Ni mucho ni poco: 3 herramientas para acertar con los hijos
Todos los padres se han hecho alguna vez la pregunta “¿Estoy acertando con la educación de mis hijos?”. Y, si cabe, hoy día tiene aún más relevancia.
La de ser madre o padre es la tarea más difícil que alguien asume en su vida. Por lo general, no se puede evitar que la educación se les proporciona sea un reflejo de la que sus progenitores han recibido, de forma que si tuvieron carencias durante la infancia (en cualquier aspecto, no solo en alimentación), intentarán darles aquello que ellos no tuvieron, e incluso más. Y esto no tiene por qué ser positivo.
Para empezar, los padres no tienen que esforzarse por gustarle a sus hijos. Aunque deban proporcionarles cariño y afecto, no son sus amigos, y eso es lo primero que hay que asumir. Hay especialistas que desaconsejan este enfoque que, desde luego, no contribuirá a la que el niño quiera más a sus progenitores.
Con lo de querer gustarles, entre otras cosas, se corre el riesgo de caer en su tiranía a largo plazo. Un niño consentido, acostumbrado a que se atiendan sus muchas demandas y se ceda siempre ante sus caprichos, no aprenderá la valiosa lección que dice que no se puede tener todo en la vida, que los logros implican esfuerzo. Al evitarles ese estado de ansiedad que expresan con el llanto, siempre haciendo concesiones, no se le está inculcando el espíritu de superación.
El problema se volverá aún más acuciante si el niño desea constantemente acumular bienes materiales cuando la familia pasa por un mal momento económico. El diálogo siempre debe imperar, y hay que ser sinceros con los niños sin olvidar su condición, sin darles más información de la que necesitan. Hay que explicar cuestiones como la del presupuesto.
Considerando lo anterior y los días que están por venir, hay herramientas que pueden facilitar la vida a esas familias que quieren vivir con realismo, que no tienen un presupuesto elevado y que no hacen concesiones innecesarias, pero no quieren que sus hijos se pierdan nada y sean felices en su entorno.
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Halloween, sin renunciar a la diversión
Alrededor del mundo, cada vez más, los niños celebran Halloween al estilo americano. Hay que reconocer, pese al carácter de la fiesta y lo diferente que es a la tradición cristiana (la predominante), suena muy divertido eso de salir a pedir dulces con un disfraz.
No hay por qué renunciar a la fiesta, ni por motivaciones morales que no son incompatibles con ella ni por falta de presupuesto. Disfracesenlanube.es ofrece más de 240 ideas de disfraces infantiles para Halloween, todos baratos, si la familia se está preguntando dónde comprar un disfraz para Halloween. Al fin y al cabo, para pasar la tarde-noche del 31 de octubre solo se necesita un disfraz, amigos con los que salir y ganas de pasarlo bien.
También se pueden buscar planes diferentes en la localidad o ciudad de residencia, acordes con la fiesta. Una sesión de cuentacuentos de miedo, una película, una fiesta temática… En muchos casos, las actividades que se organizan son gratuitas para que puedan acceder todos los públicos.
Y, si no, tarde de manualidades en casa, historias de miedo con la luz apagada o una película con palomitas, serán el plan perfecto.
Valores, lo más importante
Los valores son el pilar de una sociedad, determinan la forma de actuar. Y los niños son los ciudadanos de la sociedad del mañana, por lo que sus educadores, en la familia y en la escuela, se deben esforzar en transmitírselos.
Hay que asegurarse de que los más pequeños sean capaces de razonar sus propios actos, que se formen un juicio de valor sobre ellos, a través de la ética. Así, aprenderán valores básicos como la honestidad, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad y, por supuesto, la empatía.
Su forma de aprender es a través del juego. Una herramienta la proporcionan los juguetes educativos de carácter didáctico que ofrece Juguetrónica. Una sesión con ellos se presenta como una gran oportunidad de educar.
Por ejemplo, las propuestas de la categoría “Ecológicos” pueden valer para hacerles llegar el respeto a la naturaleza, al entorno, a los animales y plantas. Con los de ingenio desarrollarán su capacidad de pensar, con los kits de manualidades descubrirán su lado más creativo, etc.
Necesidades básicas sin pasarse
Mucho cuidado, eso sí, con el síndrome del niño “hiperregalado”, sobre el que los especialistas advierten en épocas como la Navidad. La web especializada La mente es maravillosa explica que “en la sociedad en la que vivimos, nos hacen creer que la única manera de demostrarles amor a nuestros hijos es a través de regalos”. Eso lleva a llenar su habitación de juguetes, lo que se convierte en un problema en el futuro.
Los niños tiene derecho a ser felices, pero cubrir sus necesidades de diversión y ocio no tiene por qué pasar siempre por comprar. Ayudarles a ser creativos es también invitarles a que busquen más allá.
Lo mismo sucede con otras necesidades básicas como la ropa. En Primark niños se puede encontrar ropa de niños a muy buen precio, por lo que un vistazo al catálogo resulta útil cuando se trata de equiparlos para el nuevo curso.
Pero a veces se hace muy difícil lidiar con ellos, sobre todo si son adolescentes, ante las modas y el deseo de guardar las apariencias. Para ellos, en muchas ocasiones, esto pasa por marcas que los padres no se pueden permitir.
En este punto, también hay que practicar la honestidad, decirles por qué no se lo pueden permitir o qué otras cuestiones impiden que pueda acceder a ese artículo que desea. Lo mejor es preparar bien la conversación, prever cuáles serán sus argumentos y garantizar que esta sea sosegada y tranquila, invitarles a razonar. Tienen que aprender a no compararse con los demás y que, en todo caso, no son mejores ni peores que nadie por lo que lleven puesto.
En general, esta última es la clave para todo lo que tenga que ver con los hijos: diálogo y razonar