¿Qué ventajas puede ofrecer el alquiler de un piso a un particular?
Si estás pensando en alquilar un piso, una de las opciones más demandadas en la actualidad se trata del alquiler a particulares. Por lo que si quieres saber todas las ventajas que ofrece este tipo de alquiler, así como los aspectos a tener en cuenta durante este tipo de trámite, sigue leyendo el artículo.
Contenido
Principales ventajas
Alquilar un piso a particulares es algo bastante común en la actualidad, ya que se trata de un trámite donde no intervienen terceras personas, es decir, agencias inmobiliarias. Las ventajas de esta forma de alquiler pueden ser numerosas, entre ellas podemos mencionar las siguientes:
Amplio mercado
El mercado inmobiliario en España está definido en su mayoría por dueños particulares, que en lugar de usar agencias intermediarias para poder alquilar sus pisos, éstos se encargan de alquilarlo de forma directa con las personas interesadas.
No se trata de algo que solo se pueda realizar en algunas ciudades, sino que se lleva a cabo en toda España
¿Por qué esto ofrece tantos beneficios? Porque son muchas las ofertas que se pueden conseguir en el mercado, lo cual acerca más a la hora de poder vivir en un piso adaptado a las necesidades y gustos.
Además, no se está limitado por el número de ofertas que pueda ofrecer una agencia inmobiliaria, sino que las opciones son más numerosas.
Negociación
El trato directo con el dueño del inmueble puede ofrecerte mayores posibilidades de negociación, esto permite conseguir un precio menor por el alquiler del piso, algo que seguro puede beneficiar a las dos partes.
Además, es posible negociar con éste la forma de pago, las cuotas y todo lo necesario para que el alquiler del piso sea más asequible para el bolsillo.
No se debe olvidar que al realizar los trámites por una agencia inmobiliaria, es posible que uno se pueda encontrar limitado por las cláusulas determinadas por ésta, evitando así cualquier tipo de negociación que pueda venir mejor.
Sin comisiones
Se podrán conseguir mejores precios a través del alquiler a particulares, dado que de esta manera será posible evitar las comisiones que suelen pedir las agencias inmobiliarias por el servicio que facilitan, es decir, gestionar los documentos, enseñar la vivienda, aceptar el tipo de pago, entre otros.
En este caso solo se deberá pagar el mes de fianza y la cuota correspondiente, lo cual hace más asequible el alquiler del piso, ya que el desembolso inicial es mucho menor. Siempre teniendo en cuenta que el alquiler es un servicio bastante más económico en comparación con la compra de una vivienda.
El alquiler de un piso puede llegar a ser un trámite más sencillo, práctico y rápido, si nos preocupamos de gestionar todo el proceso directamente con el propietario del inmueble, algo que puede permitir aprovechar las ventajas que ya hemos mencionado para la ocupación de una nueva vivienda.
Factores a tener en cuenta
Una vez que te hayas decidido por el trato directo para el alquiler del piso, existen varios aspectos a tener en cuenta para encontrar la vivienda ideal, tanto dentro de tus gustos como a nivel legal.
Visita la vivienda
Antes de formalizar cualquier contrato es recomendable que puedas realizar una visita al piso.
De esta manera podrás echar un vistazo a cada una de sus habitaciones, podrás comprobar si el servicio de agua y luz funcionan correctamente, si las ventanas aíslan correctamente los espacios, el estado de las paredes, del suelo y del techo, así como cualquier otro aspecto que pueda ser un problema más adelante.
En caso de que la vivienda se encuentre completamente amueblada, deberás revisar cada uno de los electrodomésticos para saber si funcionan de forma óptima, así como el mobiliario, ya sean muebles, mesas o armarios.
Una vez hecho esto, podrás proceder a firmar el contrato de alquiler, además el propietario deberá revisar la vivienda contigo, siendo ésta una forma de poder reconocer el lugar de igual forma que en el momento de ocupar la vivienda.
Solicita la documentación necesaria
Es importante que solicites al propietario documentos que acrediten que la vivienda le pertenece y que todos sus papeles estén en regla. Entre ellos se deben encontrar la cédula de habitabilidad, licencia de primera ocupación, título de propiedad y el certificado de eficiencia energética.
Si todos estos documentos están en orden, vas a poder tener la seguridad que se trata de un trámite legal que se encuentra bajo las leyes españolas.
Negocia bien
Como hemos mencionado anteriormente, el alquiler de un piso por trato directo con el propietario, permite negociar las cláusulas del mismo.
La idea es que puedas sacar un buen rendimiento a la negociación, para así poder reducir el valor del alquiler, como firmar un contrato por un largo tiempo.
De esta manera vas a poder negociar una bajada en el precio de la renta, de manera que vas a poder ofrecer también otras garantías, aparte de las comunes al momento de firmar el contrato, para conseguir de esta manera un alquiler más económico.
Estudia el contrato
Antes de firmar el contrato, vas a tener que revisarlo detalladamente para evitar los errores más comunes en la redacción del mismo. Además, esto te permitirá saber qué cláusulas son esenciales en el contrato, y cuáles son abusivas y deben eliminarse.
Por ejemplo, se cometen muchos errores en aspectos como el mínimo de duración del acuerdo, a la hora de volver a renovar el contrato o en la actualización de la renta del alquiler del piso. Por lo tanto, debes conocer la Ley de Arrendamientos Urbanos antes de llegar a cualquier acuerdo con el propietario.
Una opción bastante recomendable es la de poder solicitar asesoría en este tipo de casos, para que de esta manera puedas contar con toda seguridad al momento de firmar el contrato.
Además, el documento debe contener toda la información necesaria para poder evitar problemas futuros, como el nombre de ambas partes, la cédula de habitabilidad, el precio del arrendamiento, las fechas en las que se debe pagar y si habrá posibilidad de prórroga, el método de pago, garantías adicionales, plazo de duración, el reparto de los gastos del inmueble, entre otros.