profesionales de entidades como Elevadores Reysa  es la mejor decisión para elegir elevadores para minusválidos sin que el precio de un salvaescaleras sea un obstáculo para ello. Se trata de facilitar la movilidad de aquellos que lo necesitan en una vivienda, en un establecimiento comercial o en cualquier dependencia municipal.

Una silla salvaescaleras tiene como principal beneficio la mejora de la calidad de vida de aquellas personas que sufren algún tipo de minusvalía y que requieren de esta tecnología para poder moverse cómodamente en cualquier espacio. Por ejemplo, es habitual encontrar este tipo de sillas elevadoras en hogares de más de un piso de altura en los que vive una persona anciana con movilidad reducida y que necesita de ayuda para subir y bajar sin dificultad.

Salvaescaleras ideales

Los beneficios de estos aparatos y el incremento de su demanda como apoyo para las personas que los necesitan ha provocado una evolución positiva en cuanto a sus prestaciones. Hoy, existe un gran catálogo de posibilidades para satisfacer cualquier necesidad en cuanto a la movilidad dentro de un espacio determinado. Además, si lo que se necesita es un manual de instrucciones, basta con entrar en este enlace o buscar en Internet «silla salvaescaleras manual» o «silla salvaescaleras manuales».

Tipos de sillas salvaescaleras

Antes de decidir qué elevador para minusválidos se quiere instalar, se han de tener en cuenta diversos elementos. El primero, es en qué espacio se requiere de su uso, es decir, si es una vivienda, un comercio o incluso en dependencias municipales. Segundo, las necesidades específicas en casa caso y, por último, la capacidad económica. Una vez estas claves estén claras, será más fácil buscar la silla salvaescaleras perfecta entre todos los tipos que existen.

Sillas salvaescaleras rectas

El modelo más habitual de elevadores para minusválidos es la silla salvaescalera recta, es decir, el elevador que transporta de un punto a otro, en un corto trayecto en línea recta, a la persona que lo necesita. Su composición es sencilla: un asiento sobre un motor que va conectado al raíl sobre las escaleras y que se pone en marcha mediante un accionador situado en uno de los reposabrazos de la silla.

Este tipo de salvaescaleras es el que suele verse en rellanos de comunidades de vecinos o en entradas a establecimientos comerciales o dependencias municipales que han decidido apostar por la accesibilidad para las personas con movilidad reducida. Incluso también las hay para piscinas, para facilitar la entrada y salida del agua.

Sillas salvaescaleras curvas

Hablamos ahora de modelos de una función y composición idéntica al anterior, pero con la diferencia de que instalación es óptima para trayectos de elevación en los que se deberá realizar una o varias curvas. Son casos que se dan en escaleras de doble tramo. Entre los modelos destacados del mercado se encuentran las sillas salvaescaleras curvas Platinum Flow II  Vango.

Elevadores unifamiliares

Cuando nos referimos a un elevador unifamiliar, nos estamos refiriendo concretamente a un ascensor diseñado específicamente para una vivienda o un edificio que desde su construcción no contaba con ascensor, pero se ha colocado un elevador para hacer más cómoda la movilidad de los vecinos con minusvalía.

Su funcionamiento suele basarse en un sistema de impulsión a través de mecanismos hidráulicos y, a su vez, cuentan con un sofisticado sistema de seguridad equipado con luz de emergencia, teléfono de emergencias, parada automática o incluso sistema de rescate automático. En cuanto a acabados, puede elegirse el que más gusto o el que mejor se adapte a la estética del espacio en el que se quiera instalar.

Salvaescaleras portátil

Si ponemos la practicidad como elemento primordial a la hora de escoger un salvaescaleras, la mejor opción siempre será una silla salvaescaleras portátil. Son elevadores que no van sujetos a  los escalones o a un raíl, sino que son modelos que se pueden utilizar tanto dentro de un edificio como fuera para superar los desniveles que se presenten. Además de portátiles, suelen ser plegables, lo que aumenta su comodidad de uso y transporte.

Existen varios modelos con diferentes prestaciones, pero todos tienen en común las características de seguridad obligatorias para su uso tanto en interior como en exterior como el autobloqueo automático y su control mediante el sistema ‘Start Stop’, sencillo para el usuario. Cabe destacar también que son sillas que ofrecen una gran comodidad.

Plataformas salvaescaleras

Llegamos ahora a las plataformas salvaescaleras, cuya instalación y función es similar a la de las sillas: se trata de una base que va conectada a un motor y, además, anclada a un raíl que marca el trayecto para superar la elevación de escaleras o rampas. También puede instalarse tanto para trayectos rectos como curvos, y la principal diferencia radica en que, al ser una plataforma ancha, se utiliza para favorecer la movilidad de personas en silla de ruedas.

Por este motivo, se trata de elevadores diseñados para soportar un mayor peso que el resto, con una capacidad media de unos 250 kilos. Además, para mayor seguridad, los actuales modelos cuentan con un sistema de renivelación automática para evitar caídas.

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