¿Un hámster puede ser una buena mascota para los niños?
El hámster es un roedor que pasó a ser domesticado en 1939 y se convirtió en una de las principales opciones para aquellos que no quieren un perro o un gato, pero ¿por qué? No ocupan mucho espacio, demandan pocos cuidados, no generan muchos gastos y la forma en que juegan llama la atención de los más pequeños de la casa.
Con tantas “ventajas” con respecto a otras especies de animales domésticos, mucha gente compra un hámster sin pensarlo dos veces, pero se necesita un poco de cuidado antes de tomar esa decisión. Por ejemplo, buscar un lugar adecuado de la casa para colocar al animalito, comprar una jaula cómoda y que atienda a sus necesidades, estar seguro de que está en buenas condiciones de salud y saber cuáles son los cuidados diarios que va a necesitar.
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Principales características
Estos animales son conocidos principalmente por sus grandes dientes, las mejillas hinchadas y por ser comilones, atacan cualquier comida que ven frente a ellos.
Hay explicaciones naturales para esto, y es que los hámster son roedores y sus dientes no paran de crecer, por lo que necesitan desgastarlos constantemente. Pero toda esa cantidad de comida no la pueden ingerir de una sola vez, así que la almacenan en bolsas dentro de su boca, dejando la comida libre de cualquier contacto con la saliva y manteniéndola fresquita.
Son animales nocturnos, duermen durante todo el día y por la noche se activan. Poseen una visión muy comprometida, compensada por una gran capacidad auditiva y olfativa. La media de la expectativa de vida es muy baja, de 1 año y medio a 2 años, y tal vez esta sea la peor característica de estos animales.
¿Cómo elegir un hámster?
Según el sitio web dehamster.net, existen 24 especies de hámster, de los cuales solo cinco se encuentran en las tiendas de mascotas, como el Hámster dorado o sirio, Hámster Campbell, Hámster siberiano o ruso, Hámster Roborovski y Hámster chino.
Cada uno de estos animales tiene características diferentes, así que tendrás diferentes opciones para escoger.
Ahora bien, antes de comprar un hámster es importante que te asegures que está en buenas condiciones de salud. Comprueba que el pelaje está completo y hermoso, sus oídos limpios, los ojos normales y brillantes (en los hámster los ojos borrosos pueden representar alguna enfermedad).
¿Qué debes hacer? Sostén el animalito en tus manos para que puedas revisarlo bien. En caso de que te arañe o muerda mucho, es mejor que elijas otro.
Cuidados esenciales en los hámster
Los hámster son animales que se preocupan mucho de la higiene, así como los gatos, así que estos pasan horas limpiándose, sin dejar que ningún lugar quede sucio.
Entonces, la única higiene que tienes que hacer es el de la jaula. Lava todos los utensilios que están dentro de la jaula para mantener el bienestar de este. También es importante que le mantengas el agua siempre fresca.
La alimentación se basa principalmente en granos y semillas, tales como, nueces o maíz partido, incluso también le puedes dar frutas y verduras pero no con mucha frecuencia.
Afortunadamente y en la actualidad, en los supermercados venden alimentos que poseen todos los nutrientes necesarios para el animal, así que no tendrás que preocuparte mucho por los alimentos.
Es importante que sepas que los alimentos duros son más indicados para estos bichitos, ya que son roedores y necesitan desgastar constantemente sus dientes que no paran de crecer.
La jaula donde estará el hámster
La jaula necesita ser lo suficientemente grande para garantizar el movimiento del animal y que pueda crear algunos espacios independientes, como el de dormir, el de alimentación, el de hacer las necesidades y el del ocio.
Un hámster puede ser una buena mascota para tus niños, puedes aprovechar para enseñarles a tener responsabilidades, ya que como te mencionamos anteriormente no demanda mucho cuidado.
Puedes asignarle al niño la tarea de darle de comer y cambiar el agua de la jaula todos los días, siempre bajo la supervisión de un adulto. Esta rutina puede ser muy beneficiosa para desarrollar la responsabilidad en el niño.
Los pequeños roedores no dan mucho trabajo y todo puede ser realizado por los niños, siempre y cuando estén en presencia de un adulto.