Cómo preparar churros de churrería

Pocas recetas son tan sencillas y están tan deliciosas como los churros; y es que ¿quién no disfruta con unos buenos churros con chocolate por la mañana? Si bien es cierto que es posible hacer la masa en casa, para hacerlos de churrería, de los de verdad, es importante tener la maquinaría adecuada. La buena noticia es que en cualquier establecimiento de hostelería, contar con churros caseros puede ser esa diferenciación que buscamos de la competencia. Además, podemos encontrar máquinas de churros a diferentes precios que pueden venirnos muy bien y adaptarse al espacio que tenemos. Vamos a mostraros un poco los secretos de este noble arte de hacer churros.

La importancia de la maquinaria

La maquinaria de hostelería es importante para que nuestros churros queden lo más profesionales posibles. Si bien es cierto que no todos los complementos son imprescindibles, hay ciertos componentes que son clave, como, por ejemplo, el dosificador de churros. Esta es la máquina en la que se deposita la masa para formar el churro. Esta masa se va presionando para que salga por la boquilla (con diferentes formas) y cae directamente en la sartén con el aceite caliente.

La sartén es, por tanto, otra pieza importante en toda churrería. Son redondas y muy amplias, aunque poco profundas. Hay de diferentes tamaños dependiendo del espacio. En una cafetería, por ejemplo, una de 14 a 22 litros podría ser suficiente.

Para hacer la masa, podemos hacerla a mano, dentro de un balde de acero inoxidable o bien con una amasadora, algo que nos facilitará mucho la vida. Asimismo, también serían importantes las paletas para amasar, la espumadera para retirar los churros y las varillas para porras, para ir formando las porras en forma circular mientras se van friendo.

A la hora de comprar estos componentes, debemos buscar una casa de maquinaria de hostelería de confianza. Inblan puede ser un buen ejemplo de calidad si buscamos, por ejemplo, maquinaria de hostelería en Valladolid. Una casa con experiencia en este tipo de productos hosteleros para poder hacer churros profesionales. 

Cómo hacer la masa de churros

Cada maestrillo tiene su librillo, o eso dicen. En el tema de los churros, también. No obstante, hay ciertas recetas básicas que pueden probarse para ir poco a poco realizando cambios para dar con nuestra masa perfecta. Un buen ejemplo sería la siguiente:

  • 1.200 cc de agua. El agua debe estar hirviendo, ya que admitirá más o menos harina según su temperatura.
  • 1 Kilogramo de harina. En este caso es importante usar harina de fuerza al 75% de extracción que tolera bien las altas temperaturas del agua.
  • Media cuchara sopera de sal.
  • Aceite refinado de oliva de sabor suave, que, dicen, es el mejor para hacer churros. Sea como sea, usad siempre un aceite de calidad que tenga, además, un alto punto de ignición.

Paso a paso

Teniendo todos los ingredientes podemos hacer la masa en la amasadora o bien en balde de acero inoxidable para hacerlo de una forma manual. Sea como sea, es importante que antes de introducir la masa en la churrera nos aseguremos de que está completamente refinada. Es decir, la masa que entra en el dosificador debe ser lo más fina posible y sin ningún tipo de grumos.

Introducir una masa grumosa lo único que conseguirá es que el churro no esté bien formado y que las estrías se astillen desprendiéndose masa y ensuciando el aceite.

La mejor manera de hacer la forma del churro es con el dosificador o churrera. Esta máquina empuja la masa con gran fuerza haciendo que pase por pequeños agujeros y permitiendo que su interior quede así más esponjoso.

A la hora de freír, es importante que la temperatura del aceite esté en torno a los 180-190°C. Esta temperatura es importante para conseguir el resultado óptimo. Los motivos son varios. Por ejemplo, si la temperatura es más baja, tendremos como resultado unos churros con mucha más grasa de lo normal.

En el caso de que la temperatura del aceite sea superior a la propuesta, se descompondrán las grasas y tampoco tendremos el mejor de los resultados.

Ahora bien, una vez terminemos de freír, siempre debemos apartar los posibles residuos restantes; y es que en la elaboración de churros de churrería, el aceite limpio de la freidora es clave.

Como comentábamos, cada churrero va adaptando poco a poco la receta hasta dar con una masa adaptada a sus gustos. Sí, las receta admiten variaciones siempre. Lo que sí es importante es una serie de consejos que se deben tener presentes. Por ejemplo, el churro siempre deberá estar crujiente por fuera y esponjoso por dentro, para ello, la temperatura del aceite, así como un buen proceso de amasado, es imprescindible. Además, como comentábamos, la harina debe ser siempre harina de fuerza.

En cuanto a la presentación, al sacarlos siempre deben colocarse en un escurridor para que el exceso de aceite se caiga. Este paso permitirá que la masa no quede demasiado empapada. Se pueden consumir solos o con azúcar, a gusto del consumidor. Además, es posible rellenarlos de crema o con chocolate, para lo que también sería necesario usar otra maquinaria.

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