Atrévete a reparar tu patinete eléctrico

Si eres propietario de un patinete eléctrico, probablemente ya habrás experimentado alguna avería o fallo que limita el funcionamiento de tu vehículo. Además de interrumpir tus viajes, estos molestos problemas terminan generando un gasto adicional que requiere llevar el patinete al técnico a un mecánico especializado y esperar algún tiempo por su reparación.

La buena noticia es que la mayor parte de los problemas comunes que pueden surgir en estos vehículos pueden ser preparados por el propietario sin mayores complicaciones, incluso cuando se tiene poca experiencia en el tema.

Por supuesto, la reparación sólo será posible si tienes a disposición recambios de calidad para tu patinete eléctrico. El beneficio principal de solucionar las averías por cuenta propia, más allá de ahorrar un poco de dinero, es obtener la satisfacción de haber solucionado el problema por nosotros mismos y ahorrar tiempo.

¿Cuáles son las averías más comunes en un patinete eléctrico?

Entre los fallos más habituales de este tipo de vehículos, encontramos el desgaste de ciertos componentes, incluyendo problemas con la batería, fallos en el sistema de frenado y el habitual desgaste de los neumáticos. Veamos, a continuación, una lista de los problemas más comunes en patinetes eléctricos y su respectiva solución.

  • Pinchazos. Las ruedas de un patinete eléctrico tienen una vida útil promedio de entre 1.000 kilómetros y 2.000 kilómetros. Sin embargo, las condiciones del terreno pueden ocasionar pinchazos y estos pueden solucionarse de dos formas, repararse con un parche (tal como se haría con una bicicleta) o sustituyendo el neumático cuando el problema no tiene solución.
  • Ruidos. Con el uso frecuente puedes comenzar a notar algún ruido en el eje de la rueda o al girar el manillar. Normalmente se debe a la holgura en el ajuste de componentes como el mástil y el buje. Al ajustar ambos elementos, los ruidos y vibraciones deberían desaparecer.
  • Roturas. Estas suelen producirse como consecuencia de golpes o caídas del vehículo, lo cual puede ocasionar daños sobre las partes metálicas y estructurales. Cualquier daño considerable sobre estas estructuras necesitaría su sustitución.
  • Desgaste de piezas. Componentes como los piñones, las correas, los amortiguadores, la cadena y las pastillas freno, son susceptibles a un rápido desgaste. Si tienes acceso a un proveedor fiable que te asegure la disponibilidad de estas piezas, puedes realizar el cambio por cuenta propia sin mayores complicaciones.
  • Fallos del puerto de carga. Los fallos de carga suelen ocurrir por una mala manipulación. Tendrás que asegurarte de conectar y desconectar el cargador con cuidado para evitar generar holguras en el puerto de carga, lo cual, por lo general, termina generando la mala conexión.
  • Fallos del cargador. Los cargadores tienen una vida útil de entre 2 y 3 años, pero son susceptibles a sobretensiones de la red eléctrica. Cuando ocurren fallos en el proceso de carga, la solución ideal es sustituir el cargador original y optar por uno de carga rápida.
  • Fallos de batería. Es normal que la batería sufra desgaste con el paso del tiempo, disminuyendo su capacidad de carga, lo cual no supone mayor problema. No obstante, si la misma deja de funcionar, necesitarás realizar el cambio de inmediato, de lo contrario no podrás utilizar tu vehículo.

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