Plaquetas altas: ¿Qué significa?

Las plaquetas altas en sangre es una alteración del organismo conocida como trombocitosis, la cual puede ser principalmente por un extraño comportamiento de la médula ósea que los llega a producir en exceso, lo que se conoce como Trombocitosis Primaria o Esencial (TE por sus siglas en inglés), o bien un síntoma del padecimiento de una enfermedad subyacente, lo cual se conoce como Trombocitosis Secundaria (TR por sus siglas en inglés), y por tanto se puede neutralizar combatiendo a la causa de origen. Aquí te presentamos los detalles de cada uno de estos trastornos, los cuales son relativamente inusuales, y si se tratan de forma oportuna no deben representar graves daños que pongan en riesgo la vida de la persona.

Valores normales de las plaquetas

De acuerdo al consenso médico que se tiene actualmente a nivel mundial, y el cual se refleja a través de organismos como la Organización Mundial de la Salud, una persona en condiciones normales debe tener entre 150 mil y 450 mil plaquetas por cada mililitro de sangre.

En los casos donde se tiene un nivel superior a las 450 mil células μL, entonces se considera ya una trombocitosis, por lo cual se recomienda realizar diversos análisis clínicos para poder encontrar con precisión las causas y poder diferenciar si se trata de una TE, una TR, o incluso algunos otros síndromes mieloproliferativos.

Qué significa tener plaquetas altas o trombocitosis

Las plaquetas son diminutos glóbulos citoplasmáticos que se encuentran en la sangre y cuya función principal consiste en la formación de coágulos para evitar hemorragias, por lo que su presencia es importante para funciones esenciales como la reparación de heridas; no obstante que una cantidad excesiva en el flujo sanguíneo puede provocar obstrucción arterial, lo cual en casos cercanos a órganos esenciales como el corazón o el cerebro, puede resultar fatal.

Trombocitosis primaria

Se define científicamente como una neoplasia mieloproliferativa crónica clonal, y esencialmente se trata de un padecimiento en el cual la médula ósea produce de forma excesiva plaquetas en la sangre por causas que aún son inciertas.

La frecuencia de este mal es bastante bajo, apenas de 1 a 2.5 de cada 100 mil personas lo llega a presentar, y la mayoría de casos se trata de personas mayores de 50 años; aunque también registra una mayor incidencia en mujeres, con el 60% de los diagnósticos. Las plaquetas altas en niños es algo bastante inusual, no obstante que de un 15 a un 20 por ciento de las personas diagnosticadas con TE, tenían menos de 40 años al momento de ser detectada.

Para poder diagnosticar una TE, desde 2008 la OMS definió un nuevo procedimiento de análisis clínicos que principalmente buscan detectar si existe una mutación en el gen JAK2 (JAK2V617F), así como un posible trastorno en la médula ósea, lo cual se puede obtener con una biopsia.

Trombocitosis secundaria

Se trata de la más común de las afecciones relacionadas con las plaquetas altas, se deriva de un incremento excesivo en los niveles endógenos en citocinas como la trombopoyetina o la interleucina 6, y pueden producirse por procesos neoplásicos, infecciosos, inflamatorios, e incluso en algunos casos por situaciones de estrés.

La anemia relacionada con bajos niveles de hierro, infecciones, la extracción del bazo o incluso algunos tipos de cáncer pueden ser también factores que provoque la TR, por este motivo se debe realizar un estudio para determinar con precisión la causa de su origen; por lo cual las plaquetas altas se pueden combatir de forma eficiente atacando a la raíz del problema que lo genera.

Causas de plaquetas altas

Para saber con precisión las causas de las plaquetas altas, actualmente se realizan diversos análisis clínicos. El origen puede ser muy variado, por lo que se deben realizar múltiples pruebas, pues en ocasiones se llega a confundir el diagnóstico. La mayoría de estas pruebas no son molestas ni dolorosas, además de que en muchos casos se descubre de forma circunstancial, ya que también una amplia proporción de casos resultan asíntomáticos, es decir que no genera efectos visibles para la persona; no obstante que en algunos casos más graves sí puede llegar a comprometer incluso la vida del paciente, por lo que se debe actuar de forma oportuna para su identificación y atención.

Infecciones virales o bacterianas

Una de las causas más recurrentes de plaquetas altas, son las infecciones virales o bacterianas, ya que detonan diversas reacciones en el organismo, siendo una de estas, la excesiva y descontrolada producción de plaquetas, lo cual puede llegar a generarse como forma de defensa a modo de reacción inflamatoria.

Las infecciones respiratorias son las que más comúnmente llegan a generar la trombocitosis, algunas tan graves como la tos ferina, por lo cual debe atenderse de forma oportuna; algunos otros ejemplos los encontramos en infecciones virales como la rubéola, varicela, o incluso después de un proceso de vacunación.

Déficit nutricional

Otra de las causas de plaquetas altas la podemos encontrar en los casos que se tiene una deficiencia alimentaria, es decir que no se están consumiendo la cantidad de nutrientes esenciales que requiere el organismo. Esto es especialmente más notorio cuando se tiene un índice muy bajo de elementos como el hierro. Por lo cual, puede ser uno de los tratamientos más fáciles de realizar, pues simplemente llevando a cabo una dieta más balanceada, y que refuerce de forma particular los elementos con menor ingesta, se podrá comenzar a rehabilitar el organismo, y restaurar así el nivel normal de plaquetas en la sangre.

Trastornos renales

Diversas afecciones a los riñones también pueden ser las causas que provoquen plaquetas altas; particularmente en casos como el síndrome nefrótico, que es un padecimiento en el cual los riñones sufren pequeños daños en los vasos sanguíneos, provocando que se desechen proteínas que podrían ser aprovechadas por el organismo. Otro caso donde también se pueden detonar los niveles de plaquetas es en pacientes con insuficiencia renal, es decir cuando los riñones dejan de filtrar correctamente los residuos en la sangre.

Presencia de un tumor cancerígeno

La trombocitosis también es uno de los principales indicadores de tumores cancerígenos, por ejemplo en casos como el pulmonar o el colorrectal, motivo por el cual debe atenderse y estudiarse a la brevedad posible, pues su detección precoz es uno de los factores esenciales para poder tratar este tipo de padecimientos que pueden llegar a resultar mortales.

Las investigaciones al respecto continúan en desarrollo alrededor del mundo; apenas en 2017, un estudio de la Universidad de Exeter, a partir de datos de 40 mil pacientes con trombocitosis, concluyó que más del 11% de los varones mayores de 40 años y el 6% de las mujeres en el mismo rango de edad, pueden ser diagnosticados con cáncer en un lapso de un año; porcentaje que se incrementa casi al doble, cuando se detecta nuevamente un nivel elevado de plaquetas altas después de 6 meses de la detección inicial.

Otras causas o enfermedades

No son los únicos casos por los cuales se puede a presentar la trombocitosis, en algunas otras situaciones como cuando una cirugía mayor ha provocado una lesión tisular, puede ser motivo para disparar nuestro nivel de plaquetas.

Cabe recordar también que el bazo es el principal órgano encargado de depurar las plaquetas después de su periodo de vida útil, por la cual la extracción de este órgano, puede ser otro factor que genere una alteración importante en el nivel de plaquetas.

De igual forma se han presentado casos en los cuales el ejercicio físico, desacorde para la edad, puede ser un factor de trombocitosis, lo mismo que en algunas situaciones donde se llega a cortar de tajo el suministro de alcohol, después de una adicción a esta sustancia.

Síntomas de plaquetas altas

En ocasiones no es fácil detectar la trombocitosis, debido a que, por ejemplo, en el caso de la TE, sólo el 50% de los casos presentan síntomas, por lo que muchas veces el diagnóstico se presenta de forma incidental.

No obstante que en otros casos sí aparecen síntomas típicos de la enfermedad subyacente, o bien pueden aparecer hematomas, es decir pequeños moretones en la piel. Otro de los síntomas más frecuentes son las pequeñas hemorragias en partes del cuerpo como la boca, la nariz o incluso las encías y el tracto intestinal.

El adormecimiento de pies y manos, así como los dolores de cabeza, pueden ser otro indicador de plaquetas altas, algo que por su frecuencia pocas veces se relaciona con este padecimiento, no obstante que la presencia de varios síntomas, debe ser motivo para considerar esta posibilidad, algo que debe tomarse en cuenta con mayor énfasis si aparecen úlceras o petequias en las extremidades.

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Consecuencias para la salud de las plaquetas altas

Las plaquetas altas pueden llegar a provocar afecciones en el sistema nervioso, como generar alteraciones visuales, lo cual se origina por la oclusión temporal de arterias o vasos capilares.

Si aparece enrojecimiento o dolor intenso en los dedos o planta del pie, puede tratarse de eritromelalgia, que es otro de las consecuencias que se pueden presentar por el estrechamiento de pequeñas arterias.

No es habitual, pero en algunos casos también suelen presentarse cuadros hemorrágicos, los cuales no suelen ser graves, no obstante que en caso de presentarse con intensidad, debe ser tratado con urgencia pues pueden generarse lesiones irreparables.

El mayor riesgo que se presenta con las plaquetas altas, es la posibilidad de que se produzca un coagulo en arterias vitales del cuerpo humano, lo cual puede provocar un infarto fulminante que acabe con la vida del paciente, por lo que debe tratarse de manera oportuna.

Plaquetas altas en niños

Menos del 1% de niños llegan a presentar problemas de plaquetas altas, y de acuerdo a investigaciones científicas, en la mayor parte de los casos (48,8%), se debe a infecciones virales o bacterianas, siendo de igual forma las respiratorias las más frecuentes. Aunque otro caso con incidencia importante (casi un 20%), lo encontramos en los niños que tienen una gran deficiencia de hierro en su organismo, por lo que la alimentación resulta en un factor esencial para prevenir y tratar este problema.

El daño tisular, es decir cuando se presenta alguna quemadura, corte, contusión o algún otro tipo de lesión en la piel, también llega a ser factor que genere plaquetas altas en niños, situación que se llega a presentar en poco más del 10% de los casos.

Para el caso de los niños, se consideran plaquetas altas a partir de niveles superiores a los 500 x 109/l, lo cual llega a considerarse moderado, aunque si la cantidad es mayor a 1.000 x 109/l, entonces se considera un caso grave.

Esta situación es más frecuente en periodo neonatal y para los niños más pequeños, llegando a figurar también la hemorragia, hipoxia, las neoplasias o incluso el estrés, como posibles causas de esta irregularidad.

Normalmente no requiere tratamiento, solamente supervisión médica, aunque en algunos casos puede ameritar la implementación de inhibidores de la producción de plaquetas, como puede ser el ácido acetilsalicílico -es decir la aspirina- o el dipiridamol. En casos más graves puede ser necesaria una aféresis de plaquetas.

Tratamiento de la trombocitosis (plaquetas altas)

Para los casos de mayor riesgo, como en las personas mayores de 60 años, en aquellos que ya han presentado una trombosis o hemorragia de gravedad, o bien para quienes tuvieron un índice superior al millón y medio de plaquetas por mililitro, normalmente se aplica un tratamiento citorreductor, es decir, enfocado precisamente en neutralizar la cantidad de plaquetas en la sangre.

Para estos casos se utilizan medicamentos como la hidroxicarbamida o la anagrelida, no obstante que se trata de tratamientos sencillos que no llegan a alterar significativamente la vida del paciente, aunque entre sus efectos secundarios figura el aumento en la producción de glóbulos, tanto blancos como rojos.

El tratamiento más común destinado a aquellos casos de menor riesgo, es el antiagregante, es decir, aquel que tiene por objeto inhibir el funcionamiento de las plaquetas, a modo que no se vuelva un problema el excedente existente. El tratamiento más común es a partir de 100 mg al día de ácido acetilsalicílico, lo cual previene el riesgo de trombosis. Aquí de igual forma la supervisión médica será esencial para encontrar la dosis precisa para cada persona, y de esta manera ir neutralizando gradualmente la cantidad de plaquetas.

Sólo en casos en los que la trombocitosis sea producto de enfermedades subyacentes, entonces el tratamiento estará enfocado en combatir la causa de origen, lo cual deberá solucionar también este problema.

Como verás las plaquetas altas en sangre puede ser un problema serio sólo en algunos casos, pero su detección y atención de manera oportuna, resulta en un factor esencial para diluir sus consecuencias y poder proteger así la esperanza de vida.