5 trucos que te ayudarán a comer sano después del verano
El calor, las vacaciones y la buena compañía de familia y amigos nos empujan a comer y beber más de lo habitual durante el verano. Algunas personas, especialmente aquellas que tienen unos buenos hábitos alimentarios, consiguen retomar su rutina habitual sin mayor esfuerzo pero esto no resulta sencillo en todos los casos.
Cuando llevamos una temporada con un descontrol importante en los horarios de comidas y tomando abundancia de alimentos ricos en hidratos de carbono (refrescos, cerveza, pinchos, helados, zumos, etc) nuestra sensación de hambre se ve alterada e influida y es muy normal que el cuerpo “nos pida azúcar” cada cierto tiempo, lo cual se agrava cuándo atendemos a esa “petición” e ingerimos nuevamente un alimento azucarado o rico en hidratos de carbono de cualquier tipo. Si no frenamos esta tendencia al final de nuestras vacaciones, lejos de bajar los kilos que hemos sumado con la vuelta a la rutina, lo que haremos será seguir sumando peso debido a este descontrol.
Cynthia Rodríguez, directora de nutrición de MenuDiet, nos da algunos consejos para retomar la rutina y bajar los kilos aumentados durante las vacaciones de verano. Esto resulta más sencillo si volvemos concienciados, ya que al llegar a casa la nevera está vacía y es el momento perfecto de hacer una compra sensata y cargada de alimentos sanos y ligeros:
Para tus menús de comidas y cenas de tu dieta, puedes recurrir a comprar los platos ya preparados en MenuDiet o puedes elaborarlos tú mismo en casa. Para ello, en tu cesta de la compra no pueden faltar alimentos como verduras y hortalizas variadas, legumbres y pastas o arroz integral junto a alimentos ricos en proteínas como pescados, mariscos, carnes magras y huevos. Recuerda que usar un buen aceite de oliva virgen extra es también muy importante.
No olvides añadir a la cesta de la compra los alimentos imprescindibles para hacer un desayuno completo, pues es el primer paso a la hora de controlar el hambre y la ansiedad por el dulce. Asegura los lácteos desnatados (leche y/o yogur), pan integral o cereales de desayuno integrales sin azúcar y fruta de temporada o tomate natural. Así podrás comenzar el día con una comida completa que para nada va a resultar aburrida si le echas un poco de imaginación.
Dentro del esquema propuesto de desayuno podemos tomar alternativas tan ricas y variadas como:
- Leche desnatada con café o té y tostadas con un tomate natural laminado con una pizca de aceite de oliva y orégano.
- Macedonia de frutas con yogur y cereales crujientes.
- Granizado de leche con canela, tostada con mermelada sin azúcar y fruta de temporada.
- Batido casero de leche, fruta y avena integral.
Tras un gran descontrol de comidas, el cuerpo nos va a “pedir” algunos caprichos a lo largo del día por eso es importante asegurarnos de no tener en casa alimentos conflictivos como galletas, chocolates y snack para que las únicas alternativas disponibles sean alimentos sanos como frutas, lácteos destanados, jamón york o pechuga de pavo, infusiones, etc. Mientras que nos movamos entre estos alimentos saludables y ligeros, no tiene importancia que tengamos que hacer alguna toma extra al día si realmente notamos sensación de hambre, como puede ser hacer dos tomas a media mañana o dos meriendas.
Engañar al cuerpo convirtiendo las alternativas sanas en caprichitos saludables también es una buena idea. Podemos elaborar granizados o sorbetes con frutas y edulcorante, añadir a las infusiones hielo picado, limón y/o menta o congelar los yogures para tomarlos como si fuesen un helado.
No podemos perder de vista que tras una etapa de vacaciones en la que comemos y bebemos en exceso, parte del peso aumentado se debe a la retención de líquidos. Para paliarlo es importante beber suficiente agua (al menos 1,5-2 litros/día) y hacer algo de ejercicio para mejorar la circulación de retorno y ayudar así a nuestro cuerpo a deshacerse de ese extra que nos nos hace ningún bien.
Te sorprenderá cómo con estas cinco sencillas pautas conseguirás recuperar tu peso y dar esquinazo a la ansiedad casi sin esfuerzo.