Los basófilos, sus funciones, valores y enfermedades asociadas
Los basófilos son una especie de leucocitos, es decir de glóbulos blancos, pero bastante particulares, no sólo por el hecho de ser los menos abundantes y los más grandes dentro del flujo sanguíneo, sino porque también resultan importantes para regular múltiples funciones del sistema inmunológico, para defender al organismo de virus, bacterias y demás amenazas; aunque sus variaciones de nivel también pueden ser síntoma de algún tipo de enfermedad. Aquí conocerás más acerca de su funcionamiento, importancia y tratamientos.
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Función de los basófilos
Este tipo de glóbulos blancos pertenece a la familia de los granulocitos, de hecho su granulación es tan abundante que suele recubrir al núcleo; es en estos pequeños segmentos que los basófilos trasladan una gran variedad de sustancias que permiten defender al organismo, siendo una de las principales funciones el activar las respuesta alérgicas del cuerpo.
Al igual que los eosinófilos, tiene su origen en la médula ósea, siendo factores esenciales para regular la respuesta inflamatoria del organismo ante diversas infecciones parasitarias.
Como todos los glóbulos blancos, son capaces de salir del torrente sanguíneo y desplazarse también hacia los tejidos internos del cuerpo, donde realizan el proceso de desgranulación; es decir, liberar las granulaciones en las zonas donde se requiera.
Entre los componentes más importantes de estos gránulos está la histamina, la cual tiene múltiples funciones en el cuerpo humano, incluida la modulación de la respuesta inmunitaria, además de inhibir la coagulación de la sangre; en ocasiones los eosinófilos son atraídos hacia alguna zona del cuerpo gracias a la histamina liberada, misma que neutralizan y modulan a través de la histaminasa.
Valores normales de basófilos
Una persona en condiciones normales se calcula que tiene este tipo de leucocitos en una proporción del 0.5% al 1% del total que se tiene en circulación. Esto significa que se cuenta con unas 100 células por microlitro en los recién nacidos y unas 40 células por cada microlitro en personas adultas.
El hecho de contar con menos de 20 células por cada microlitro de sangre, ya es un indicador de basopenia, es decir, un nivel por debajo de lo normal. Asimismo, clínicamente se considera que un adulto con niveles superiores a los 200/ μL o 640 μL en el caso de los recién nacidos, son ya una proporción muy por arriba de lo normal, y que por tanto pueden ser sinónimo de diversas infecciones, trastornos o enfermedades.
Basófilos altos. ¿Qué significan?
Los basófilos se pueden llegar a multiplicar de forma desproporcionada, cuando no es suficiente la cantidad para combatir alguna toxina, o como síntoma de una enfermedad, a esta condición se le conoce como basofilia y aunque en ocasiones pudiera no presentar síntomas externos, puede llegar a volverse un indicador de afecciones graves.
Causas
Las causas de los basófilos altos son varias, entre las más comunes destacan:
- Hipertiroidismo. Si se presentan algunos síntomas como cara hinchada, voz ronca, aumento de peso, estreñimiento, malestar en bajas temperaturas, puede ser signo de un padecimiento en la glándula tiroides, lo cual puede disminuir la producción de diversas sustancias, incluidos estos glóbulos sin pigmentación cargados de histamina.
- Inflamación autoinmune. En algunos casos nuestro organismo se combate a si mismo mediante reacción inflamatoria en casos como la dermatitis crónica, el asma, la sinusitis o la enfermedad de Crohn.
- Una infección viral como la varicela, también puede ser motivo para disparar los niveles de este tipo de glóbulos blancos en el organismo.
- Trastornos mieloproliferativos. Esta especie de afecciones donde se altera la producción de células en la médula ósea, también pueden ser la causa de basófilos altos, siendo la trombocitemia, la policitemia vera y la mielofibrosis los casos más comunes, aunque también puede llegar a ser un indicio de leucemia.
Tratamiento
Al ser normalmente los basófilos altos, un síntoma que está siendo causado por cierta afección, lo más recomendado es que un especialista médico determine el tratamiento a seguir de acuerdo a la causa que está generando esta irregularidad.
En algunos casos puede ser suficiente la administración de antibióticos o antialérgicos, para regular este tipo de glóbulos blancos; aunque en casos más graves puede considerarse el trasplante de médula ósea para restablecer el origen de esta clase de leucocitos.
Basófilos bajos. ¿Qué significan?
Debido a que los basófilos pueden llegar a ser de niveles cercanos a cero (0,01 x 10^9 / litro), es más difícil determinar la basopenia, como se denomina a este tipo de irregularidad, la cual normalmente también es un indicativo secundario de una enfermedad principal.
Causas
Las causas para la basopenia son múltiples, motivo por lo cual se recomienda realizar diversos exámenes de laboratorio, pues podría tratarse solamente de una irregularidad esporádica, producto de algo tan simple como el hecho de consumir corticosteroides, el estar estresados, ovulando o como signo de embarazo.
Esto no significa que debe pasarse por alto, pues también podría ser un síntoma de males más graves como algunos tipos de cáncer, leucopenia, o también estar vinculado a alergias severas o hipertiroidismo.
Tratamiento
De igual forma en el caso de la basopenia, el tratamiento dependerá de la enfermedad principal diagnosticada, aunque si el objetivo concreto es incrementar tu nivel de basófilos, es probable que comiences por tu dieta.
Alimentos ricos en vitamina D, como el pescado, las ostras, las setas o el huevo, podrían coadyuvar en el tratamiento para combatir la basopenia, así como también el consumo de frutas y verduras, ácido fólico o la vitamina A. En caso de ser fumador también se aconseja minimizar este problema, además de tomar en cuenta la importancia de no abusar de los antibióticos.
Enfermedades asociadas a los basófilos
Entre las enfermedades que frecuentemente están relacionadas con una alteración en los niveles de basófilos están:
- Enfermedad de Chron. Uno de los males que no tienen cura, pero que se pueden controlar a través de diversos tratamientos, se trata de una inflamación crónica que afecta particularmente al tracto digestivo.
- Anemia hemolítica. Este trastorno provoca que los glóbulos rojos -responsables de trasladar el oxígeno en el torrente sanguíneo- se destruyan demasiado pronto. Puede ocurrir dentro de los vasos sanguíneos, es decir de forma intravascular, o bien de forma extravascular.
- Hipertiroidismo. Como mencionamos, este mal puede generar tanto basófilos bajos, como basófilos altos, además de alteraciones en el peso, humor y ritmo cardíaco. Actualmente puede ser combatida con diversos tratamientos médicos, incluyendo el uso de yodo radioactivo, además de la cirugía.
- Leucemia mielocítica crónica. Un extraño cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea, es una de las afecciones más graves que pueden estar relacionadas con una alteración en la cantidad de basófilos, y normalmente es tratado con fármacos especializados, trasplante de células madre hematopoyéticas, terapia biológica o en los casos más avanzados, quimioterapia.
- Enfermedad de Hodgkin. Este es otro de los tipos de cáncer que se asocian con la basofilia, afectando en este caso los ganglios linfáticos. Para tratarlo se utiliza principalmente la radioterapia, quimioterapia o bien el trasplante de células madre.
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Buenas, tal vez este equivocada, pero la parte donde dice Basofilos altos, entiendo que en vez de hipertiroidismo, quiso referirse a Hipotiroidismo. Favor confirmar.
Saludos!