Lanzarote: destino para este 2018
Con la llegada del buen tiempo, millones de españoles comienzan a soñar con la playa, el sol y unos días de tranquilidad. Aunque hoy en día las comunicaciones han experimentado grandes avances y es posible viajar a cualquier parte del mundo, lo cierto es que la mayoría de los españoles elige destinos ubicados dentro del propio territorio español. En concreto, ese fue el caso del 91,4% de los viajes que realizaron los residentes en España durante 2016, según los datos facilitados por el INE. De este modo, pasar unos días en un hotel en Lanzarote a primera línea de mar es para muchos españoles un plan más apetecible y accesible que volar hasta otro país.
En el caso de Lanzarote, el número de viajeros que aterrizaron en la isla el año pasado fue de 3.146.117 personas. Si compramos estas cifras con el año anterior, 2016, vemos que se ha producido un incremento interanual del 7,9%. Entre los momentos de mayor afluencia de turistas se encuentran, como era de esperar, los meses de julio (287.581 turistas) y agosto (281.576). Pero, además, muy cerca de las cifras estivales se encuentran las de los meses de octubre y noviembre, con la llegada de 285.698 y 270.458 turistas respectivamente.
Estos datos, indudablemente muy favorables al turismo, se deben en gran medida a toda la oferta turística que ofrece la isla, junto a sus hermanas canarias. Siendo una isla, uno de sus mayores atractivos son sus playas, pero no el único, ya que Lanzarote muestra una gran riqueza natural, gastronómica o paisajística, entre otras. Además, su enorme experiencia en el sector turístico, es evidente y se manifiesta a través de una gran oferta hotelera en la que destacan grupos como Iberostar.com.
Si estáis pensando en cogeros un vuelo y aterrizar en esta isla maravillosa, os dejamos algunos de esos puntos de interés que no debéis perderos. Sin duda, conocerlos os permitirá conocer la esencia más pura de Lanzarote:
- Las playas: nadie ha ido a Lanzarote sin darse un chapuzón en alguna de sus playas. El color de sus aguas y sus cálidas temperaturas no dejan indiferente a nadie. Entre las mejor valoradas se encuentran playas como las del Papagayo, ubicadas muy cerca del pueblo de Playa Blanca. Se trata de playas contiguas, que forman kilómetros y kilómetros juntas. Los colores turquesa de la costa se unen a los marrones y grisáceos de la orilla. Son ideales para el relax, para la lectura, para bañarse tranquilamente con los más pequeños… Además, es una zona en la que encontraremos pequeñas embarcaciones, muchas de ellas disponibles para que los turistas se den un paseo por la contorna.
- El Parque Nacional de Timanfaya: si continuamos hacia el norte desde Playa Blanca, nos toparemos con esta belleza natural. En él podremos disfrutar de más de 50 kilómetros cuadrados de parque de origen volcánico. Aquellos que la visitan quedan maravillados. De hecho, después del Teide, es el segundo parque nacional de las Islas Canarias en número de visitantes. Es muy llamativo que, aunque esta zona volcánica ya no tiene actividad, en algunos de sus puntos más cálidos se alcanzan temperaturas por encima de los 100 grados. Además, para las personas que no están acostumbradas a vivir en zonas volcánicas, el aspecto y los colores de la zona son sorprendentes.
- El mirador del Río: si queremos continuar maravillando nuestra vista, podemos acercarnos a este mirador. En él podremos cambiar los tonos marrones del Timanfaya por los más azulados del mar. Este mirador se ubica en la cima del Risco de Famara, poco menos de 500 metros de altitud. Desde este punto norte de la isla, hay unas de las mejores vistas que podemos encontrar. Para ello, tenemos que visitarlo entre las 10 de la mañana y las 18h de la tarde, horarios en los que está abierto al público.
- Los Charcones: la existencia de estas charcas puede parecernos un milagro natural, pero en realidad todo se explica por la orografía de la zona y el origen volcánico de sus rocas. Se trata de un lugar poco conocido, por lo que no hay mucha gente y reina el relax. Además, estar charcas son diferentes entre ellas, habiendo unas de poca profundidad y otras en las que no llegamos hacer pie. Así mismo, acceder a algunas de ellas es sencillo, pero en cambio hay otras que implican más dificultad.
- Teguise: si hacemos una pausa de paisajes naturales y decidimos volver a la civilización, Teguise es una de las mejores opciones. Se trata de una ciudad que en el pasado llegó a ser la capital de la isla. Es un lugar perfecto para pasear, entre sus calles y sus casitas todas blancas. En ella podremos encontrar todo tipo de comercios, así como mercadillos de productos variados. Teguise se conoce también con el nombre de «La Villa».