Tres lugares mágicos para descubrir Mallorca

Mallorca es uno de los destinos turísticos más importantes del panorama nacional. Cada año, millones de turistas procedentes de todo el mundo, aunque principalmente de la zona europea, visitan la isla más grande del archipiélago balear. Un referente del turismo del sol y playa que cuenta con más de 300 playas y calas en su pequeña superficie de 3.640 km². Además, su patrimonio histórico y cultural, así como sus pintorescos pueblos, lo convierten en un destino ideal para disfrutar de unos días de vacaciones durante el verano. Una de las opciones más recomendadas es alquilar coche en Mallorca para recorrer todos los rincones que esconde una de las islas con más encanto del Mediterráneo. En este artículo os proponemos algunos de lugares más interesantes para disfrutar de una escapada a la hermana mayor de las Islas Baleares.

Catedral de Mallorca

La Palma, capital de la isla de Mallorca, cuenta con uno de los monumentos más importantes del archipiélago balear, la Catedral de Mallorca. Conocida popularmente como La Seu,este templo de estilo gótico cuenta con uno de los mayores rosetones del mundo con nada menos que 13 metros de diámetro, el “ojo del gótico”. El rosetón es una ventana con forma circular que tiene una vidriera calada y adornada con diferentes dibujos y colores, utilizado en la arquitectura románica y con mayor proliferación en la gótica.

La Catedral de Mallorca se comenzó a construir en 1229, tras la conquista de Mallorca por parte de Jaime I, rey de Aragón y conde de Barcelona. El monarca decidió construir este templo en honor a Santa María para cumplir la promesa que había realizado tras salvarse de un naufragio en alta mar. Un edificio religioso que ha sufrido importantes restauraciones desde que finalizaran las obras originales en 1.601. Antonio Gaudí, máximo representante del modernismo, ha sido el arquitecto más destacado en realizar trabajos en la catedral.

mallorca

Declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931, la Catedral de Mallorca es uno de los lugares imprescindibles en cualquier visita a la isla, especialmente en verano. En esta época del año se puede subir hasta lo más alto para conocer de cerca su campanario y sus terrazas, desde las cuales se puede disfrutar de unas vistas panorámicas únicas de la ciudad de Palma de Mallorca. Un recorrido para el cual es imprescindible realizar una reserva de las numerosas visitas guiadas que ofrece este monumento a lo largo de la semana en los periodos estivales.

Sóller y su emblemático tren de madera

Después de contemplar una de las obras góticas más importantes de Europa, los viajeros pueden caminar hasta la Estación Intermodal-Plaza de España, la principal estación de ferrocarriles de Palma de Mallorca. En este lugar se pueden encontrar billetes para viajar hasta el municipio de Sóller. El tren de Sóller es una auténtica reliquia y es considerado como uno de los símbolos de la comarca desde 1912. El trayecto a bordo de sus vagones de madera supone un verdadero viaje en el tiempo para los viajeros mientras disfrutan del maravilloso paisaje de la sierra de Tramontana​, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2011.

Sóller es conocido mundialmente como el valle de los naranjos, debido a la abundancia de estos cultivos de cítricos en el valle entre las grandes montañas mallorquinas. Un pueblo pintoresco que es considerado como uno de los más bonitos de Mallorca. Los viajeros pueden encontrar algunos puntos de interés como la Plaza de la Constitución, centro neurálgico del municipio con sus bares y cafeterías. Un lugar en el que se ubica la Iglesia parroquial de Sant Bartomeu con su fachada de estilo modernista, obra del arquitecto y discípulo de Antonio Gaudí, Joan Rubió i Bellver.

Cala Varques

Con 262 playas y una longitud de 50 kilómetros de costa, Mallorca cuenta con una gran diversidad de enclaves únicos para disfrutar del turismo de sol y playa. Sin bien es cierto que la aglomeración de turistas durante el verano puede hacer imposible disfrutar de unas horas en la arena, la isla cuenta con algunos rincones secretos menos conocidos para los habituales viajeros como la Cala Varques.

Situada en la costa este de la isla, la Cala Varques ofrece una postal de película con sus 60 metros de arena blanca protegidas por pinares y bañadas por las aguas cristalinas de color turquesa del mar Mediterráneo. Esta pequeña cala virgen se encuentra situada entre las urbanizaciones de Cales de Mallorca y Cala Romántica, en el municipio de Manacor. Un enclave escondido en el que es necesario alquilar un coche para poder acceder lo más cerca posible de la costa. Por suerte para los viajeros, Mallorca cuenta con empresas reconocidas como Roig.com, la cual cuenta con diferentes puntos de recogida y devolución de los vehículos ubicados por toda la isla para facilitar la experiencia de los viajeros.

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