Viajar con perro en avión: 3 consejos fundamentales para disfrutar del vuelo sin problema
Si no puedes separarte de tu pequeño amigo, te contamos lo que hace falta para poder volar con tu perro sin problemas.
Los llaman los mejores amigos del hombre, y desde luego es la afirmación que mejor encaja con ellos. Los perros son las mascotas más comunes en los hogares de todo el mundo. Estos animalitos de cuatro patas son la elección predilecta de las familias que se plantean la idea de introducir una mascota en casa y, tarde o temprano, todas caen rendidas a los pies, o pezuñas, de estos animales por su lealtad, cariño y alegría.
Y, realmente, no solo los perros. Al final, las mascotas acaban convirtiéndose en un miembro más de la familia. La convivencia, los cuidados e incluso el apoyo que son capaces de ofrecer a sus dueños hacen que, a la larga, sean casi un pilar más de todos los que dan forma al bienestar familiar.
Por eso, cada vez son más quienes no quieren separarse de su perro o su gato cuando tienen que viajar. No tener con quien dejar a estos animales cuando debes irte de casa es una gran complicación, aunque a veces, aun teniendo con quien, hay quienes prefieren llevarlos consigo. El afecto entre persona y animal es un lazo que puede convertirse en algo tremendamente fuerte.
El problema es que viajar con perro conlleva una serie de exigencias y requisitos que pocos conocen con certeza. Hay mucho que aprender y que tener en cuenta antes de comprar un billete y volar o incluso coger un autobús para ir a un lugar cercano. Pero, si se tienen los deberes hechos, esto no tiene por qué ser un problema. Si acaso, un trámite algo más complejo de lo normal.
Aquí vamos a darte una serie de consejos para que sepas todo lo necesario a la hora de viajar con perro en avión. Desde tarifas hasta medidas de equipaje y del lugar donde debe transportarse nuestro cánido amigo para evitar problemas con las aerolíneas, que por norma general suelen compartir requisitos.
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Tu perro también necesita un billete
Como cualquier viajero, el can cuenta con su propio billete a la hora de volar. Lo primero que debes hacer es asegurarte de que haya plazas disponible para él. El máximo que puede haber en un vuelo al mismo tiempo son dos, así que si otros dos viajeros con perro han reservado antes que tú, tendrás que pensar en otro vuelo.
Según la normativa, los perros deben ir dentro de su transportín en los asientos que dan al pasillo. Es recomendable hacerse con un asiento en primera fila para ganar en comodidad tanto para ti como para tu peludo amigo.
En cuanto a los precios, estos dependen de la línea y del tipo de vuelo. Los nacionales oscilan los 30 euros por trayecto, los europeos los 50 y los de fuera de Europa 150.
Prepara todo el equipo
Independientemente del trayecto que vayáis a realizar, el perro debe estar preparado para ello. Lo primero en este sentido es elegir el transportín adecuado. Descarta automáticamente los duros, son demasiado incómodos. Apuesta siempre por los que estén hechos de tela, y asegúrate de que la ventilación sea perfecta para que no haya problemas ni de calor ni a la hora de respirar cuando se cierre.
Tras haber elegido el mejor, toca llevar a cabo el proceso más largo, acostumbrarse. Si es la primera vez que el can va a estar dentro de algo de este tipo, debe familiarizarse con él para no pasar un mal rato en el vuelo. Comienza metiéndolo 5 minutos al día con la cremallera abierta, luego empieza a cerrarla y, con el tiempo, mantenlo algo más de rato. Poco a poco se familiarizará y dejará de verlo como algo a lo que tener miedo.
¿Y qué hago en el aeropuerto?
Cuando ya hayas hecho todo el papeleo necesario en el aeropuerto, y con tiempo antes de que se proceda al embarque, ve a dar una vuelta con tu amigo para que haga ejercicio y llegue bien cansado a la hora de volar. En algunos aeropuertos tienen zonas habilitadas para los perros, pero, en caso de no haberlas, siempre podéis dar una vuelta por los alrededores.
Tras una buena sesión de juego y caminata, el perro estará más cansado y relajado. Así, podrá pasar el vuelo con mayor tranquilidad y mucho menos estrés por estar en un lugar desconocido. Y, por supuesto, asegúrate de que haga sus necesidades antes de volar, así como de que coma y beba lo que necesite.
Siguiendo estos 3 puntos principales, no tendrás ni un problema a la hora de volar con un perro. Da igual que sea un trayecto largo o corto, los perros pueden compartir viaje contigo sin ningún problema. Solo hace falta ser conscientes de que son también seres vivos y, como tal, tienen sus necesidades y requieren atención.