Protege a tu mascota de los parásitos más frecuentes

Tener mascota incrementa las posibilidades de que se produzca una infestación de insectos dentro del hogar. Esto supone grandes riesgos para la salud, por lo que tomar medidas preventivas y paliativas resulta especialmente importante. Por ser animales sociables y salir fuera del hogar con frecuencia, los perros se exponen a grandes riesgos de sufrir picaduras y de convertirse en huéspedes de todo tipo de parásitos.

Estas medidas no sólo se basan en implementar medidas para salvaguardar la higiene. Deben basarse también en la adquisición de productos antiparasitarios. En farmacias veterinarias y establecimientos especializados podemos encontrar soluciones antiparasitarias en todo tipo de formatos: desde lociones o champús hasta collares. Debes saber que existen parásitos internos (aquellos que se alojan en el interior de sus huéspedes) o parásitos externos (aquellos que se ubican en la dermis o el pelo del animal).

A continuación te hablaremos de los parásitos externos más habituales. ¡Presta atención! 

Parásitos en perros: Estos son los más comunes

Pulgas en perros

Su agilidad para recorrer amplias distancias en un corto espacio de tiempo junto a sus pequeñas dimensiones (entre 1,5 y 3,3 milímetros de largo), las convierte en el parásito más difícil de detectar. Pueden llegar a recorrer más de 33 centímetros en un único salto,es decir, más de 200 veces su propio tamaño. Su especial capacidad de desplazamiento multiplica los riesgos de contagio, especialmente cuando nuestro perro se relaciona con otros animales. Las pulgas tienden a saltar de un huésped a otro. Además, se reproducen a una gran velocidad por lo no sólo pueden convertirse en un riesgo importante para la salud de nuestras mascotas, también para otros seres humanos. Sus picaduras puede generar molestias superficiales aunque las consecuencias pueden ser más graves porque también son transmisoras de enfermedades y otros parásitos como tenias. Para eliminar los riesgos es fundamental contar con un buen antiparasitario. Las especies más habituales son la Pulga Ctenocephalides felis y la Ctenocephalides canis.

Garrapatas en perros

Son ácaros macroscópicos hematófagos, es decir, se alimentan exclusivamente de sangre. Sus huéspedes son mamíferos y tienen especial prevalencia en perros, aunque también pueden encontrarse en animales de sangre fría como reptiles o anfibios. Las garrapatas representan grandes riesgos para la salud porque a través de ellas pueden transmitirse varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos. Algunas de ellas bastante graves. Una picadura puede transmitir diferentes patógenos y bacterias como la Borrelia (que deriva en el desarrollo de la enfermedad de Lyme), Babesia, Anaplasma, Francisella o Rickettsia. Además, las garrapatas también pueden transmitir diferentes virus como el de la encefalitis o el Crimea-Congo.

Aunque son especialmente asiduas en entornos naturales como brezales, bosques y páramos, pueden estar presentes en entornos urbanos.

Otros ácaros

Además de las garrapatas existe otro tipo de ácaros microscópicos y que son más difíciles de detectar. Su presencia puede generar molestias y causar efectos secundarios más o menos graves. Pueden ir desde irritaciones hasta infecciones y heridas superficiales debido al rascado.

Los ácaros parasitarios más habituales son: Demosex Spp, Otodectes Cynotis o Scaroptes scablei.

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